La Huella del Mal

Durante la visita guiada de un colegio al Centro de Arqueología Experimental (CAREX), unos chavales encuentran el cuerpo de una joven en el lugar donde debería estar la réplica de un enterramiento neandertal. La mujer muerta es Eva Santos, una chica del pueblo cercano de Atapuerca. Su cuerpo está desnudo y colocado en posición fetal. Un espeluznante crimen ritual que recuerda a otro ocurrido hace seis años en la misma zona.
El juez, Vázquez de Mella, le asigna el caso a los mismos policías que se encargaron entonces de aquel asesinato: Silvia Guzmán, ahora jefa de equipo, y Daniel Velarde, ex policía, que vuelve de forma puntual como asesor. Pero hay una tensión constante en el ambiente, existe un pasado que une a los investigadores.
Las investigaciones llevan a Silvia a explorar una cabaña abandonada en mitad del bosque mientras que Daniel acude al museo para interrogar a Samuel Henares, director del yacimiento. Silvia una vez allí es agredida por alguien que se da a fuga. ¿Habrá regresado el “asesino del yacimiento” que consiguió escapar hace seis años? Los policías estarán inmersos en espectaculares persecuciones que los acercarán al asesino y que los llevarán a desvelar los instintos, la violencia y la empatía como rasgo innato del ser humano.

LOS PERSONAJES

Silvia, es una policía empática y muy profesional cercana a los 40, que lleva más de 15 en el cuerpo y que acaba de ser ascendida a jefa de grupo. Se encuentra ante su primera gran oportunidad: dirigir una complicada investigación con connotaciones similares a la anterior en Atapuerca , en la que ella también participó y dejó sin resolver.
Tiene la confianza del comisario Mendoza, pero no de Vázquez de Mella, el juez instructor del caso, que se asegura de que también esté presente Daniel Velarde a pesar de no ser ya policía.
Al comienzo de la historia, Silvia, está a punto de inseminarse en una clínica para ser madre. Está hasta arriba de hormonas, rasgo que será característico del personaje en su manera de sentir y de reaccionar. En teoría, lleva una vida personal muy estable, convive con su pareja, Juan, desde hace varios años. Pero Silvia tiene muchas dudas con respecto a ese embarazo.
Su aparente estabilidad se verá trastocada por la llegada de Daniel, su antiguo
superior en la policía, con el que ya investigó el caso anterior.
Durante esa época mantuvieron una relación pasional y secreta, con un dramático embarazo de por medio, que desbarató la detención de su principal sospechoso. A Silvia le ha llevado mucho tiempo superar ese episodio y este encuentro reabrirá heridas que ella creía cerradas. Deberá imponerse a Daniel silvia37 sin perder su estilo de hacer las cosas, algo que no resultará sencillo.

Daniel Velarde. Fuerte, atractivo, vehemente, egoísta, políticamente incorrecto, con un sentido del humor canalla. No confió en Silvia (su subordinada) en el pasado, ironizaba con sus métodos de investigación, más creativos. La culpó del fracaso de hace seis años, paralizando su carrera, mientras que él se marchaba a trabajar a la empresa privada con una estupenda oferta económica. Ahora que ya no es policía, el juez le obliga a volver como asesor y no lleva bien que Silvia lleve el liderazgo. No respeta las normas. Abandonó la policía dejando un caso sin resolver (el asesinato ritual similar al actual, también en Atapuerca) y una posible historia con Silvia, que nunca hubiera llegado a ser una relación.
El lujo, las fiestas, y el dinero han cambiado su carácter y le han convertido en un hombre que nada tiene que ver con el apasionado e indomable policía de sus inicios. Llevado por el lujo y los excesos, Daniel vive una vida emocionante, pero también superficial y materialista. Aun así, es muy profesional en lo que hace.
Para el juez, Daniel Velarde es el único que puede encargarse de resolver el crimen de Atapuerca. Sin embargo, ya no es policía, por lo que la única opción es que vuelva tan solo como asesor. A su antigua compañera, Silvia Guzmán, no le hace gracia tener que volver a colaborar con él ni soportar su ironía constante.
¿La mala relación entre ambos volverá a complicar la investigación?

Galder. Alemán de origen noruego, de físico imponente y belleza salvaje que trabaja en los yacimientos. Es una fuerza de la naturaleza y el principal sospechoso al haber participado también en la anterior excavación en la que apareció otro cadáver.
Obsesionado con la prehistoria y con rasgos psicópatas, quiere emular a los homínidos con prácticas extremas de sexo y violencia. Le atrae especialmente el canibalismo encontrado en las excavaciones Atapuerca. Tenía relación con Eva Santos, la segunda víctima, y antecedentes penales por acoso en Alemania.

Notas del director, Manuel Ríos San Martín

Siempre he creído en La huella del mal porque, para mí, tiene los tres elementos que necesita cualquier proyecto: un titular sorprendente, un cadáver actual en una excavación prehistórica; un entorno fascinante, como es el yacimiento de Atapuerca; y una filosofía de fondo que aúne ambos conceptos. De esta manera, nada resulta gratuito, todo está relacionado, tanto la trama de la investigación, como el lugar donde se desarrolla.

Como dice un personaje de la novela:
“La violencia es fruto de la selección natural, contribuyó a traernos hasta aquí, aunque ahora nos avergoncemos de ella y no sepamos bien cómo manejarla. Pero la violencia está, literalmente, en nuestro ADN

No me bastaba hacer un thriller intenso, sino que pretendía algo más: que tuviera una filosofía de fondo. Porque Atapuerca no es solo un entorno fascinante, sino que los huesos allí encontrados nos generan preguntas acerca de lo que realmente nos hace humanos: ¿la violencia o la empatía? En la excavación encontramos tanto casos de canibalismo como de homínidos que ayudaron a otros que estaban enfermos hace ya cientos de miles de años.

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