LAS AMARGAS LÁGRIMAS DE PETRA VON KANT

Las amargas lágrimas de Petra Von Kant, la obra teatral escrita originalmente por el cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder, que él mismo llevaría a la gran pantalla en 1972, llega al teatro Bellas Artes del 4 al 28 de septiembre. Y lo hace de la mano de Rakel Camacho, que es la encargada de dirigirla y de las actrices que dan vida a los personajes de Fasssbinder sobre las tablas, de entre las que que destacan sus dos protagonistas, Ana Torrent que se mete en la piel de Petra y Aura Garrido que se convierte en Karin, la mujer que entra en la vida de Petra y la pone patas arriba.

Ana Torrent interpreta a Petra Von Kant

Sí, porque Las amargas lágrimas de Petra Von Kant nos cuenta la historia de una diseñadora de moda con mucha fama y mucho renombre, que tiene una asistente, Marlene, a la que trata como una esclava, supuestamente con la aprobación de la perjudicada, y a la que prácticamente sólo le hace caso su madre, después de haberle pedido el divorcio a su marido. Es entonces cuando entra en escena Karin, una joven que trata de abrirse camino en el mundo, y salir de la pobreza, que ve su oportunidad en la fascinación que ejerce sobre Petra, lo cual desmoronará el día a día en la existencia de la diseñadora.

Las amargas lágrimas de Petra Von Kant en la versión que estrena ahora el teatro Bellas Artes es una producción exquisita que no deja de lado el atrevimiento en lo que a decisiones escénicas se refiere. Es una obra muy punk, muy salvaje, muy vanguardista, con una concepción del decorado, vestuario o banda sonora cantada en directo absolutamente desconcertante pero no por ello menos arrebatadora.

Cada una de las partes en las que está dividida la obra, cada conversación de Petra con la mujer con la que le toca interactuar, ya sea su madre o su sirvienta, es sobrecogedora. Revela una personalidad apabullante que frente a Karin desaparece, ahogada por su deseo desbocado hacia una mujer que juega con ella como ella lo ha hecho con las demás.

La historia de por qué le pidió el divorcio a su marido supone uno de los ratos teatrales más gozosos vividos en una sala en lo que llevamos de año. Fabuloso. Ana Torrent está espléndida en el papel de Petra Von Kant, pero es que de las actrices que la acompañan en escena podría decirse lo mismo. Lo de Aura Garrido es sublime, menuda maravilla de intérprete allá donde le toque actuar, ya sea en el teatro, el cine o la televisión. No tiene rival, es de las actrices más completas de su generación.

Las amargas lágrimas de Petra Von Kant es una muestra de la buena salud del teatro, ya clásico, llevado a lo contemporáneo. Un ejercicio apasionante de dirección escénica que, junto con el vestuario y la peluquería nos llevan a un universo que en realidad es egocéntrico y enfermizo, el universo de una mujer que creyéndose única se vuelve tal pero en una intimidad que la arrasa a ella como persona y como artista. Una obra que además de hablar del arte lo hace también del temperamento de artistas que piensan que debido a la fama todo les pertenece, incluso la vida de los demás.

Una grata sorpresa en la cartelera teatral madrileña, una obre brillante -en ocasiones, y debido a las luces utilizadas en el escenario. incluso de manera literal- que nos trae una obra valiente y atrevida que nos deja fascinados y que aplaudimos con pasión. Tanto, que nos gustaría aplaudirla más de lo que está previsto en ese momento de saludos orquestado y cronometrado. Una lástima que el tiempo de los aplausos tenga que estar tan encorsetado y no puedan durar cuanto el público desee aplaudir a los artistas. Porque en el caso de Las amargas lágrimas de Petra Von Kant querríamos aplaudir un buen rato más.

Silvia García Jerez

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