BIENVENIDA PIPPI

Después de un confinamiento cargado de multitareas y proyectos, hay más ganas que nunca de evadirse y vivir aventuras. Siendo la lectura tan buena manera como compañía, la reedición de Pippi Langstrump durante este desconcertante verano es una de las mejores opciones parapeques y grandes, olvidándose de la pandemia entre las gamberras y la generosidad de esa extraordinaria pecosa de trenzas pelirrojas y medias desparejadas. 

Mientras las novedades estivales comienzan a saltar del online a las librerías y la Feria del Libro queda en cuarentena hasta Octubre, tras haber pasado un pequeño San Jordi, más algún intento de caseta abierta por Galicia y la clásica cuesta de Moyano madrileña, Pippi reaparece igual de fuerte y feliz en una nueva edición, recuperando las ilustraciones originales y sin perder ese espíritu crítico, libre y rebelde que desde su publicación ha marcado los pasos de muchas niñas, con o sin calzaslargas

Conocerla de primeras o volver encontrarse con ella es una gozada, pura diversión y buena literatura, acercando además a distintas generaciones. 

De la mano de Kókinos, editorial referente en la literatura infantil y juvenil, PIPPI retorna en tres estupendos libros, permitiéndonos (re)descubrir a este personaje adelantado a su época e inspirador de Pippis hasta la actualidad. Celebrando además su 75 aniversario este mismo año, participando en la campaña Pippi Today junto a Save the Children, que ofrece oportunidades a niñas desfavorecidas por todo el mundo, como Las Pippi de hoy.

 Pippi Calzaslargas
Re-lanzamiento de Pippi Calzaslargas

Tiempo atrás LaCronosfera analizaba Conociendo a Astridun biopic basado en la autora de Pippi Calzaslargas, que nos descubre a Astrid Lindgren siendo madre soltera con un primer hijo dado en adopción y no tanto la creación de su personaje más famoso, escrito para entretener a su hija convaleciente del pulmón. Fue ella quien pidió el cuento de una niña, a la que bautizó como Pippi, sin saber que décadas después la pequeña Långstrump sería un gran icono cultural y modelo feminista, permitiendo a su madre recuperar a su hermano y convertirse en una escritora de obra universal.

En este loco 2020 se cumplen 75 años de la aparición de esa pizpireta y tierna pelirroja que llegó a tener sus propios dibujos, varias películas y una inolvidable serie -emitida por TVE en 1974, con reposiciones en los años ’80 y ’90-, que fascinó la niñez de entonces, mientras algunos preocupados progenitores rezaban porque se estropeara el televisorPues Pippi era igual de traviesa que madura, y rompía como nunca los esquemas establecidos entre peques y grandes

Muchos de aquellos niños y sobre todo, muchas de las niñas que veían la serie querían ser como La Calzaslargas. Y con el paso del tiempo, algunas agradecemos infinitamente su influencia. 

Pippi fue, es y será un referente extraordinario, que lo mismo se comparte con una madre, con una amiga del cole, que cuando ya mayocita aparece en una entrevista a Nathalie Poza cual guiño y mote hacia una hija de ficción -con tantas pecas, el cabello anaranjado y peinado en dos coletas-, que termina remitiéndonos a la estupenda Elvira Lindo, fascinada también por el personaje de Lindgren, a quien homenajea en Treinta maneras de quitarse el sombrero, rememorando la deliciosa descripción que Pippi hace de sÍ misma, confesando con el mismo desparpajo los detalles de su aspecto, como sus pensamientos de nueve años.

“Tengo dos trenzas el color de la zanahoria que apuntan hacia los lados, tan tiesas que parecendos brochas de afeitar. Soy de sonrisa fácil. Y me río a diario. Pero el día en que no me río, la gente a mi alrededor se alarma. Y hacen bien, porque igual tengo fiebre… A veces no distingo entre lo que se puede contar y lo que no. Y cuento mentiras para divertir a los demás, o para llamar la atención… No sé ahorrar. Y dejo para mañana lo que puedo hacer hoy… De natural, confiada, abro las puertas de mi corazón a casi todo el mundo, hasta que me veo obligada a cerrarlas de un portazo”. 

Así es Pippi. Y así sigue siendo.  

Originaria de Suecia, con esa inmensa sonrisa entre sus dientes separados, vistiendo los retazos cosidos por ella misma, y calzando unas medias de distinto color para unos zapatos el doble de grandes que sus pies. 

