Way Down: El robo al Banco de España que siempre quisimos
Dicen que las comparaciones son odiosas. Situar el estreno de una película sobre un atraco al banco de España tan solo un mes antes del desenlace de una de las series más populares del mundo es una apuesta arriesgada, aunque Way Down sorprende ya desde sus primeros minutos.
La película, dirigida por Jaume Balagueró y basada en Madrid, tiene unos aspectos internacionales que poco tienen que envidiar a cualquier título del género de atracos. Rostros patrios como Luis Tosar -mención honorífica a su interpretación bilingüe- o Emilio Gutiérrez Caba ponen el contexto perfecto al filme, así como todos sus escenarios: desde el metro a Cibeles, todos en tiempos -¡tan bien recordados!- como eran los mundiales invictos de la Roja.
Sin embargo, sus rostros nacionales de primera no son los que se llevan la palma. Su reparto europeo acaba convirtiendo a Way Down en un producto que se vende solo: tiene a uno de los actores de moda gracias a su papel en The Good Doctor, Freddie Highmore, que encabeza el filme; mientras que otros como Liam Cunningham (Juego de Tronos), Àstrid Bergès-Firsbey (Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas) o la fugaz Famke Janssen (trilogía de X-Men) se dejan caer en roles importantes con una indudable calidad actoral. Una mezcla arriesgada, pero que acaba empastando mejor que cualquier plan de atraco.
Sobre la trama, hay que decir no aporta nada novedoso en cuanto a su género, aunque viendo su argumento se agradece que abrace los tópicos de los ladrones para darles una vuelta de tuerca. La película gira en torno al archiconocido robo del Banco de España, cuyo sistema de seguridad forma parte de una de las leyendas madrileñas vox pópuli más desaprovechadas del mundo audiovisual. Afortunadamente, Balagueró y Way Down saben exprimirla a la perfección.
Con un ritmo acertado y una ambientación que conquistará a cualquier patriota futbolero, Way Down acaba por ser una película simple -tal y como diría su protagonista- pero que da en la diana precisamente por eso. Un robo que hará sufrir al espectador, pero que puede llevarle un buen rato sobre la butaca. Eso sí, aunque lo mejor de la película puede ser perfectamente Freddie Highmore hablando como un macarra madrileño, el resto tiene la calidad suficiente como para convertirse en uno de los estrenos de la temporada.