Adiós: Quinqui Random con fin
Adiós, a pesar de un amplísimo random aciertos/errores, tiene aceptable hueco en el desconchado mosaico del conocido como cine quinqui, que en la ocasión que nos ocupa peca de mezcolanza inacabada, al no quedar bien compactados ingredientes tan dispares, y a la par combinables, tales como perfiles lorquianos, belicismos shakesperianos o de tragedia griega y planos del noir americano de finales del siglo XX, todo ello envuelto en acentuado arrabalero asfalto sevillano bañado, entre otros clásicos, por una nueva versión del tema que paralizó los últimos premios Goya en manos de la multipremiada Rosalía. ¿Se van haciendo una idea? A veces toca elegirlo todo.
El director de Tokarev o Carne De Neón, Paco Cabezas, ha querido rizar el rizo y dar personalidad singular a una historia de venganza y dolor, enraizada en el subgénero padre vengador para nada miembro de ningún cuerpo de seguridad nacional, que sobre papel tenía seguro una muy buena pinta, pero que una vez hecha imágenes da la sensación de sueño no del todo cumplido. Aunque tampoco estamos hablando de imbebible cóctel de pesadilla, ni mucho menos, ya que en su conjunto funciona, sin dejar resaca de esa que ni la B12 consigue mitigar. La carretera está agrietada, sí, pero se puede circular por ella.
Pasando por alto la relativa impostura emocional del reparto, con las honrosísimas excepciones de Vicente Romero Sánchez y Mora Martínez, que mezclan con soltura el humor sarcástico y la maldad contenida, Adiós nos lleva a un mundo donde la suerte no existe, donde las rencillas y las malas artes, de los unos y los otros, sustentan una tela de araña que los atrapa a todos haciendo correr ríos de lágrimas, sangre y mentiras a bocajarro donde, como siempre, habrá que acabar diciendo Adiós a los justos, ante que a los pecadores. Todo ello, bajo un destacado trabajo de iluminación pretendidamente artificial, ya que pisamos un mundo que difícilmente vivirá a plena luz del día.
En la sombra, al igual que las series Gigantes y Malaka o las películas 7 Vírgenes, Quinqui Stars, Grupo 7 y Quién A Hierro Mata, Adiós camina bajo el cielo de nubarrones que encapsula la vida en el extrarradio de las ciudades, totalmente macerada en peligrosa periferia donde, tiempo atrás, y rodeado de sus míticos ídolos caídos, reinó el director Eloy De La Iglesia. Y con la iglesia hemos topado querido Sancho.
Adiós aprueba con cinco raspado, cierto, pero sabe a más, puesto que apuesta por historias que quieren ser contadas, con mil referencias, claro que sí, pero con prisma propio, y no por esas otras peripecias mainstreaming, que simplemente se presentan entre la sarta de trailers, y nos hacen pensar que en breve aparecerá esa sección de cualquier plataforma, incitando a la adicción: Si te gustó… Nunca digamos adiós a las referencias, a lo revisado, a lo que busca ser único y acaba siendo parte de un género ya consolidado. Ese sería el más peligroso de los adioses.
Luis Cruz