M3GAN 2.0: Dos muñecas frente a frente
M3GAN revolucionó las pantallas veraniegas hace dos años y eso significaba que M3GAN 2.0 estaba de camino. No tardaría mucho en llegar una segunda parte porque ahora Hollywood no puede vivir sin ellas. Si algo funciona en taquilla hay que explotarlo tanto como se pueda, y si se puede convertir en una saga, mejor. M3GAN aún no ha llegado ahí, pero quién sabe cuál puede ser su futuro si sus aventuras siguen encandilando al público.
En esta ocasión vamos a conocer antes a su rival que a su versión actualizada. Por eso la película se titula M3GAN 2.0, porque el primer modelo de robot con caparazón de muñeca, que llevó al extremo su cometido de defender a Cady (Violet McGraw), la sobrina de la creadora de la muñeca Gemma (Allison Williams), de toda amenaza humana, matando a quienes M3GAN consideraba que lo era, fue destruido. Pero una empresa de la rama de Defensa del Gobierno ha robado la tecnología que servía para construirla y ha creado con ella a una muñeca a la que ha convertido en un arma, AMELIA, que además en poco tiempo ha tomado conciencia de sí misma y ha decidido saltarse las reglas matando a sus creadores para tomar el control de su propio ser y llevar a cabo su diabólico plan.
Al enterarse de esta circunstancia, porque AMELIA también decide ir a por quien creara a la muñeca original, Gemma se da cuenta de que tiene que volver a hacer a M3GAN, y ésta vez la tiene que mejorar para que pueda ser capaz de enfrentarse a su nueva enemiga.
Esos cambios también implican que si ahora M3GAN 2.0 tiene una competidora mucho más letal, la original, que también quiere salvar a Cady de todos los peligros, cambie sus objetivos y muestre su vena sensible para la familia que la fabricó, ya que entiende que su objetivo es tan grande que ha de civilizarse para centrarse en un una meta global mucho más compleja que la de la primera entrega. Por lo tanto, vamos a cambiar el esquema de película de terror que tuvimos antes por una de cibertecnología, peligros de la IA incluidos, que convierten a M3GAN 2.0 en un calco estructural e ideológico de lo que fue Terminator 2: El juicio final.
Esto no significa que M3GAN 2.0 sea una mala película, no lo es, sólo el tramo final se les va un poco de las manos, con tanto giro, y se vuelve más loco de lo que debería, pero en general es una secuela bastante digna y entretenida, sólo que no es lo que se espera de ella, porque no vamos a encontrarnos con un film de terror sino con uno en el que la acción, la ciencia ficción y las consecuencias de la tecnología moderna son los protagonistas. Si vas esperando una película en la que se mate por matar, como en los slasher, M3GAN 2.0 no es la elección apropiada.
Y además, como hay que crear el cuerpo M3GAN desde cero, aunque su concepto sigue vivo en la casa que comparten tía y sobrina, y teniendo en cuenta las precauciones que Gemma quiere tomar para que M3GAN 2.0 no sea tan brutal como su predecesora, su director, Gerard Johnstone, también uno de sus tres guionistas, y director de la primera entrega, juega ahora con su personaje dándole una apariencia inicial de lo más cómica. Es decir, ahora el humor será otro de los ingredientes de la película. La propia M3GAN 2.0 cambiará, cuando vuelva a ser ella de nuevo, para adecuarse a los movimientos de AMELIA y pasar desapercibida en los ambientes por los que su rival se mueve, con lo que también vamos a ver a M3GAN 2.0 con otros trajes además del que se hizo icónico en la primera entrega. Es decir, con todos los cambios que Johnstone introduce en M3GAN, la muñeca se va a convertir en una especie de Mortadelo, con el atuendo que cada ocasión requiera. Y eso hace del personaje, otra vez, una creación sobresaliente.
Y es que M3GAN nació siendo una leyenda. Una muñeca del tamaño de la niña a la que debía proteger, porque debía ser su nueva amiga (como Chucky pero a tamaño real y para niñas), que bailaba y cantaba con un garbo desgarbado que desconcertaba a sus víctimas y las desprevenía para el golpe fatal pero que hacían de ella el diseño perfecto para pasar a la Historia. Y ese verano, el de 2023, lo logró. La película no era gran cosa, se le echó en cara su escasez de gore para llegar a públicos más amplio y sobre todo más jóvenes, de esos que están todo el día metidos en TikTok, pero la fórmula funcionó.
Y ahora nos llega una nueva entrega actualizada a los tiempos que corren, que pone en alerta al mundo sobre los peligros de la tecnología y del mal uso que puede hacerse ella, como si de una nueva Missión: Impossible se tratara, y nos presenta a unas muñecas que son, a nivel de diseño cinematográfico, una auténtica delicia. La nueva y las incorporaciones que se hacen en la que ya conocemos suponen un enorme acierto. Y eso va a seguir funcionando porque ellas son el alma de una historia en la que ya los asesinatos son lo de menos. Hemos pasado a otro estatus con respecto al punto de partida y quién sabe lo que nos deparará una tercera entrega, que seguro ya estará en marcha en la mente de sus creadores.
Silvia García Jerez