REINA ROJA: La serie más esperada de la saga más leída
La llegada, el 29 de febrero, de Reina Roja en formato serie de televisión a Prime Vídeo es un acontecimiento, tanto para los millones de lectores de los libros de Juan Gómez-Jurado, que la están esperando con ansia, como para quienes no la han leído pero ahora tienen la oportunidad de conocer la historia que se esconde dentro de sus páginas y a los personajes que han atrapado a sus seguidores a través de su adaptación a la pequeña pantalla. Ahora todos vamos a saber qué se esconde tras el fenómeno literario de los últimos años. Es un poco como nuestro Harry Potter, salvando las distancias en historia y en personajes pero no en fenómeno social.
Nuestro Harry Potter se llama Antonia Scott (Vicky Luengo) y es la mujer más inteligente del planeta. Debido a ello se convierte en la Reina Roja de un proyecto secreto y experimental que tendrá daños colaterales psicológicos para ella. Pero Antonia puede con todo, incluso con la investigación del asesino en serie que tiene que localizar junto a Jon Gutiérrez (Hovik Keuchkerian), el policía vasco que le asignan como compañero y guardaespaldas.
En realidad, el caso es rutinario, nada distinto a lo que hemos visto ya en cientos de películas de asesinos en serie en las que la próxima víctima pasa las horas secuestrada a la espera de que el villano la mate o los investigadores la rescaten. Horas de angustia en las que es torturada psicológicamente. Es pura fórmula dentro del género, pero lo que hace fascinante a nivel general a Reina Roja es el retrato de la pareja protagonista. Es pretendidamente atípica -que sean tan distintos, su tira y afloja en lo personal, el tiempo que tardan en asumir que tienen que llevarse bien, también esos aspectos son un poco lo de siempre- pero por separado suponen personajes muy carismáticos a tener en cuenta.
Ella, Antonia Scott, una chica traumatizada, con razón, con una mente tan rápida que es capaz de analizarlo todo a una velocidad de vértigo. Y todo es todo: situación del momento en que ocurrió lo que analiza, datos concretos de medidas necesarias para llevar a cabo el análisis… nada escapa a sus cálculos. Él, Jon Gutiérrez, un policía al que se le da una segunda oportunidad, es un tipo que pretende ser ocurrente y gracioso -Antonia suele echarle en cara que no lo es-, para rebajar la tensión del momento, con una forma muy peculiar de hablar. Es reflexivo, tranquilo y, aunque no lo parezca por los problemas en los que se ha visto envuelto últimamente, un buen profesional.
Y lo especial de Reina Roja es verlos trabajar juntos. Su química es innegable, son dos personajes muy distintos que se complementan muy bien para tratar de resolver el caso. Jon, a pesar de las reticencias que tiene con Antonia, muestra su fascinación cada vez que la mente de la chica entra en acción. No es para menos. Lo que es capaz de hacer, de deducir, la precisión con la que lo hace, es para dejar a cualquiera impresionado. La puedes creer o no, sólo ella sabe lo que está viendo, aunque luego lo cuente, pero el espectador puede ver su proceso mental y esa será buena parte del éxito que, suponemos, tendrá la serie.
Desde luego, no por los diálogos. No son lo más brillante de estos 7 episodios. Viendo Reina Roja, escuchando las frases que dicen los personajes, picadas en muchos momentos para que resulten más brillantes, no son lo ingeniosas que los guionistas creen que resultan. Suenan incluso pueriles. Y llaman la atención la cantidad, enorme, de referencias al cine y a las series norteamericanas que tenemos asimiladas de la cultura popular, pero en lugar de resultar admirables dan la sensación de sometimiento total a lo que se ha hecho fuera de nuestras fronteras. Ni una sola referencia a nada realizado en España, es una pena. Es de imaginar que vienen directamente de la novela, que en ella funcionan, pero rechinan cuando vuelan más allá de las páginas en las que están escritas. Y también al ser dichas de esa manera: suenan impostadas, forzadas. Tal vez las características ya señaladas de los personajes, peculiares en sí mismos, justifiquen sus formas de hablar, pero no proyectan la naturalidad con la que esperamos escucharlos. Acabamos acostumbrándonos, eso es cierto, pero cuesta. Unos cuantos capítulos.
Reina Roja tiene mucho potencial. Su director, Koldo Serra, es un verdadero especialista en crear suspense. Ya lo hizo antes, en series como Caminantes, que llegó en plena pandemia a Orange y ni se vio demasiado ni tuvo la repercusión que merecía. Pero ya ahí demostró que lo suyo son los giros finales en cada capítulo -lo que se conoce con el anglicismo Cliffhanger– y la evidente garra a la hora de mantener la atención del espectador en cada situación, en el avance de las tramas, de lo que ocurre con cada personaje. Esos elementos van a hacer que el conjunto de episodios tengan una aceptación similar a la que tuvieron los libros.
Pero no son los únicos. Si hay algo que en Reina Roja resulta especialmente fascinante es lo que pide el asesino como rescate para soltar a quienes ha secuestrado. Es una genialidad. Algo inédito en el panorama de los criminales en serie que hay que alabar.
Y los monos. La iconografía de lo que sucede alrededor de los monos rabiosos es otro de los elementos que hacen de Reina Roja algo único. Eso sí que no lo hemos visto antes y son una chulada. Le otorgan al universo protagonizado por Antonia Scott una dimensión legendaria, especial. Tanto que gracias a ellos, al citarlos, podríamos orientar a una persona que no terminara de ubicar la serie de la que hablamos. Que ya será difícil tratándose de ésta.
Y un dato más que puede llegar a pasar desapercibido y está bien destacar: una de las localizaciones de la serie, que ya está presente en la novela, está situada en la estación fantasma de Chamberí. Una estación que puede visitarse, y recomendamos hacerlo, entre Iglesia y Bilbao. Es la línea 1 y si estáis viajando por ella en el metro, tanto a la ida como a la vuelta, en ambas direcciones, puede verse porque los trenes van más despacio en esa curva por razones que en la visita te explican con detalle. Localizaciones así son una pasada en las series y en las películas y no es habitual verlas, por eso se agradece tanto detectarlas.
Pros y contras para una serie muy esperada que llega a Prime tras el éxito de la edición de Operación Triunfo que acaba de arrasar en la plataforma, en la que esperan que con Reina Roja la audiencia se siga manteniendo. Entre los seguidores de las novelas y quienes quieren descubrirla ahora, con la llegada de ésta transformada en imágenes, ese es un reto muy factible.
Silvia García Jerez