JONAS JONASSON: Mis libros mezclan entretenimiento y preocupación por el mundo
El escritor sueco Jonas Jonasson revolucionó el panorama literario mundial cuando en el año 2009 publicó El abuelo que saltó por la ventana y se largó. Un título largo y peculiar que no solo sería un éxito de ventas sino el precursor de otros del mismo estilo que vinieron a continuación, como su segunda parte, El abuelo que volvió para salvar el mundo, La analfabeta que era un genio de los números o El matón que soñaba con un lugar en el paraíso.
En este 2021 publica su quinta novela, Una dulce venganza, un título impropio de quien ha lanzado novelas como las ya citadas, pero cuando viene firmado por él también está garantizado que la historia detrás de él estará a la altura de las obras que lo han hecho famoso.
Con Jonas Jonasson hablamos en una charla telemática, de esas que imponen los nuevos tiempos, y en ella el escritor nos desvela el secreto de sus títulos y lo complicado que puede llegar a ser traducirlos a otros idiomas, o la fórmula para componer sus fabulosos personajes, entre otros temas a los que se acerca con un enorme sentido del humor, el mismo que le imprime a sus novelas.
La Cronosfera: Por lo general los títulos de sus novelas son muy largos, muy llamativos, tienen muchísima ironía, y en este caso, Una dulce venganza, es más cortito, y aunque tiene la intriga de descubrir en qué consiste esa venganza, no es igual que los títulos anteriores. ¿Qué nace primero, el título o la historia? ¿Hasta qué punto le resulta complicado ponerle los títulos a sus novelas?
Jonas Jonasson: Muy buena pregunta. Hay diferencias. Recuerdo, en el pasado, que el título El abuelo que saltó por la ventana y se largó… en inglés dice ‘y desapareció’. Y también en inglés es ‘El hombre que vivió cien años’, no ‘El abuelo’… Aquel fue un título con el que yo había vivido ya durante años. En ese caso el título vino primero y si no hubiera podido escribir yo ese libro hubiera tenido que comprarlo, porque realmente tenía muchas ganas de saber qué pasó con ese hombre.
En otros libros ha sido al revés. En inglés ‘Una dulce venganza’ se titula ‘Sweet sweet Revenge LTD.’, o sea, ‘Dulce venganza S.A.’, que sería la traducción directa del título sueco.
Cuando estaba a punto de salir el libro en Alemania los alemanes dijeron que ese título era demasiado corto para Jonas Jonasson. No es típico de Jonasson. Así que sugirieron cambiar el título. Yo les pregunté qué título querían poner y me dijeron uno que no acababa nunca dicho en alemán. (Risas).
Este título era el que a mí me gustaba para este libro, pero creo que cada país debería tener derecho a hacer lo que considere. Siempre me preguntan y yo nunca digo que no.
Igual que en España. Aquí se decidió no usar ‘El hombre de cien años’, aquí se decidió usar ‘El abuelo’. ¿Yo qué derecho tengo a juzgar qué va mejor o peor? No lo sé.
Pero en pocas palabras: a veces el título aparece primero. Quizás en este caso también, porque en inglés, ‘Dulce venganza S.A.’ es un título bastante conocido en Suecia. Suena bien. Pero eso no significa que tenga que funcionar igual de bien en otros idiomas, así que estoy abierto a cambiarlo.
La Cronosfera: Al comienzo de la novela hay una cita de Oscar Wilde que dice ‘El patriotismo es la virtud de los depravados’. Menuda declaración de intenciones para arrancar.
Jonas Jonasson: Voy a buscarlo en el libro. (La busca y la lee) Después hay otra: ‘Dile a Oscar que no piense demasiado’ (Tía Clara). La tía Clara estaba muerta desde hacía ya muchos años, pero es tan típico de ella que no le impresionen cosas como esta que decía Oscar Wilde, o que hubiera dicho un Primer Ministro o un presidente… Y esas dos citas no podía ponerlas una sin la otra. Una tan pretenciosa y la otra que dice: ‘a ver, ¿de qué vas? No pienses tanto, hombre’.
Ponerlas juntas permiten recibir el mensaje de que puedes leerte los libros de Jonas Jonasson como puro entretenimiento o también como alguien que está preocupado por la situación del mundo. O que puedes escoger un poquito de cada. Mi ambición uniendo estas dos citas era reflejar precisamente esa idea.
La Cronosfera: ¿De dónde nacen los protagonistas de sus novelas? ¿El abuelo o los de esta misma? ¿Son gente que haya conocido, una mezcla de distintas personas que haya conocido, son imaginarios…?
Jonas Jonasson: Todos vienen de mí. Sí, es sorprendente, pero bueno, salen de mí. Yo soy una persona que colecciona gente rara, gente que ha preferido tomar caminos que no son el camino ordinario. Nunca he sacado un personaje de la vida real para colocarlo en uno de mis libros, porque en general lo que hago es coleccionar todas estas personalidades y luego cojo un poco de ésta y otro poco de aquella. Y cuando uno se convierte en coleccionista de personas y lee mis libros uno se da cuenta de que no exagero. A veces, de hecho, tengo que rebajar un poco algunos de los personajes que conozco por el mundo para que sean más creíbles, porque realmente hay gente increíble.
Hace una hora me recordaba alguien a un señor. Cuando estuve viviendo en la isla de Gotland, en el Mar Báltico, uno de los vecinos, que también vivía en la isla, era un criador de gallinas. Se dedicaba a eso profesionalmente. Pero es que además tenía una empresa con un circuito de Karts. También tenía un doctorado en Economía Internacional y el mismo señor era profesor de Jiu Jitsu y compositor de música clásica profesional. Y algo más que ya se me ha olvidado, pero yo a aquel señor nunca lo hubiera puesto en un libro porque nadie se hubiera creído que la misma persona hiciera tantas cosas. Y, sin embargo, existe una persona así. Por eso yo todos estos me los quedo, los colecciono y luego acabo inventandómelos para que sean un poco más realistas que lo que son en la realidad.
La Cronosfera: ¿Hasta qué punto Jonas Jonasson está presionado por el éxito de Jonas Jonasson? Con el éxito que tiene, ¿hasta qué punto le da miedo él mismo a la hora ponerse a escribir la siguiente novela, pensando que tiene que funcionar como las otras?
Jonas Jonasson: No, no tengo miedo de mí mismo. (Risas) El primer libro, el del abuelo, lo escribí cuando nadie me conocía. Y se convirtió en un fenómeno. Quizás fue precisamente porque venía de un desconocido. Y también gracias a las redes sociales. A la gente le gustó, lo puso en las redes y se convirtió en un fenómeno viral. Y así acabó vendiendo 10 millones de ejemplares. Creo que casi puedo sentirme más orgulloso de haber vendido 4 millones de ejemplares de la segunda novela porque quizá la segunda la gente ya la compró por sus propias cualidades, más que por el fenómeno que supuso el primer libro. Y así sucesivamente. He llegado al quinto libro, y para ser sincero estoy trabajando en el sexto y ahora ya no estoy nada nervioso y simplemente intento ser yo mismo. Y estoy muy orgulloso de que vosotros queráis hablar conmigo porque significa que no estoy solo. Así que no tengo que ser el único lector de mi libro, hay otros que también están dispuestos a leérselo.
Silvia García Jerez