SURO: El reto de vivir en el pueblo
Suro en catalán significa corcho. El corcho es, en Suro, tan protagonista como Elena (Vicky Luengo) e Iván (Pol López), porque ellos son una pareja jovencita, todo lo jovencita que hoy se considera estar entre los 30 y los 40, en ningún caso veinteañera, que ante la perspectiva del reciente embarazo que los va a convertir en padres deciden cambiar de vida: marcharse de la ciudad y regresar al pueblo, donde una herencia familiar les ha dejado una casa que pretenden reformar gracias al trabajo que les surje cortando la corteza de los alcornoques de la zona para lograr, posteriormente, el corcho que se obtiene de ellos.
Inicialmente su nueva vida es fabulosa. Elena e Iván se quieren mucho lejos del bullicio y el estrés de la ciudad se siguen complementando bien. Pero el día a día es tozudo y no siempre van a estar de acuerdo en todo, algo que va tensando su convivencia hasta hacerla si no insoportable, sí desagradable por momentos.
Ambos son arquitectos y tienen disparidad de ideas respecto al proyecto de reforma de la casa, que pretenden que sea un gancho para que se puedan llevar a cabo por allí otros más adelante. Pero es que también rozan sus puntos de vista cuando comprueban cómo sus mentalidades abiertas, nada machistas ni xenófobas cuando no están obligados a cuestionarlas, en el campo no pueden sostenerse. La vida real, al de salir de la ciudad y enfrentarse a las condiciones laborales de su nuevo habitat, es mucho peor de lo que imaginaron, pero es con lo que tienen que lidiar ahora. Y ahí también tendrán sus roces.
Cambiar de aires es muy bonito, suena bien, pero no siempre es como lo imaginamos y Suro refleja las contradicciones entre ambos mundos con la naturalidad con la que se producirían si fuéramos nosotros los que estuviéramos en el lugar de la pareja.
La ópera prima de Mikel Gurrea es tan sutil como contundente, tan bella como dolorosa. Sensacional, en una palabra. La lástima es que su tardío estreno, ya que llega a las pantallas el 2 de diciembre, la haya alejado de una consideración más contundente en la temporada de premios, porque merecía haber tenido muchas candidaturas a todos ellos y no ha sido así. Solo ha obtenido nominaciones a los Goya a mejor dirección novel y a Vicky Luengo como mejor actriz, probablemente por el ese baile desquiciado que a todos se nos queda grabado a fuego cuando lo vemos. Está espléndida, y no solo en ese momento.
Y es que todo en Suro es fabuloso. Su mirada a la verdad que rige el trabajo en el campo, a la inmigración ilegal o al racismo está tan presente como leemos en las noticias que se vive a pie del lugar. Podemos reconocer las situaciones que nos presenta, de hecho algunas las tenemos muy recientes gracias a esa joya que es As bestas. Nos escandalizan porque no deberían ser así, porque ponerle cara a quienes están siendo explotados, aunque sea en una ficción que recrea la realidad es muy duro, pero que estén reflejadas en la historia hace que queden patentes, que consten, y que al espectador que aún no sepa a qué se atiene la vida en el campo empiece a ser consciente de que se trata de un territorio más hostil que cuando simplemente nos vamos de excursión.
Mikel Gurrea nos abre la puerta a esa realidad, y lo hace de la mano de dos actores fantásticos, Pol López, a quien ya vimos en un papel secundario muy llamativo en El sustituto el pasado año, y Vicky Luengo, que saltó a la fama con la serie Antidisturbios y a la que luego hemos seguido viendo con asiduidad en la gran pantalla. Dos intérpretes que con Suro se consagran y demuestran que son capaces de los registros más complejos.
En este 2022 tan alabado por su espléndido cine español, Suro es el estreno que cierra un año muy redondo, con películas que, habiendo gustado más o menos a título personal, han tenido una recepción sensacional, tanto a nivel de público como al de crítica o al de representación en festivales, con premios o reconocimiento obtenidos en ellos. Suro compitió, de hecho, en la sección oficial del de San Sebastián, y mereció haber sido recompensado en el palmarés. Ahora llega a los cines para redondear los estrenos de un año que pasará a la historia.
Silvia García Jerez