DENZEL WASHINGTON: Sin educación estamos perdidos
El mundo está basado en la violencia. No hay identidad nacional ni proceso de independencia sin una matanza de por medio. ¿A quién tienes que matar? ¿De quién tienes que huir? ¿O quién tiene que matarte a ti para que México se constituya en nación? Vivimos en esa clase de mundo, es la respuesta que Denzel Washington da a la pregunta de si considera que, al ser su personaje en The Equalizer 2 un hombre que utiliza la violencia para lograr cierta paz en el mundo, si, bajo el punto de vista de Denzel Washington, dicha violencia es el sistema para conseguirla.
Es una película, no hay que ponerse tan profundos porque la película no lo es. Nadie mata gente con la banda sonora. Cuando la gente muere en la vida real no suena ninguna música y nadie está comiendo palomitas. Las películas son una forma de escapar del mundo, añade el intérprete, un tanto sorprendido por la pregunta que acaban de hacerle.
En el caso del director, Antoine Fuqua, cuando se le pregunta lo mismo, la respuesta es bastante más concisa: No, por supuesto que la violencia no es la respuesta a nada. A veces las injusticias se pueden solucionar orientando al chico, como ocurre con Miles en la película, o hablando con una persona mayor que le ayude a encontrar su propósito en la vida. Ahora en Estados Unidos no se está impartiendo justicia con la gente que no tiene a sus hijos. La violencia puede resultar divertida en una película, es divertida de ver y a veces es verdad que el ejército tiene que implementar la violencia, sobre todo en dictaduras etc., pero creo que en realidad la violencia es lo que se tiene que evitar a toda costa.
En su visita a Madrid para promocionar The Equalizer 2, ambos han hablado de la importancia de la literatura en la película, uno de los temas sobre los que gravitan las dos partes. McCall es un hombre entregado a la lectura tanto en la primera entrega como en la secuela, y por eso aparecen varios títulos específicamente enfocados que apuntar por si aún no los hemos leído.
Al respecto de las novelas que la segunda nos muestra, Antoine Fuqua explica que Entre el mundo y yo (de Ta-Nehishi Coates) es un libro del que Denzel y yo hablamos mucho porque trata sobre temas raciales en Estados Unidos pero también creemos que es una buena recomendación para que lean los jóvenes, chicos como Miles en la película, para que comprendan mejor su situación en nuestro país. En busca del tiempo perdido (de Marcel Proust) lo elegimos porque tiene tiene que ver con el pasado del escritor, y en relación con el pasado de McCall era pertinente. Si me preguntan por un libro que a mí particularmente me guste, el que respondo es El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, sobre las víctimas del Holocausto.
Por su parte, Denzel dice que espero que la gente lea más tras ver la película, sobre todo los jóvenes y cuando se le pregunta por la importancia de la educación, asegura que la educación lo es todo. McCall es un adulto y lo primero que hace cuando ve a este chico joven es no reaccionar ante él, como si éste fuera un niño, pero luego se interesa por él. Porque sin educación estamos perdidos. Como les digo a mis hijos, una cosa es ganar dinero y otra cosa es aprender a contarlo. Sin educación puedes ganar dinero pero necesitas aprender a contar la cantidad que has ganado. Y también tienes que aprender a gestionarlo.
The Equalizer 2 es manifiestamente mejor que la primera. Cuenta con un guión más redondo y con escenas más brillantes. El propio Fuqua asegura que la segunda fue más difícil de planificar por la secuencia de la tormenta, o la del coche. Son divertidas de ver pero muy difíciles de hacer, sobre todo la de la tormenta.
En efecto, ambas son escenas con las que uno como espectador se queda embobado. Incluso la de la tormenta podría llegar a la pasar a la Historia del cine por su tensión, su planificación y su concepción. Parece casi una película aparte: Enfoqué la secuencia del tornado como una película de guerra. También como un western, porque el viaje más duro es el viaje de vuelta a casa y a veces tienes que atravesar una tormenta para encontrar la paz. Así que la enfoqué como una metáfora de lo que le ocurre a McCall por dentro, su batalla interna y su lucha con sus propios demonios.
Y sí, él está contento con ella, pero no más que con la primera. Lo que es curioso es su forma de ver el proceso de cómo le ha quedado de verdad: Al terminar la segunda parte me sentí igual de satisfecho que cuando acabé la primera, pero en realidad nunca estás satisfecho hasta que haces esto que estamos haciendo, hablar con la prensa. Porque las películas se hacen varias veces. Yo ruedo la película. Entonces la pongo delante de mi montador y se vuelve a componer. Luego se presenta a un público y se hacen cambios dependiendo de su reacción. Y después se estrena, hay una premiere y si gusta sabes que puedes conseguir acumular dinero, y luego la traemos aquí, a Europa, y vemos cómo funciona la película con una audiencia distinta que la ve con subtítulos, que eso significa que es un público distinto. Y me gusta quedarme a toda la proyección para ver si un público no norteamericano la recibe igual.
Fuqua también habló sobre Denzel Washington, su ya actor fetiche. Por cómo habla de él da la impresión de que harán muchas más películas juntos si el proyecto lo permite, puesto que Antoine afirma que siempre me sorprende su compromiso en trabajar más duro que en la película anterior. No interpreta como si fuera Denzel Washington, sino que intenta siempre convertirse en el personaje que le toca en cada ocasión. Nuestra relación está basada en la confianza, y ha sido así desde que hicimos Día de entrenamiento. Somos amigos, pero lo que más me gusta de él es que es una gran persona. Nos llevamos muy bien y es una gozada trabajar con alguien que además es tu amigo.
Silvia García Jerez