INDOMABLES: Vidas paralelas
Indomables, hay que admitirlo, cuenta con un reparto espectacular para los más cinéfilos: Daisy-Edgar Jones (Protagonista del remake de Twisters, que vimos el año pasado), Jacob Elordi (Saltburn), Will Poulter (Midsommar) y Diego Calva (Babylon). Cuatro rostros emergentes que tienen ya alguna película memorable en su filmografía. Y verlos juntos en el cartel de la que ahora estrenan es un aliciente.
Indomables está basada en la novela del mismo título de Shannon Pufahl, quien a su vez la ha adaptado junto a Bryce Kass para la gran pantalla. En ella, Pufahl mira atrás en la historia de su familia para contar el tiempo, allá por los años 50, en el que su madre tenía una doble vida, dedicándose, en parte de ella, al oscuro mundo de las apuestas. Esta trama se mezcla, en el matrimonio que Muriel (Daisy-Edgar Jones) está a punto de contraer con su prometido Lee (Will Poulter), con la llegada del hermano de éste, Julius (Jacob Elordi) y el hecho de que Muriel descubra en él algo que no sabía que podía sentir por nadie.
Pero se acaba casando con quien se espera de ella que contraiga matrimonio y mientas Julius ha de partir a la guerra de Corea, Muriel y Lee se mudan a San Diego, a comenzar una vida con trabajos estables. Como servir mesas no es precisamente lo que más le apetece a Muriel, a partir de chivatazos de los que se entera en su trabajo se dispone a apostar por los caballos de los que se entera que tienen más posibilidades de ganar las carreras y por su parte, los avatares de la vida hacen que Julius llegue a Las Vegas, donde consigue un empleo muy particular debido a su dominio absoluto del póker. Con sus vidas completamente separadas, y aunque inicialmente se escribieran, ninguno de los dos mantiene un contacto firme con el otro aunque en realidad sus existencias sean más paralelas de lo que ninguno de los dos ha llegado a pensar jamás.
Con este argumento, el reparto con el que cuenta, y un director, Daniel Minahan, que ha estado detrás de capítulos de series como Juego de Tronos o House of cards, Indomables podría haber sido una obra maestra, un drama de personajes con vidas semejantes en un tiempo en el que muchos se dedicaban a ejercer actividades en la clandestinidad. Una mujer apostando en las carreras de caballos… impensable. Podría haber sido una película intensa en la que sufriéramos por el destino de una pareja que sabemos enamorada y que no parece que pueda reunirse de nuevo. En cambio, lo que tenemos es un culebrón alargado, sin interés alguno y con momentos que nos defraudan debido a la poca credibilidad del relato y a su deriva hacia series de plataformas más protagonizadas por adolescentes y estudiantes en celo que por adultos que sepan moderar su apetito sexual.
A medida que avanza el metraje nos metemos en los mundos sórdidos que habitan los protagonistas, esa pareja separada por las circunstancias y que se va adentrando en unos suburbios en los que, además, contrasta enormemente su apabullante glamour. Ni Jacob Elordi ni Daisy-Edgar Jones aparentan tener esa pobreza en la que se mueven, sobre todo él, que exhibe una clase que se supone que en esta ficción no tiene.
Nada encaja en Indomables. Y mucho menos los giros que el guión nos va presentando, con personajes que entran en las tramas y que no sólo no aclaran las situaciones en las que los protagonistas se encuentran, tampoco las hacen creíbles. Cuando pensamos que pasará una cosa, el siguiente giro te lo desmiente. Pero no tiene sentido alguno, y es posible que un nuevo giro desmote aquel, para hacer más intrigante el desarrollo, consiguiendo, en realidad, que desconectes de tanto despropósito.
Es una lástima que un aparentemente buen proyecto acabe siendo justo lo contrario, pero a veces el cine también tiene películas que nos llaman mucho la atención para después dejarnos tremendamente defraudados. Sí, la historia de la que partía era buena, lo malo es que el resultado está muy lejos de alcanzar las expectativas que crea, y eso es muy frustrante como espectador. Indomables no tiene pinta de que vaya a aparecer en las listas de lo mejor del año, habiendo podido estar presente en ellas. Habrá que esperar al siguiente proyecto del reparto al completo para comprobar si en esa ocasión sí lo han logrado.
Silvia García Jerez