LA ASTRONAUTA: Complicado regreso a la Tierra

La astronauta es una de esas producciones pequeñitas que no por serlo resultan menos efectivas. De hecho, es una más que recomendable película de ciencia ficción que mezcla varios géneros y que es hábil mostrándolos todos. Caso de la Home Invasion, ese subgénero del terror en el que alguien, o algo, invade tu casa sin que tengas mucho espacio para defenderte de la amenaza.

Y es que en La astronauta, su protagonista, la Capitana Sam Walker (Kate Mara), regresa a la Tierra tras su primera misión en el espacio y en cuanto lo hace, su jefe, el General William Harris (Lawrence Fishburne), y su equipo de la NASA deciden ponerla en cuarentena, bajo vigilancia, en una casa especial, aislada en el bosque y rodeada de la máxima seguridad posible, para irle haciendo pruebas e ir viendo si su salud es la correcta después de haber pasado un tiempo fuera del planeta.

Cuando el equipo se marcha, aunque sabe que puede avisarlos si hay algún problema, de noche comienza a sentir que no está sola, y el sofisticado sistema de vigilancia le advierte, en efecto, que así es. Al comunicárselo de día a Harris empieza a entender que su realidad es bien distinta a la que ella pensó que sería cuando volvió de su misión, y comprende que va a tener que estar más alerta de lo normal en una casa en la que parecía que podía confiar.

Kate Mara interpreta a la astronauta que da título a la película
Kate Mara interpreta a la astronauta que da título a la película

La astronauta transcurre en un mismo emplazamiento, una casa con su bosque alrededor en el que vamos a ver presencias que Sam Walker divisa con claridad. Y a pesar de eso, de no diversificar los escenarios en los que desarrollar la historia, nos va a resultar una película de lo más entretenida. Casi podría tratarse de una serie B. No lo es, su apariencia, su exquisita producción y su afamado reparto no encajan en ese casillero, pero recuerda a una de ellas, de esas cintas de ciencia ficción de los años 50 con las que, a pesar del subproducto que el término peyorativo que la etiqueta Serie B sugiere, tan buenos ratos hemos pasado porque eran producciones que teniendo un presupuesto limitado estaban extremadamente cuidadas. Y se notaba.

Y La astronauta que ahora se estrena, ópera prima de Jess Varley, supone un buen ejemplo de ese cine de ciencia ficción en el que se nota una producción cuidada al máximo. Todo en ella es espléndido, desde el guión hasta unos efectos visuales que parecen de menor magnitud de lo que son. Y ese guión, escrito por la propia directora, en el que la tensión va en aumento porque la seguridad de la protagonista se va viendo más y más comprometida. Lo pasamos mal con ella, cosa que a nivel de dirección también es un acierto.

La astronauta, con sus evidentes virtudes, como tal película, no es tan original como parece. Bebe de otras que ya son clásicos del género, caso de E.T. El extraterrestre o de la cinta de Jonathan Glazer Under the skin, con Scarlett Johansson como protagonista. Es, podría decirse, Under the skin en versión comercial, porque la película de Glazer se trata como cine de culto pero de comercial tiene muy poquito. Incluso nada de nada. Pero La astronauta sí lo es, y nos recuerda en buena parte a lo que aquella planteaba. Tal vez, eso sí hay que decirlo, con un giro un poco más forzado de lo que cabría esperar y de lo que sería deseable.

Aún así, La astronauta es una película muy disfrutable en la que vamos a recuperar a dos actores que suelen trabajar en cintas de mayor envergadura, como son Kate Mara y sobre todo Lawrence Fisburne. Es una buena noticia para los cinéfilos tener a dos actores de renombre en una cinta que esperemos no pase demasiado desapercibida en una cartelera abarrotada de títulos de toda índole.

Silvia García Jerez

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