Resultando peculiar en su momento y hoy por hoy, visionaria hasta en esa apariencia algo pre-punk, adelantándose al patchwork y las prendas de segunda mano. 

Y presentándose tal cual, Pippi aparecía en su versión de carne y hueso para la televisión, a lomos de un caballo a lunares y con un tití, con chaqueta y sombrero, apoyado en su hombro, mientras tan despreocupada y segura de sí misma, cabalga silbando y proclamando “Pippilota para los niños soy. Soy Pipi Lanstrum. Esa soy yo”.

Una canción que lejos de ser una chiquillada o mera sintonía, aún hoy representa la esencia misma del personaje; una niña que se toma muy en serio su propia infancia, consciente de lo difícil y maravillosa que es, anticipándose no sólo a la evolución de las costumbres y al signo de los tiempos, también a un nuevo modelo infantil que aunque entonces no conocíamos, entendimos perfectamente. 

Nunca antes una historia había hablado tan de tú a tú a la infancia, con una psicología desde la voz de los peques y no a través de la mirada de los mayores. Transmitiendo el espíritu infantil sin menospreciarlo Es más, otorgándole el valor que de adultos perdemos. Un espíritu que es el mejor legado de la propia autora, quien con toda la intención, nunca olvidó su niña interior. 

Ni mis hijos, ni los nietos. Sólo puedo responder que ningún niño me inspira tanto, excepto la niña que fui una vez”. 

La autora sueca de Pippi calzaslargas, Astrid Lindgren
La autora sueca Astrid Lindgren

Desde siempre, una niña o un niño aún con seis u ocho años puede tener muy clara su vocación, e incluso comenzar a trabajar simulando que es un juego, sea por determinación u obligación. Como también tener que emigrar, o vivir una guerra, pudiendo ocurrir en cualquier época, en la vida real y en los libros de ficción. 

Sin embargo, la infancia sigue siendo el territorio más feliz. Lo que no significa que esos tiernos tiempos estén carentes de dudas, sueños, decepciones, preocupaciones y hasta sufrimiento. Pues al igual que Lindgren, hay quienes recuerdan qué sentía o cómo pensaba cuando fueron niños y niñas. 

Asimismo hay quien se acuerda de su niñez y tiempo después, convertida ya en escritora, la relata autobiográficamente y con la realidad de aquellos años, como Amelie Nothomb en la extraordinaria Metafísica de los tubos. Y quien a diario lucha por mantener ese espíritu, ya sean anónimos y anónimas, o el famoso Picasso declarando llevar toda la vida intentando pintar como un niño para recuperar esa ilusión y sencillez. 

Pippi, por ende, es más que un simple ejemplo infantil y personaje literario transmutando en referente socio-cultural. Pippi ya es atemporal, eterna e infinita. 

No obstante, cuando su libro fue publicado no todo fueron halagos ni fue de fácil aceptación. 

Entonces, la vida giraba en torno a la familia con una madre entregada y unos peques que debía obedecer a unos mayores, para llegar a repetir el rol de los hombres de la casa, o de las amas de sus labores destinadas a vestir muñecas, cuidar maridos y de nuevo, la propia descendencia.

Ilustraciones originales en la nueva reedición de Pippi calzaslargas
Ilustraciones originales en la nueva reedición.

Sin embargo Calzaslargas vive sola, acompañada de un caballo (que en la serie es llamado Pequeño Tío) y mono apodado Señor Nilsson. Un par de mascotas por familia, una casa como un castillo y un hogar sin adultos diciéndole cuándo ir dormir, o mandándola para el colegio, pues Pippi tiene un padre marino perdido entre los océanos, que ella ha convertido en Rey de los Mares del Sur, y además es huérfana de madre (un ángel a la que imagina mirándola desde el más allá, mientras le dice: No te preocupes por mí, que sé cuidarme solita), sin que tal desgracia le impida planear aventuras y afrontar las desventuras con la misma inmensa sonrisa. 

Y casi como cualquier enano, Pippi se agarra a la fantasía entre sus travesuras cotidianas, para atravesar sus dudas y miedos. Con una fantasía más veraz que la de Alicia en su país de las maravillas -otra heroína en pleno proceso de niña a mujer-, pero no menos fabulosa, porque si bien sus animales no hablan cual humanos, Pippi es la niña mas fuerte del mundo que igual puede levantar a su propio caballo con una mano, que salvarlo de ahogarse, saltando al río como una autentica rana y sin ayuda de ningún príncipe de cuento. 

