DUMBO: la industria del cine o Dreamland
Este fin de semana llega a las salas Dumbo, otra película que sigue la moda de acción real a cargo de la factoría Disney. Pero a diferencia de la adaptación de El Libro de la Selva, película notable, Dumbo no consigue capturar la magia y frescura del eterno clásico animado de 1941.
Tim Burton sigue sin levantar cabeza y tras sus fallidos dos últimos proyectos ,se esperaba que su nueva película, más bien encargo, intentase ofrecer ese sello «Burton» cada vez más olvidado. Si con El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares criticamos su exceso desmedido y en Big eyes su convencionalismo, aquí en Dumbo, volvemos a encontrarnos con un film impersonal que poco nos recuerda al autor de Big fish.

Nunca he sido devoto ni mucho menos de Tim Burton, aún así, no le niego su condición de cineasta de autor gracias a un estilo reconocible y particular. Pero por desgracia para sus incondicionales, ese estilo se ve mermado por un armazón prefabricado y plano que únicamente busca llegar al mayor número de espectadores. Los momentos en los que Dumbo despega su vuelo son escasos pero potentes, lo que nos hace sentir que estamos ante otra filfa.
Es curioso que aún siendo el paquidermo lo mejor de la película, gracias a los portentosos efectos especiales, quede relegado a un segundo plano por culpa de unos personajes humanos más torpes y previsibles que el protagonista en sí. Sólo Danny DeVito consigue poner un punto de verosimilitud, el resto, no son más que puro cliché.

En conclusión, quizás lo que es más destacable y curioso sea su revisión respecto de la película original; tenemos una trama previsible pero con un tinte más crudo, ya que ha diferencia de la original, aquí Dumbo y su compañía son absorbidos por una gran empresa, que perfectamente podría haberse llamado Disney, que busca un rendimiento económico sin importar los medios. ¿Será Dumbo un alter ego de un Tim Buton cuya creatividad esta coartado por culpa de un gran estudio?
Guillermo Asenjo Lara