RETORNA2
Las series que acabaron en verano y la ficción del otoño que viene
Terminada la primera parte del final de Juego de Tronos en pleno invierno y con esas maravillosas reinas entre dragones, el nerviosismo comienza a manifestarse ante la continuidad en sus segundas temporadas de Stranger Things y Westworld.
Hay ganas de volver a ver a la pandilla de chavales que con sus poltergeist y amistad juvenil, han conseguido trasladar poderosamente el espíritu ochenteno a nuestro presente. También de saber de ese Oeste filosófico, inspirado en un film setentero con androides jugando a la post-verdad.
Empezó lo nuevo de Narcos con acento colombiano e intérpretes españoles, y otra entrega de American Horror Story: Cult, con parodia hacia Trump incluida.
Mientras algunas series de aqui se han estrenado a la vuelta de las vacaciones estivales: Ella es mi padre (y la genial metamorfosis de Carlos Santos) y Estoy vivo, con el insuperable Javier Gutierrez, que engancha en el primer capítulo.
Llegarán más novedades a nuestras cadenas que próximamente comentaremos.
E igualmente criticaremos otras internacionales como Mindhunter de David Fincher (en plan Mentes criminales tras House of Cards); la miniserie Electric Dreams, basada en el gran P.K. Dick y The Deuce de David Simon, sobre el porno en los ’70 con James Franco y Maggie Gyllenhaal.
También veremos la precuela de The Big Bang Theory con Young Sheldon y seguiremos ese crescendo de Ray Donovan.
Producciones de diferente nacionalidad y estilo, que empiezan ya en las distintas plataformas digitales, repartiéndose las mejores apuestas entre Netflix y HBO.
Pero antes de toda esa ficción televisiva para este otoño, el verano ha dejado un par de retornos que no podemos olvidar.
Expediente X volvió a la parrilla televisiva sin apenas gloria y siendo una auténtica pena.
Quedan los extraterrestres y fenómenos paranormales, pero esta mini temporada no se sostiene y se antoja obsoleta; dejando atrás los noventa, cuando marcó estilo con esas coordenadas tiempo/espacio que crearon escuela y su pareja de detectives heredando maneras de Luz de Luna entre aliens y freaks. Pero este regreso de Mudler y Scully -con ese drama materno sin resolver- no abduce, hoy por hoy, como entonces; con aquellos capítulos de leyendas urbanas y desclasificados del FBI que emularon series posteriores.
Nada que ver con aquella otra serie, que casi por la misma época, nos llevaba realmente a otros mundos. Sin ser tan popular, fue todo un fenómeno social y condicionó toda la televisión venidera.
De nuevo, ha marcado un nuevo hito; Twin Peaks ha retomado la pequeña pantalla con su agente especial Cooper superando expectativas y nivel lynchiano.
Cuidando el spoiler y con mucho respeto, compartimos el esperado final de The Return; recapitulando el deleite apabullante, desconcertante y gozoso que ha vuelto a subyugarnos. Intentando no destripar lo primordial a los fieles y cautivar a los nuevos parroquianos. Aunque Twin Peaks hay que verlo por un@ mismo.
Recién acabada el domingo pasado, no podemos dejar de recomendar La Serie que convirtió la caja tonta en caja joya
Cuando caía El Muro en la tierra de fuego y hielo, un grito nos despedía de Lynch -ese tipo obsesionado con las llamas- y Frost -ese tipo con apellido de congelador- de la historia que nos unió para siempre.
Para algun@s forma parte de nuestra biografía y aunque considero valientes a quienes -a día de hoy- empiezan desde el principio, no hay envidia que valga ni nostalgia; porque l@s que la vivimos en su momento, creímos -y vimos- que la televisión podía materializar los pensamientos… Una pasada. Pura conmoción.
Me acuerdo que cuando Berlusconi la trajo en tiempos de Mamma Chicho, fui de es@s que al acabar la primera temporada, confesaba: Se quién mató a Laura Palmer.
Ha sido un lujo verla en tiempo real; entonces y ahora.
Y si a la tercera va la vencida, Twin Peaks concluye definitivamente su ficción estimulante, fascinante y post contemporánea.
Parece que han sido necesarios casi 30 años y tres temporadas para recordar que la tele puede cambiar.
Todavía están a tiempo de saber qué fue de Laura Palmer… ¿Pero en qué año estamos?
Mariló C. Calvo
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