MAMÍFERA: Ser o no ser madre
El término Mamífera hace referencia al seno materno, a los animales dentro del grupo de los vertebrados y a sus crías, que son alimentadas por las hembras con la leche de sus mamas. En definitiva, habla de la maternidad y del natural instinto de la mujer para querer tener hijos.
Pero fuera de la manada, las hay sin él. Sin la querencia a tener descendencia, sin interés alguno por quedarse embarazadas y seguir todo el proceso que implica la vida. Es un tema tabú, el de las mujeres que no quieren tener hijos. Pueden pero no los desean. No les gustan los niños, no les encuentran aliciente alguno ni se ven obligadas a tenerlos. Es cierto que vivimos en una sociedad en la que eso se ve raro, si una mujer no tiene hijos algo le pasa, no se piensa que es que quieren prescindir de ellos. Por eso es un tabú: no se habla de ello por si existe algún problema biológico que se lo impida y esté siendo traumático, pero es que si no lo hay, tener que explicar que tu idea es ir a contracorriente tampoco es agradable. Lo normal es ser madre, así está pensada la naturaleza.
Mamífera es también la nueva película de la directora catalana Liliana Torres, responsable de Family Tour, protagonizada por Nuria Gago, pone el foco en este tema a través de una pareja feliz, muy feliz, en la que ella, Lola (María Rodríguez Soto) no quiere tener hijos y él, Bruno (Enric Auquer)… tampoco. O eso cree, hasta que Lola se queda embarazada y el imprevisto les hace reflexionar a los dos acerca de si realmente siguen pensando lo mismo.
Mamífera podía haber sido una gran película, al plantear un tema tan interesante, pero comete varios errores a la hora de plasmarlo: ser demasiado plana, no profundizar en el hecho ni en las consecuencias del rechazo a lo que vendrá. Se estanca en la recreación de una mujer rodeada de niños a la que no le gusta ni verlos ni saber que tendrá uno. Y por si fuera poco, algunas de las cosas que cuenta las explica por medio de collages que no acaban de comprenderse. La forma por encima del fondo sin que éste quede claro.
Lo que sí es de admirar en la película es el trabajo de sus dos protagonistas. La siempre eficaz María Rodríguez Soto, que ya interpretó a una mujer embarazada en Los días que vendrán, junto a David Verdaguer, su pareja en la vida real, y un Enric Auquer que se come la pantalla con su maravilloso Bruno, un chico sensible y enamorado que está siempre dispuesto a comprender a su novia. Un personaje secundario fabuloso con el que es muy fácil empatizar y al que es imposible olvidar. Menuda carrera preciosa se está labrando Enric, Goya al mejor actor revelación por Quien a hierro mata y nominado como mejor actor protagonista este mismo año por El maestro que prometió el mar.
Mamífera asienta su peso en ellos y en una decisión que va a llevarles todo el metraje tomar. Qué hacer con ese niño, tenerlo o no tenerlo. Entretanto, vamos a asistir a las cavilaciones de una pareja en la que todo estaba bien hasta entonces. Las películas, las historias, requieren un punto de inflexión para hacerse interesantes y en este caso el punto es el embarazo no deseado. También para el público va a ser una cuestión a debatir cuando la película termine, y eso siempre es algo positivo porque el cine no sólo está para entretener, también para plantear temas que a lo mejor, de otro modo, no se debatirían. Y la maternidad no deseada es, posiblemente, uno de los más importantes.
Silvia García Jerez