PABLO BERGER: Lo más difícil de hacer ‘Robot Dreams’ fue la animación 2D

Que Pablo Berger estrene película es un acontecimiento de primera magnitud. Pocos directores con tanto cariño hacia sus proyectos y tantas dificultades para llevarlos a cabo. Su ópera prima ya era una obra maestra, Torremolinos 73, con el mundo del porno casero en los años 70, Javier Cámara y Candela Peña como matrimonio cañí y un Mads Mikkelsen que daba sus primeros pasos en el celuloide. A ella le siguió Blancanieves, otra obra colosal, muda y en blanco y negro, con una Maribel Verdú pletórica en el papel de la madrastra. Después llegó Abracadabra, una locura maravillosamente surrealista de nuevo con Maribel Verdú al frente. Seis años han pasado desde su estreno y ahora llega Robot Dreams, su cuarto largometraje, una película de animación en 2D que cuenta la historia, sin diálogos, de amistad entre un perro y un robot. Una joya que sumar a sus tres títulos previos. Y con motivo de este estreno, Pablo Berger nos recibe en su despacho para contarnos lo mucho que le ha costado poner en pie este proyecto y lo contento que está con él.

Pablo Berger rodeado de material de la película Robot Dreams
Pablo Berger rodeado de material de la película

Pregunta: ¿Cómo surge hacer Robot Dreams?

Pablo Berger: La película está basada en la novela gráfica de Sara Varon del mismo título que se editó el año pasado en España pero en Estados Unidos en 2007. Yo la vi en el 2010 porque colecciono novelas gráficas y libros de ilustración que no tienen palabras. Me cautivó desde el primer momento. Me encantó el diseño de los personajes y era original, divertida y sobre todo, emocionante. Hice Blancanieves, hice Abracadabra, y tenía que hacer mi cuarta película. Me acordé de una novela gráfica, una de mis favoritas, y la releí tomando un café. Y esa vez, en vez de emocionarme me conmovió. Se me llenaron de lágrimas los ojos porque vi la película. Esa es la razón por la que me embarqué en esta loca aventura. Si no, hubiese seguido haciendo películas de imagen real.

Pregunta: ¿Vas a seguir haciéndolas, entonces?

Pablo Berger: Ha sido una experiencia maravillosa. Junto con Blancanieves, de las experiencias más satisfactorias que he tenido en el mundo del cine. Con Blancanieves los espectadores tenían catarsis, porque los espectadores sustituyen los personajes de la película por ellos mismos, y con Robot Dreams pasa un poco lo mismo. Así que sí, haré más animación. No sé cuándo, no sé si será mi siguiente película, pero ha sido una experiencia tan buena que volveré al género en un futuro.

Pregunta: La soledad no deseada es un tema muy importante en la película, como también lo es en el cómic. ¿Qué te hizo querer hablar de esta situación, sólo el cómic o algo personal?

Pablo Berger: El tema de la novela gráfica siempre me había interesado como director. Al verlo reflejado en ella, me hablaba. Yo creo que Robot Dreams es una de mis películas más personales junto a Torremolinos 73. Yo soy Perro, yo he sido un perro solitario en Nueva York. Yo sé lo que es la soledad. Como mucha gente, como todo el mundo. Entonces, sí que era un tema importante. Pero lo bonito de esta película es que Perro encuentra a alguien. La película lo que quiere reflejar es que compartir es siempre mucho más satisfactorio que sólo tener tú la experiencia. Yo creo que todo el mundo se puede identificar con esto.

Pregunta: ¿Crees que el público más joven, más infantil incluso, puede entender ese mensaje?

