CON QUIÉN VIAJAS: BlaBlaCar inquietante
Con quién viajas es la original propuesta de Hugo Martín Cuervo para estrenarse en la dirección de largometrajes tras su incursión en el mundo de los cortos. Escribe y dirige esta comedia que es más un film de suspense que va devorando el trayecto a Cieza que emprenden los integrantes del viaje que una comedia tranquila en la que el chiste o el gag, dependiendo de lo visual que sea, prime por encima de la tensión que se va creando en el ambiente.
Cierto es que cuando la comedia funciona, y en Con quién viajas lo hace, eso hay que dejarlo claro, ésta suele estar supeditada a la presión que todo el lío que propone el guión queda patente en la película. Desde La fiera de mi niña a Un pez llamado Wanda, obras maestras de la carcajada, han tenido la tensión como base para provocarla. Pero Con quién viajas la lleva más allá y nos estresa hasta límites insospechados, como si de un film de suspense se tratara con pinceladas de comedia para distendir un poco la presión que sienten sus personajes.
Y todo en un mismo escenario: un coche. La acción comienza en Las Ventas, en Madrid, punto de quedada para comenzar el trayecto. Los cuatro personajes se dirigen a Cieza (Murcia), en el BlablaCar de Julián (Salva Reina), que queda con tres personas más, dos chicas y un chico, para llevar a cabo el itinerario que ha puesto en la App. Ha querido bloquear los asientos cuando ya tenía a Elisa (Andrea Duro), pero no ha sabido hacerlo y se le suman aquellos a los que interpretan Ana Polvorosa y Pol Monen.
A lo largo del viaje vamos a ir desentrañando quiénes son. a descubrir que Julián es un tipo muy raro, que dos de los chicos ya se conocían aunque no lo aparentaran inicialmente debido a su actitud, y gracias a la hostilidad que se demuestran iremos obteniendo pinceladas de sus vidas y de lo que les ha ido pasando. De todos ellos sabremos qué los ha traído hasta aquí, sus lados oscuros y la manera en la que tratan de ayudarse según la situación va cambiando hacia una atmósfera cada vez más irrespirable.
Dime con quién viajas y te diré quien eres, sentencia el personaje de Ana Polvorosa en un momento dado, hablando de que sin reseñas en la App, mejor no te subas al coche de quien no las tenga, y buenas, a ser posible, conversaciones que parecen relleno en las cuatro horas que dura el viaje pero que en este caso van a suponer algo más serio, comentarios con doble filo, de cara a terminarlo como estaba previsto.
La tensión va en aumento en ese coche. El suspense va creciendo a medida que la atmósfera se vaya complicando y confirmemos hasta qué punto Julián no es un tipo de fiar. Todas las señales van indicando que cuanto antes se acabe el viaje, mejor para todos, pero claro, hay que llegar y las situaciones que se van generando en medio de un lugar donde no hay escapatoria posible hacen de Con quién viajas la comedia que habría dirigido Alfred Hitckcock. Las conversaciones por WhatsApp en el grupo que crean ellos tres para comentarlo todo sin que lo lea Julián son pura comedia en medio del terror.
Cuanta más presión existe sobre lo que se vive, más divertida se vuelve la película. Es asombrosa la capacidad de Hugo Martín Cuervo para generar un ambiente tóxico mezclado con carcajadas. Paco Plaza es capaz de producir terror y risas en un mismo instante, en una misma secuencia, pero no es nada fácil emular el hito del director de Verónica, y en Con quién viajas, Martín Cuervo lo consigue.
Salva Reina está fantástico en un papel ciertamente irritante. Es muy difícil conseguir ese equilibrio entre un personaje desagradable y necesario para la trama, que produce un rechazo evidente, pero que no puedes dejar de mirar y que deseas que siga ahí porque es el centro de la acción y el contrapunto para los otros tres, aunque te gustaría que alguien desenmascarara todo lo que se genera para poder salir del embrollo creado.
La comedia de enredo llevada a la sala de los horrores. Cómo se pasa de mal mientras la vemos y cómo nos reímos a partes iguales. O tal vez no, puede que la comedia quede más en segundo plano, porque el estrés del conjunto es tan tremendo que a medida que avanza la película uno se pregunta si no ha ido, en realidad, a ver una de suspense. Y eso, admitámoslo, tiene un mérito impresionante.
Con quién viajas es una de las comedias del año. No cuenta nada nuevo (cuatro personajes hablando entre ellos en una atmósfera enrarecida, un esquema ya conocido), pero lo hace de una forma muy original: en un BlaBlaCar, que tal vez es la primera vez que vemos este moderno servicio de viaje reflejado en una película. A este distendido punto de partida le va añadiendo tensión según pasan los kilómetros en la pantalla verde. Recomendamos quedarse a las tomas falsas del rodaje incluidas en los créditos finales, donde vemos que la pantalla verde ha sustituido a la carretera. Todo ello con unos personajes a cual más pintoresco que hacen del trayecto a Cieza uno de los más peculiares vistos en una road movie. Si Con quién viajas no existiera, habría que rodarla.
Silvia García Jerez