Petr Václav: En ‘Nunca estamos solos’ hablo del miedo
Nacido en Praga, el director Petr Václav estrena en España su quinta película, Nunca estamos solos, el retrato de un pueblo cuyos habitantes, tanto los mayores como los niños, hacen lo imposible por encontrar una felicidad que parece que les huye mientras tratan de escapar del miedo que los invade. Con una mezcla fascinante de blanco y negro y color, estos personajes llegan a nuestras pantallas para que nos demos cuenta de que aunque su día a día se lleve a cabo lejos del nuestro, en el fondo no somos tan distintos. La Cronosfera entrevistó a Petr para hablar de todo esto y de muchas cosas más.
La Cronosfera: ¿Por qué alternar en la película el blanco y negro y el color?
Petr Václav: Por las emociones. No estoy interesado en el realismo, pero quiero expresar las emociones con estas combinaciones de colores. Nunca estamos solos es una película extrema y en el tratamiento del color debe ser lo mismo.
La Cronosfera: El color apabullante de la película contrasta con los lugares tan terribles, tan gris es en realidad, en los que viven los personajes.
Petr Václav: Absolutamente, como decía en mi anterior respuesta.
La Cronosfera: La película presenta una República Checa enferma en la que te pueden matar por unas monedas o por aburrimiento, pero ¿más que un problema local no es uno global?
Petr Václav: En principio, estoy interesado por mis personajes con todas sus paradojas, no digo que todas las personas en la República Checa sean como mis personajes. Pero hablo de un fenómeno que podemos ver un poco por toda Europa: el miedo.
En la República Checa ya me pasó que algunos me criticaron por haber ‘tirado mierda’ sobre mi país. Es su problema y deben de tener algún tipo de complejo identitario.
La Cronosfera: Lo he pasado fatal por los niños, primero por Robin y luego por los dos. ¿Existe una fina línea entre el maltrato y la educación severa o son dos cosas distintas?
Petr Václav: Lo que me interesa en la película es el porvenir de esos niños y que lo construyan por ellos mismos, porque es lo que deben hacer. Luchan por su independencia y eso me interesa mucho.
La Cronosfera: ¿Cómo trabajaste con ellos para que no se les hiciera más duro de lo que sus personajes viven?
Petr Václav: Al inicio era como un juego, pero estos niños sienten la necesidad de expresar lo que sienten en sus vidas. Encontré los niños en los orfanatos y ellos tenían muchas ganas de expresarse.
La Cronosfera: La dependienta quiere meterse en el prostíbulo para llegar al hombre que ama, pero éste le dice que por mucho que lo intente ella nunca será una puta. A veces las apariencias no engañan es la conclusión a la que llegamos.
Petr Václav: No lo sé, pero el gitano lo que expresa es su relación con el determinismo. Lo que quiero decir es que, él como gitano y ella como pequeña burguesa, nunca podrán compartir un destino conjunto. Son dos universos diferentes que no convergen, a pesar de que los dos se encuentren en la misma cama.
La Cronosfera: La actitud de algunos personajes en la película lleva a preguntarse si todo vale por amor.
Petr Václav: Sí, por amor y por odio todo vale.
La Cronosfera: ¿Qué historia de este drama coral te ha dolido más contar?
Petr Václav: Nada es doloroso para mí cuando estoy filmando y contando una historia. Para mí es un placer poder hacerlo.
La Cronosfera: El panorama político que diseña el guardia de la cárcel es terrorífico, pero no muy distinto de lo que estamos viendo en muchas partes del mundo, ¿la humanidad tiene remedio?
Petr Václav: Es una cuestión que nos preguntamos desde Homero.
La Cronosfera: La película es de 2016 y pasó por varios festivales, como el de Berlín o el de El Cairo, ¿qué recuerdos tienes de aquel periplo?
Petr Václav: Encuentros profesionales interesantes en Berlín y el magnífico descubrimiento del Cairo y de sus gentes en el otro festival.
Silvia García Jerez