MONEY MONSTER: La crisis y la televisión
EL SHOW DE LEE GATES
En los años 90 El show de Truman, uno de los trabajos más famosos de Peter Weir, protagonizado por Jim Carrey, demostraba que los espectadores están siempre ávidos de nuevas historias con las que pasar el rato, independientemente del daño que puedan causar a los afectados de la ficción que toque.
Poco o nada ha cambiado en la actitud de la audiencia, a tenor de lo que Jodie Foster cuenta en Money monster, su cuarta película como directora. En ella se adentra en las consecuencias de la crisis económica a varios niveles, fundamentalmente en el de un joven que lo ha perdido todo en las acciones que el show, presentado por Lee Gates y titulado como el film, publicita como un chollo imposible de dejar escapar. Pero también en lo que respecta a la compañía dueña de esas acciones o al nivel internacional en el que repercuten.
Lee Gates está interpretado por George Clooney, actor al que Jodie Foster envió el guion nada más terminarse de escribir. La actriz, en su visita a Madrid, nos contó cómo llevó a cabo el reparto: «Cuando lo acabamos se lo dí a George Clooney y en cuanto él dijo que sí ya todo fue muy fácil para encontrar financiación. Es lo que ocurre cuando una gran estrella se involucra en un proyecto. Respecto a Julia Roberts, le pedí a George que le pasara el guion rápidamente para que tuviéramos su «no» lo antes posible de cara a buscar a la actriz que nos dijera que sí. Cosa rara, nos dijo que sí.»
DOS ESTRELLAS DE LA GRAN PANTALLA SE PASEAN POR LA PEQUEÑA
Que George Clooney y Julia Roberts son grandes amigos desde que rodaron Ocean´s Eleven no es un secreto para nadie, y tampoco lo es que verlos juntos en la pantalla grande, aunque sea recreando la pequeña, esa en la que Clooney adquirió fama mundial gracias a la serie Urgencias. Según Jodie, «Los dos tienen una magia especial cuando están juntos, y además suman mucha experiencia, así que casi no hay que intervenir para dirigirlos.»
El triángulo interpretativo fundamental lo completa Jack O´Connell, a quien vimos en la estupenda ´71 y en la menos redonda Invencible, dirigida también por una mujer, Angelina Jolie. O´Connell presentó junto a Jodie la película en la capital española y habló acerca de lo que supone para él ser dirigido por ellas: «Para mí no hay una cuestión de género. Habiendo sido antes actor se puede conectar de una manera automática con los actores que dirige.»
Los tres han de moverse en unos espacios escasísimos. Un plató de televisión y el control de realización en el que el personaje de Julia Roberts es el que manda, son los escenarios en los que la película se desarrolla. Y no se detiene ni un minuto, vivimos la tensión en el tiempo real en que tiene lugar el secuestro de Gates ante las cámaras, algo que debió ser muy complicado de rodar en lo que al aspecto técnico se refiere y que Jodie corrobora: «Hubo muchos desafíos. Las cosas ocurren de manera muy rápida y simultánea en esos escenarios. En el control de televisión tampoco lo tuvimos fácil. Teníamos 40 pantallas y un mobiliario que no puedes cambiar, así que tienes que decidir dónde quieres estar a cada momento, por lo que todo estaba previsto antes de empezar a rodar.»
CINE ADULTO EN TIEMPOS DE EXCENTRICIDADES
El verano no es la estación más indicada para el estreno de películas con temas serios. A grandes calores el cuerpo parece demandar cine fresquito, comedias o argumentos lo menos complicados posible. Hablar de la crisis no es precisamente la gran idea para asaltar la taquilla habiendo cuarenta grados en el extrerior de la sala oscura, pero Jodie Foster logra con Money monster un entretenidísimo viaje a las entrañas de la mentira y de la corrupción.
A comienzos de año La gran apuesta conseguía cinco nominaciones al Oscar, para desconcierto de buena parte de sus espectadores, que la consideraron excesivamente técnica y no entraron en los apasionantes aspectos que la cinta exponía para hacernos ver cómo tuvo lugar el descalabro financiero que posteriormente se convirtió en global. Ahora nos llega otra que analiza el impacto de sus consecuencias desde un punto de vista más ligero, sin dejar de lado la crítica a la sociedad a la que el mundo ha dado lugar.
Money monster puede incluso recordar, por su aura de denuncia y el medio de comunicación en el que ésta se ubica, a Network, un mundo implacable. Jodie Foster no niega el hecho de que podamos tener presente aquella cinta cuando veamos la suya: «Sidney Lumet ha sido una gran influencia a la hora de construir esta película. Network, un mundo implacable o Tarde de perros son algunas de mis películas favoritas. Pero es interesante apuntar que esas películas eran satíricas cuando se estrenaron, hace más de treinta años. Creo que a Sidney Lumet le hubiera resultado muy difícil entonces asumir que esas situaciones hubieran podido ser reales, pero ahora sí pueden ser verdad. De hecho, Money monster no necesita ser satírica.»
Foster realiza, con este cuarto trabajo, el mejor de su carrera tras las cámaras. Ni El pequeño Tate ni A casa por vacaciones ni El castor lograban ese nivel. Como actriz hace tiempo que no se prodiga por pantalla alguna, la última vez que lo hizo fue en 2013, con Elysium, y su propósito es continuar por esa senda: «Yo siempre he querido dirigir, desde que tenía seis años. Era lo que quería hacer pero nunca pensé que pudiera ser posible. Me consideré una persona con suerte cuando a los 27 años me dieron la oportunidad de hacerlo. Hasta ahora solo he dirigido cuatro películas pero me gustaría poder centrarme en la dirección por completo. No dejaría de actuar, pero creo que ha llegado el momento de dedicarme a dirigir, que es algo que me da muchas alegrías, no solo emocionales o físicas, también intelectuales, y eso es muy importante para mí.»
Silvia García Jerez