SUSI SÁNCHEZ: Disfruto mucho haciendo de abuela aunque no lo sea en la vida real
Que Susi Sánchez estrene película es siempre una buena noticia. La ganadora de dos Goya, uno como mejor actriz por La enfermedad del domingo, y otro como mejor actriz secundaria por Cinco lobitos, llega ahora a los cines con Reinas, película coproducida por España, Suiza y Perú, país de origen, éste último, de su directora y guionista, Klaudia Reynicke. Con ambas estuvimos hablando en la presentación de la película a la prensa en Madrid.
La Cronosfera: ¿Cómo surge rodar esta película y que Susi Sánchez esté en ella?
Klaudia Reynicke: Esta película surge del simple facto de que yo quería contar la historia de una familia que ya no era una familia y que se volvió una familia de nuevo antes de separarse para siempre. Una historia muy simple. Y quería filmarla en mi país de origen, que es Perú. Yo me fui a los 10 años y quería reconectar. Y así ha comenzado todo. Respecto a Susi, yo me moría de ganas de trabajar con Susi, como creo que todo el mundo, y he tenido que esperarme unos añitos antes de tener un guión bastante bueno para que lo lea y tener la suerte y la posibilidad de poder trabajar con ella.
Susi Sánchez: Es que ahora me da apuro…
La Cronosfera: ¿Cómo recibes la propuesta, Susi?
Susi Sánchez: Maravillosamente bien. Me lo pasó Valérie Delpierre, que era compañera mía de la Junta Directiva de la Academia en ese momento, productora de la película, de la parte española, y me dijo que había una directora suizo peruana que había escrito un guión y que tenía mucho interés en que lo leyera. Me lo pasó, me lo leí, me fascinó, e inmediatamente tuvimos una conversación por zoom. Y así fue la cosa, fácil. Bueno, me quedé un poquito… porque yo decía: una película en Perú… Porque yo antes de leer el guión no sabía si era un personaje español que iba a Perú y cuando me entero de que es para hacer de peruana, de nuevo, porque yo ya lo había hecho en La teta asustada, hacía tiempo, me hizo muchísima ilusión. Y al mismo tiempo dije: qué valiente es esta mujer para pedirle a una actriz española que haga esto, porque te puede salir el tiro por la culata, como decimos aquí.
Klaudia Reynicke: Susi es extraordinaria con los acentos. La hemos visto en diferentes películas, también en La teta asustada que bueno, digamos que es un camaleón. En ese sentido nunca hubo ningún tipo de miedo de nada. Es más, la película, cuando la he visto en Lima, con público limeño, Susi se siente parte de esta familia. Es como peruana.
La Cronosfera: Susi, vuelves a hacer de abuela, ya lo fuiste en Cinco lobitos, ¿cómo te sientes en esos papeles?
Susi Sánchez: Ya entro en el casting de las abuelas. Hacer de jovencita ya no puedo. Y lo disfruto. Lo disfruto mucho. Viene con la edad, también. No solamente porque tenga la edad de hacer abuelas, sino porque la edad que tengo me ha hecho ya tener una serie de experiencias en mi vida gracias a las que puedo entender a las abuelas, aunque yo no sea abuela en la vida real. Igual me pasó con las madres, en la época de hacer las madres. Tuve tantos hijos en la ficción que casi aprendes a ser madre aunque no lo seas. Y aquí estoy, aprendiendo a ser abuela. Llevo ya una temporada.
La Cronosfera: ¿Cómo habéis trabajado con las niñas, las Reinas de la película?
Klaudia Reynicke: Yo creo que ha habido mucho cariño en este rodaje. Aparte que las chicas tienen muchísimo talento, obviamente. Éramos un buen grupo. Yo creo que había mucha consideración de todos los adultos, actrices, actores, pero adultos responsables que se han encariñado también con estas niñas y creo que ellas lo han sentido y se han encariñado a su vez con estos adultos. Han sido una pequeña familia dentro de este rodaje. Aparte que éramos tres países en coproducción, España, Perú y Suiza y era como una burbuja y hemos pasado mucho tiempo todos juntos. Aparte del set hemos salido, nos hemos reído… y claro, uno lo siente, humanamente uno siente cuando forma parte del grupo, y yo creo que las niñas lo han sentido. Para mí ha sido maravilloso.
