EL MUNDO ES SUYO: Picaresca del pelotazo
Vuelven Los Compadres. Rafi y Fali nacieron en Youtube y dieron el salto a la gran pantalla con El mundo es nuestro, una producción en la que se transformaban en El Culebra y el Cabessa en un atraco que fue de lo más sonado en 2012.
Seis años más tarde, Rafi y Fali se asoman de nuevo a los cines, pero ya como ellos mismos, en una continuación de sus historias en El mundo es suyo, cinta que cierra esta extraña y peculiar trilogía que mezcla nombres de personajes y formatos audiovisuales con el universo en el que se han hecho célebres.
Alfonso Sánchez y Alberto López, Rafi y Fali respectivamente, son dos vividores, uno que quiere dar el gran golpe de su vida para obtener un dinero que le permita tener el nivel con el que sueña y el otro un tipo que dio un braguetazo teniendo un hijo con la hija de uno de los hombres más importantes de Sevilla, a cuya comunión tienen que asistir los dos, el padre el niño y Rafi, su padrino.
El lío de El mundo es suyo comenzará cuando Fali vaya acompañado de Rafi a buscar el traje de comunión del niño, una joya de la familia con la que el pequeño llevará la representación de la estirpe a la que pertenece.
Pero esa parada, que aparenta ser un simple recado, no será sino el primer paso para un montón de situaciones accidentadas por la Sevilla de la alta sociedad, de la corrupción, de los tejemanejes con políticos y empresarios, pero también supondrá un cruce con lo más desfavorecido de la ciudad, en las tabernas donde se mueven los okupas.
Todo ello en una comedia llena de desenfreno en la que no falta, como ya ocurría en El mundo es nuestro, la reportera que vaya narrando los acontecimientos que van ocurriendo a su paso.
Y está sensacional, Mari Paz Sayago, en ese rol de reportera que parece que no, que parece que está aquí y allí por error, pero que va siendo testigo de las cosas realmente importantes que les pasan a Los Compadres. Tanto es así que su personaje merece ser el centro de una película en una próxima entrega de este universo. Si Los Compadres fueran la pareja de Expediente Warren, la reportera sería La Monja, cuyo spin-off, por cierto, está ya a punto de aterrizar en nuestras pantallas.
El mundo es suyo ha sido comparada con Resacón en Las Vegas, y no les falta razón a los que han visto esa similitud. Un Airbag, también, con toques de Fast & Furious. Una mezcla de cine gamberro, en definitiva, en el que salgan a la luz ciertos aspectos de la España más oscura, a la que cada día estamos más acostumbrados por el afloramiento de decenas de noticias del mismo signo en muchos de los informativos diarios.
Todo ello visto desde la perspectiva del humor andaluz, con chistes locales que también son universales y chascarrillos que nacen de situaciones en las que es mejor reír que cualquier otra opción.
Tal vez no sea un humor para todo tipo de público pero es de esperar que la mayoría de los que se acerquen al cine a verla disfruten con ella. Y mucho más que con la primera parte, que está considerada un film de culto. Esta tiene todos los visos de salir de ese casillero y de convertirse en un gran referente de la comedia española.
Porque no solo es profundamente española, también tiene guiños hacia clásicos modernos como Pulp Fiction o Indiana Jones y el Templo Maldito, en medio de restaurantes de lujo y de locales a los que se va, aunque parezca que a comer, a hacer negocios. Circunstancia de la que, por supuesto también se hacen eco Los Compadres.
Y es que no hay mejor manera de hacer una crítica que a través del humor, lo han sabido todos los maestros, es un método infalible. De este modo, Los Compadres nos ofrecen una radiografía de una Sevilla que no se suele ver en la Feria de Abril, una Sevilla que tiene un color especial… y tanto.
Silvia García Jerez