Pablo Berger: Yo creo que sí. Yo creo que aunque en la superficie pueda parecer que es una historia infantil, el punto de vista de la autora era para adultos. Ella siempre dice que la hizo para adultos y nosotros, haciendo la película, tampoco hicimos concesiones, no hablábamos de un público infantil durante el proceso de producción. Hicimos la película que queríamos hacer y contamos la historia que queríamos contar. Pero somos conscientes de que al público infantil le gusta mucho la película por el diseño de los personajes y porque la historia es muy sencilla. Cualquier niño de 3 ó 4 años puede seguirla. Pero, sin duda, también es cinéfila. Estrenamos en el festival de Cannes, y yo tengo un público concreto que sigue mi cine que es cinéfilo. Y la distribuidora es BTeam. Pero esta es mi película más abierta y creemos que puede llegar a todos los públicos. Puede ser la primera vez que en vez de que los niños elijan la película por las campañas gigantescas de las cadenas de comida rápida o porque aparezcan anuncios en las cadenas de televisión, en este caso un padre que lea tu entrevista decida ir a ver la película y llevar a su hijo. Me gustaría pensar que eso es posible. Confiamos mucho en el boca oreja y en el trabajo de los periodistas. Porque es una película de cineclub. Yo, que crecí yendo a cineclubs, me gustaría pensar que al acabar la película los espectadores tendrán un momento de cinefórum para hablar de ella.

Pablo Berger rodeado de Perro y Robot

Pregunta: ¿Hasta qué punto es fácil hoy en día, con la invasión de cine de animación en 3D que hay en las pantallas, sobre todo debido a Disney, hacer una película en animación tradicional 2D?

Pablo Berger: Yo soy afortunado. Es verdad que mis primeras dos películas fueron muy difíciles de levantar. Me costaron mucho. Por eso también he hecho tan pocas películas. Torremolinos 73, que era una película de época, que tocaba el tema del porno amateur y del franquismo, me costó muchísimos años. Blancanieves fueron ocho años de mi vida porque nadie pensaba que se podía hacer una película muda y en blanco y negro de alto presupuesto para el público. Pero, afortunadamente, aunque me costaron tanto hacerlas fueron un éxito y se vendieron en todo el mundo, por eso Abracadabra se financió más rápido y también fue un éxito de taquilla. En Robot Dreams financiarla no ha sido la mayor dificultad, sino poder hacerla en 2D. Eso es verdad. Lo que más nos ha costado de esta película es montar dos estudios de animación, encontrar animadores y conseguir que un gran director de animación como es Benôit Féroumont, que es el director de animación de Robot Dreams y que también lo fue de Bienvenidos a Belleville, viniera a España durante dos años. Se enamoró del proyecto, del guión, de Blancanieves, y dejó a su familia y su carrera durante dos años. También nos costó traer animadores de toda Europa. Eso fue lo más difícil, más que mi transición de director de imagen real a animación. Montar un estudio de 2D en Madrid, Barcelona y también en Pamplona. Afortunadamente en España tenemos proyectos que están en marcha, estamos viviendo una Edad de Oro. Que dure, pero necesitamos más formación, más escuelas de 2D, porque se ha estado formando mucho en 3D y faltan animadores en 2D. Porque trabajo hay, pero no formación.

Pregunta: ¿Por qué la elección de September, de Earth, Wind & Fire, como leitmotiv de la película?

Pablo Berger: En la novela gráfica el tiempo pasa en un año y en la película de septiembre a septiembre. En el primer montaje había cartones que ponían Septiembre, Octubre… Y en un momento dado, Fernando Franco, el montador, me dijo que eso era un parón, que con las elipsis no hacían falta. Y los quitamos. Pero en el guión estaba y tenía que ser el leitmotiv. Pero los productores se asustaron. Porque September es una canción que en Spotify tiene 1.500.000 escuchas, así que para conseguir los derechos de una de las canciones que está en el top 10 de canciones más populares de la historia de la música… Pero estando en producción vi que las tres primeras palabras de la canción tenían el tema de la película: ‘Do you remember?’ Me quedé… No era consciente de eso, no me acordaba. Y seguí analizando la canción y ya era demasiado. ‘The 21st of september’. No podía ser. Esto ya era de Cuarto Milenio. (Risas) Es el día que nació nuestra única hija. Y justo ese día… esa canción era una señal.

Silvia García Jerez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *