PANDILLA AL RESCATE: Salvando nuestro habitat
Pandilla al rescate, película francesa de animación para los espectadores más pequeños de la casa, llega a los cines para ilustrar, tanto a niños como a adultos, acerca de los peligros de maltratar nuestro ecosistema, de manera que se dañe el habitat de los animales, que es la selva.
Pandilla al rescate cuenta la historia de un supervillano que ha llenado la selva de una sustancia rosa. Al contacto con un líquido, ésta explota. Los animales que allí viven se dan cuenta porque es la orina la que hace el efecto devastador, pero es que en breve viene la estación de las lluvias y se quedarán sin su bosque, sin su casa. La solución es encontrar un antídoto para contrarrestar ese veneno. Pero dónde podrán hallarlo…
La pandilla que da título a la película está formada por muchos animales, de lo más variados, tanto que en la vida real no sería posible verlos juntos. Y algunos de ellos están en peligro de extinción. Por eso la importancia del mensaje enviado a los espectadores. Ellos son: Maurice, un pingüino y Junior, un pez tigre siamés, hijo adoptivo de Marice, un tipo de pez que ya no existe en estado salvaje aunque hay varios programas para su reintroducción en los ríos de su entorno natural. También está Miguel, un gorila, Batricia, una murciélago gigante y Gilbert, un tarsero, que son pareja en la película pero que en la vida real no podrían serlo porque los tarseros no admiten vivir en cautividad. Camelia, la auténtica protagonista del relato y Albert, su padre, que son dos armadillos naturales del continente americano, donde están amenazados, y Bob y Al, los anfibios aspirantes a entrar en la pandilla.
Pandilla al rescate los junta a todos y los pone a trabajar en equipo para lograr un bien común, que es defender la selva en la que viven. La historia es muy sencillita y lo cierto es que la película funciona muy bien. Es muy rápida, no sólo en cuanto a su escasa duración, apenas una hora y veinte minutos, sino porque su ritmo es frenético, cosa que el espectador actual agradece. La generación TikTok ya no admite ver películas que no tengan un ritmo acelerado, y los niños a los que va dirigida la cinta no tienen edad de tener TikTok, o no deberían… pero sus padres sí saben lo que es el aburrimiento y son ellos quienes van a llevar a sus hijos al cine y quienes se quedarán con ellos durante la proyección, por lo que también el ritmo debe estar pensado para ellos. Además, Pandilla al rescate cuenta con un aliciente para los adultos: las referencias cinéfilas. En busca del arca perdida o las artes marciales de Bruce Lee o Jackie Chan están muy presentes en esta cinta.
Y es que las advertencias previas acerca del ritmo de la película son para reiterar que Pandilla al rescate es una película destinada a niños muy pequeños. Tal vez para esos niños que aún no han dejado de ser bebés y van al cine por primera o segunda vez. Y está muy bien que sea así porque normalmente los estudios de animación no piensan en ese público. Suele afirmarse que es un género para niños pero, siendo sinceros, esa afirmación es cada vez menos real. Si nos fijamos en las producciones que se han estrenado en los últimos años, las que de verdad son para niños, para su comprensión y mentalidad, para que no se pierdan, para que disfruten de la trama por completo, hay muy pocas. Por eso se agradecen tanto este tipo de estrenos.
Eso sí, no se trata de una película norteamericana, que también tenemos muy asociado el género a Disney o a Pixar, sin salirnos mucho de esos estudios. Pandilla al rescate es una producción francesa que dirigen a tres bandas Laurent Bru, Yannick Moulin y Benoit Somville. Se nota en el diseño de los animales, no están tan idealizados, son más realistas que los que suele perfilar Disney. Y tampoco hay canciones colándose en las tramas. Pero el resultado es una auténtica delicia, una película monísima que se puede ver en familia, sufriendo por lo que le ocurre a los personajes, como en cualquier film de acción que se precie, y amándolos a todos porque todos ellos son adorables.
El estudio francés TAT Produtions ha logrado una película admirable en la que forma y fondo se dan la mano para ofrecer un largometraje entrañable con un mensaje ecologista, tan necesario en estos tiempos de cambio climático del que el elemento a neutralizar es claramente su metáfora. Didáctica, entretenida y, de verdad, para toda la familia. No se le puede pedir más al cine.
Silvia García Jerez