65: El día en que se extinguieron los dinosaurios
Si alguna vez te preguntaste qué pasó el día que se extinguieron los dinosaurios, cómo fue, en 65 te lo cuentan. Si te lo quieres creer. Porque con eso es con lo que nos vamos a encontrar en el último trabajo de Adam Driver, uno de los actores más potentes del panorama contemporáneo internacional.
En 65, Adam Driver interpreta a un astronauta que viaja en una nave en modo crionización junto a sus compañeros de tripulación, rumbo a una misión que desconocemos, pero que hace 65 millones de años se encuentra en medio de una lluvia de asteroides que, tras despertarlo y hacerle forzar el aterrizaje que la inteligencia de la nave demanda, ésta se irá partiendo en su brusco descenso, y al llegar a la Tierra casi todos sus ocupantes fallecen. Solo sobreviven él mismo y una niña de 9 años que habla un idioma incomprensible y que intenta, por todos los medios, como es lógico, encontrar a sus padres.
Mills, el personaje de Driver, descubre que la nave de rescate está en la cima de la montaña a cuya falda han caído, y tienen que llegar allí arriba para poder marcharse, pero no lo van a tener fácil porque los dinosaurios pueblan la naturaleza de esa Tierra aún sin humanidad, y será muy complicado huir de ellos cada vez que los tienen cerca…
Lo cierto es que el tema de los dinosaurios, por muy manido que esté ya, siempre es taquillero. Este subgénero de la ciencia ficción llama mucho a los aficionados, y si además completas el proyecto con un actor tan solvente como Adam Driver, tienes una apuesta casi segura. Casi. Nada hay seguro, y cuando ves 65 te das cuenta de que en este caso no lo era.
De hecho, todo falla en 65. Que tenga un metraje de hora y media no es garantía de entretenimiento. De hecho, aburre. Aburre porque nada es creíble y todo está muy mal contado. No sabemos nada de los personajes, más allá de un par de datos que los dibujan por encima, sin una definición clara. Tampoco sabemos cuál es la misión de la nave. La misión de ellos en la película será sobrevivir, pero dónde iban y para qué. En el fondo da igual, pero aportar esos datos hace que el producto tenga una entidad más seria, no tanto de película que podríamos ver en casa un domingo después de comer.
Los efectos también dejan mucho que desear. Todos los dinosaurios parecen iguales, del mismo tamaño y misma envergadura. No hay variaciones. Y para redondear las situaciones con las que se encuentran los protagonistas, casi nada de lo que les sucede es creíble. Ni los entuertos en los que se meten ni algún que otro elemento para salir de ellos.
65 es una película que va a saberle a poco a los amantes del cine de ciencia ficción y a los del cine de acción y aventuras. Adam Driver cumple porque ni en los proyectos más ramplones sabe ser mal actor, pero a un titán capaz de hacer Annette o de ser nominado al Oscar por su sensacional trabajo en Historia de un matrimonio, quienes lo admiramos esperamos más de él y de las películas en las que interviene, por lo que en este caso no podemos aplaudir su decisión de haber participado en la presente.
Silvia García Jerez