¡Puede hasta caminar hacia atrás como hacen los egipcios!, según cuenta. Y lo cuenta tan bien. Narrando esos relatos reales o inventados que inmersos en su propia historia, no sólo alegran, además inspiran, despertando la curiosidad y creatividad de quienes la escuchan -y por supuesto, los leen-, consiguiendo esa intimidad necesaria para llegar a pensar por un@mismo. Y entretanto, jugando sin parar, que sin duda es la mejor escuela. 

Pues Pippi no es que sea muy fan del colegio. De hecho cuando decide ir, lo hace para tener luego unas merecidas vacaciones. Sin embargo, con ella aprendes en cualquier lugar y sobre cualquier cosa, aportando siempre curiosidades de allí y allá, como buena hija de navegante que es y gran aventurera. 

Sin un minuto libre, Pippi enlaza descripciones de culturas lejanas y excursiones para explorar el jardín de su casa, mientras le da por trepar árboles, repartir caramelos y monedas cual tesoros, o ensayar otras formas de dormir con la almohada en los pies… Además se enfrenta al abuso de poder, siempre que puedepero sin provocar, que lo de Pippi es más correr al pilla-pilla con los policías e invitar a comer a un par de ladrones… Sin darse cuenta, Pippilotta muestra y demuestra lo independiente, leal, justa, generosa, valiente y responsable que cualquier peque puede ser. Sin importarle lo mas mínimo ser una niña. siendo precursora en mentalidad feminista, consciente de ser capaz e igual. Sorprendiéndonos en cada párrafo y en cada momento, tanto como a esos niños y niñas que apenas habían pensando todo lo que se puede lograr. Alucinando al igual que Tommy y Annika, la pareja de hermanos y vecinos de Pippi, con quienes forma el trío de los encuentracosas en Villa Villekulla, donde vivían tranquilamente hasta que Calzaslargas llegó y todo parecía que era igual a estar en el cine. 

Cierto es que antes que Pippi, algunas pequeñas rebeldes ya cuestionaron la autoridad y su destino previsto como mujer. Como que a partir de Pippi, vinieron otras que no existirían sin ella. 

Entre ese entonces y esta ahora, encontramos a Celia de Elena Fortún, escapada de nuestras literatura española y de entre guerras, como una niña que soñaba con ser novelista y termina siendo una mujer adaptándose a su época. 

Algo más tarde y al otro lado del charco, Mafalda -y desde la viñeta- comenzaba a criticar también las normas establecidas y a dudar de sus mandatos, preocupándose además por la paz mundial. Pero realmente no ha habido tantos referentes, ni parecidos a Pippi. 

Pues pícaros y Danieles, traviesos de siempre han existido, pero Pippi es más ingeniosa que gamberra y más eficaz que temeraria; como cuando cocina crepes en un suelo que ha fregado antes, con un par de cepillos atados cual patines -y eso sí que es actitud-. 

Pippi Calzaslargas y la repostería
Pippi y la repostería

Intercalando los intereses pueriles con las formalidades derivadas de su emancipación, siempre con sus horarios y sin mandatos, Pippi se manifiesta sensible y emana idealismo en la gestación de madurez. Además ¡es tan graciosa y divertida! 

Aunque contextualizándola, apenas sorprende que la tacharan de revolucionaria  e incluso, antipedagógica, poniendo de los nervios a progenitores y educadores del momento. Claro que este personajillo representaba demasiada osadía,, alboroto y extravagancia. 

Si hasta fumaba… ¡Lirios! ¡Y tenía autonomía económica! 

Claro que llegó a desconcertar, pero muchas apreciamos tanto sus locuras como sus enseñanzasque, paradójicamente, son valores de hoy en día, como el reciclaje y la ecología -con ese amor por la Naturaleza que ha sido asimismo heredado de su autora-. 

Claro, que en la actualidad, se apuesta por una niña o niño de nueve años ganando un concurso televisivo de madrugada, se  abrazan árboles cual terapia, se elogian los beneficios al caminar de espaldas, y una joven activista -con la que Pippi comparte país de nacimiento, cultura y peinado- ha conseguido concienciar a medio mundo por el clima, con su propuesta para salvar al Planeta Tierra… 

Parece de ciencia ficción, pero es tan real como que Pippi marcó el camino y su literatura es de la buena. 

Campaña Pippi junto a Save the Children
Campaña Pippi junto a Save the Children

Recomendada su lectura a partir de los 9 años y hasta cuando se quiera volver a leer y releer, Pippi Calzaslargas fue publicada en 1945 por Rabén&Sjögren -principal editorial de libros infantiles en Suecia-, que al borde de la quiebra, asumió el riesgo de sacarla a la venta en pleno escándalo. Pero Pippi recibió buenas criticas profesionales, salvó la bancarrota y dio un giro a la literatura infantil. Su autora recibió además el Premio Hans Christian Andersen en 1958, considerado como el Nobel de la literatura infantil y juvenil. 

Astrid Lindgren escribió más de 100 obras que se han traducido a más de 75 idiomas, aunque, sin duda, el personaje que le dio la fama fue Pippi Calzaslargas

Lindgren continuó su vida escribiendo y apoyando a jóvenes escritores, llegando a tener anualmente un par de premios literarios en su honor. 

Pippi con su orgulloso espíritu infantil se anticipó a peques de ahora, que hacen cosas de adultos mejor que muchos grandes. 

Carentes de patología y rabieta alguna, y sin confundirlo con aquello de negarse a crecer cual Peter Pan, que corresponde más a quienes ya no recuerdan cómo eran de niños, cómo eran de niñas. Quizás por la soberbia de esa supuesta madurez, que se alcanza según vamos creciendo. ¡Pero hay tanto que aprender de esos locos bajitos! 

Cuando les dejamos solos se comportan casi como adultos en miniatura, imitándonos, claro, para bien o para mal, porque así se lo vamos contando. Quizás, entonces, deberíamos copiarles de vez en cuando, para comprobar y confirmar esas lecciones de vida que les damos.  

Pippi revolucionó el cuarto y la mente de niños y niñas cuando se dio a conocer. 

Quienes la lean de nuevas, desconociendo tal vez que ciertos ideales pippilástricos son ya sus maneras de vivir, la disfrutarán por igual y por su igual. Aunque Calzaslargas es única. Aún siendo ahora serigrafiable en bolsos y camisetas -que es lo que tiene convertirse en icono-. 

Quienes la relean, sencillamente van a flipar. Es un gusto de lectura. Y se acordarán de cosas…  

Fuera de Suecia Pippi es sobre todo conocida por la serie, ya que sus libros estuvieron censurados durante años, también en España, donde era casi imposible conseguirlos.

Pippi Calzaslargas de Kókinos
Pippi de Kókinos

La nueva re-edición de Pippi Langstrump viene a través de Kókinos, que manteniendo los dibujos originales, esas maravillosas ilustraciones de Ingrid Vang Nyman, arriesga por una mezcla de actualidad y clasicismo, propio de este libro y del espíritu general de esta editorial, con una literatura infantil-juvenil fuera de normas y normalizaciones, aunando además otras formas de encuadernación y presentación de los libros.

Unos libros que profundizando en los relatos según una temática concreta, más allá de la edad y género, evitando la moralina y con la opción de moraleja personal, acompañan a los pequeños y pequeñas lectoras en cuestiones relativas a la adopción, lo transgénero, el miedo, el duelo, la timidez… en ese proceso hacia el mundo adulto. 

Los recién llegados son tres libros: Pippi Calzaslargas, el primero de la colección que termina con el sueño de la extraordinaria pelirroja por ser pirata, un segundo titulado Se embarca y para cerrar, Los mares del Sur. Una triada con esa Pippilotta cantando y saliendo a caminar, haciendo ¡chif, chaf, chof! por aquí y por allá, que se suma al extraordinario catálogo de Kókinos donde encontramos clásicos-modernos como La oruga glotona, exquisiteces como Sirenas, y el apasionante Un Libro de Tullet, entre otros -visiten su web para descubrirlos, lo merecen-.

Probablemente no hay mejor editorial para la vuelta de Pippi. 

Así que no queda más que darle la bienvenida. 

Y recordar, como bien dice la querida Calzaslargas, “que el mundo entero está lleno de cosas y hace falta alguien que las encuentre

En PIPPI hay mucho por hallar. Así que empiecen… en 3, 2, 1 ¡YA!  

Mariló C. Calvo

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