Susi Sánchez: Las niñas son siempre un arma de doble filo, porque también son muy libres. La mezcla de la libertad que tienen junto con la inocencia a veces puede ser un ‘temita’ a la hora de mantenerlas serenas en el plató. Pero yo quedé con ellas, desde el principio, en que si les parecía bien les iba a hablar como su abuela. Y vosotras me podéis llamar tata, o como llaméis aquí a la abuela, pero no me llaméis Susi, llamadme abuela. ¿Tú sabes lo que esto creó entre nosotras? La pequeña un día estaba malita, le subió la temperatura, no quería cenar ni nada, y lo que quiso fue sentarse a mi lado buscando el calorcito. Porque no estaba su mamá en ese momento y se vino conmigo. Me llamó la atención cómo, después de haber creado ese código, funcionaba también fuera del trabajo.
La Cronosfera: Es llamativo el personaje del padre, Carlos, un hombre que está pero no está, que quiere estar pero no está, que es muy contradictorio porque no quiere dejar las cosas claras ni explicitar que no le va bien. ¿Cómo habéis trabajado con su actor, Gonzalo Molina, el personaje?
Klaudia Reynicke: Básicamente lo que Carlos representa es el Perú. Es un espejo, realmente, de lo que está sucediendo. No tiene sustanciales para lograr hacer lo que quiere. Tiene el amor, tiene las ganas, tiene a dos hijas de las que no se puede ocupar, tiene la vergüenza de no poder ocuparse de las hijas, tiene luz pero la para bajando. Es un país quebrado. Y de alguna manera todo el mundo puede entender esto. Ha habido mucho diálogo, no del Perú, pero sí de lo que se siente cuando uno no puede aportar lo que necesita aportar. Desestabiliza. Es ser cojo. Y mi manera de dirigir no es de esa manera antigua de llegar el director y empezar a decir… No. Nosotros no funcionamos así. Yo aprendo mucho charlando y hablando con los actores y las actrices. Porque un guión es seco, un guión es aburrido. Un guión ni siquiera es un libro, ni siquiera es poesía, es nada. El guión se va a volver una película, y para que se vuelva una película tienes que estar con la vida y la vida son ellos. Entonces yo tengo que entender quiénes son ellos para poder darles la carne a estos personajes que no existen, que son totalmente planos. Hay que hacer un trabajo mutuo, no es dirección en sí, es entendimiento y colaboración.
Susi Sánchez: Es una dirección moderna. Porque dirección tiene que haber, es imprescindible. Pero sí que es verdad que nunca jamás te has impuesto. Jamás. Todo el tiempo contemplabas, lo contemplabas todo, pero también es verdad que tenías una idea muy clara de lo que querías contar.
Klaudia Keynicke: Claro, obviamente cada individuo tiene su visión. Cualquiera. Escribes algo, lo que sea, y tienes tu visión. Pero yo creo que esa visión tiene que ser dirigida a cómo humanamente vas a gestionar la visión. Claro que tengo una idea muy clara del resultado que quiero, pero para llegar al resultado hay una manera de trabajar. Y yo prefiero ésta.
La Cronosfera: Quería hablar de la playa, porque yo veo la playa en esta película como la libertad. Las niñas quieren ir a la playa porque es otro mundo y ven la libertad allí.
Klaudia Raynicke: Nunca lo pensamos así, con mi coguionista, Diego Vega. El verano limeño, y rodamos en el verano limeño, puede ser un poco agobiante. Lima es una ciudad muy grande, con tráfico, polución y todo lo que quieras. Y la playa, que puede parecer que está cerca porque Lima está en la costa, la playa de Lima está a una hora y media. Entonces sí es un escape, también de esa realidad, seguramente. Nunca lo pensamos tan claramente pero puede ser también esa visión.
Silvia García Jerez