JUANA MACÍAS: Debido a los móviles los jóvenes no necesitan salir de su cuarto para ser sexualmente explotados

Juana Macías se reveló como gran directora en el año 2010, cuando Planes para mañana logró dos nominaciones a los premios Goya, una para ella en dirección nobel y otra para Aura Garrido como actriz revelación. Dos candidaturas muy merecidas porque las dos han hecho carreras muy interesantes posteriormente. Juana Macías estrenó la espléndida Embarazados en 2016 y actualmente tiene en emisión, en TVE, los capítulos de Las abogadas, serie de la que ha dirigido 3 episodios. Además, estrena en cines Las chicas de la estación, que, inspirada en hechos reales ocurridos en Mallorca, cuenta la historia de tres adolescentes internadas en un centro de menores que caen en una red de prostitución. Con motivo de la llegada a los cines de esta película, hablamos con ella.

Juana Macías tras la entrevista

La Cronosfera: ¿Supiste antes de la historia o te llegó el guión primero y así supiste de la historia?

Juana Macías: Lo primero que hice fue leer la prensa y ver las noticias sobre la violación múltiple, y todos los casos de abusos sexuales a menores y demás. Ese fue mi primer contacto con esto y de ahí surgió la idea de escribir un guión y de hacer una película. El guión es mío, junto con Isa Sánchez, y parte de ese contacto con una realidad muy impactante. Y muy indignante también. Hicimos un primer proceso de documentación, de hablar con mucha gente que conocía directamente el tema, que había tenido experiencias en ese sentido, y a partir de ahí escribimos el guión. La conexión con la realidad es absoluta. Es un guión muy personal, es muy difícil que un guión así te llegue.

La Cronosfera: Imagino que rodasteis en los lugares donde todo sucedió. ¿Cómo consigues, además de estar allí, plasmar de una manera tan física cuanto ocurre en la historia?

Juana Macías: Sí, para mí era muy importante que la película fuera auténtica en ese sentido. Había dos grandes elementos: el casting, donde podía plantear esta película de la forma en la que quería contarla, con actores al uso, y estuvimos haciendo mucho casting de calle, de institutos, de distintos sitios de España, buscando mucho en redes sociales… yendo a la realidad. El casting fue casi un año de búsqueda. Y luego también los espacios. Está rodada en Mallorca y en Madrid pero todo lo que es exterior y los lugares reconocibles yo quería que fuera allí y que fuera en esos lugares donde todo ocurrió. Eso da una verdad que si no, es difícil de conseguir.

La Cronosfera: A los espectadores les va a llamar mucho la atención Julieta Tobío, que es una revelación espectacular. Lo que hace es increíble. ¿Cómo trabajaste con ella siendo tan joven y siendo su primera película?

Juana Macías: Para mí lo importante a la hora de elegirlas era que tuvieran naturalidad y que esa naturalidad no se perdiera delante de una cámara, porque tener una cámara tan cerca y todo el rato delante de ti intimida mucho. Las tres son muy diferentes pero las tres tienen una fuerza y unas capas que la cámara capta. En el caso de Julieta, además, tiene una fotogenia que o se tiene o no se tiene. No quieres dejar de mirarla, y eso es un caso entre muchos.

La Cronosfera: Pero pasan cosas muy tremendas en la película. Aunque no se vean, sabes que están ahí. No sé si hubo necesidad de tener un psicólogo en el proceso de producción. Por otro lado, están todo el tiempo con el móvil y saben lo que hay en la calle. Es una dicotomía que no sé cómo se resolvió en el rodaje.

Juana Macías: Lo primero que necesitaba era que ellas supieran de qué iba la historia. Que supieran qué y cómo quería contarla. Es una historia en la que puedes caer en el morbo. Había cosas en las que no quería entrar. Pero tampoco te puedes quedar muy lejos de lo que está pasando para crear la incomodidad y el desagrado que pretendía conseguir. Pero para ellas y para sus padres era importante que supieran lo que estaba pasando. Eso no significa que vayamos a mostrar, sólo que nos vamos a asomar. Así lo abordamos para ellas y para los hombres con los que están y para los chavales que están con ellas. Luego, para ellas también fue importante trabajar la conexión que tienen, su amistad. Porque no se conocían y son muy distintas e intentamos crear la complicidad a través de los ensayos.

La Cronosfera: Una cosa muy llamativa de la película es esa voz en off de cada una contada por ellas mismas.

Juana Macías: Es una idea arriesgada pero para mí era muy importante dentro de la película porque es el punto de vista implícito de ellas. Ahí te metes en sus cabezas. Y te cuentan cómo describen a la otra, o hacen una descripción de ellas mismas. Cómo cuenta Jara la primera vez que fue abusada o cuando Álex está en ese chalet estupendo lleno de pederastas. Al ver un entorno tan diferente al suyo, y con tanto dinero, te cuenta para qué querría ella el dinero. Y no es para comprarse un coche o una casa sino para no tener que aguantar a los hijos de puta que se encuentra. Está diciendo mucho de ella. La forma de rodarlo también era una incógnita para mí porque no sabía si serían capaces de contar eso con la misma naturalidad. Es una propuesta que le hubiera costado a cualquier actor profesional.

La Cronosfera: En la película queda claro que ellas no son conscientes de que están siendo explotadas. ¿Bastaría con educación o hay que hacer más cambios en la sociedad para que algo así esté claro desde el punto cero?

Juana Macías: La película habla del abuso sexual a menores pero cada una de ellas tiene una actitud diferente y toman decisiones diferentes. En el caso de Jara, para mí no es una cuestión de educación. Educación sería a nivel global del respeto al otro. Jara tiene una mochila de abusos tal que sólo busca que la quieran. Busca afecto. Ella misma dice en un momento determinado: ‘Me han hecho cosas peores sin pagar.’ Ella ha normalizado algo que no es normal y en un momento dado intenta sacar beneficio de ello. Ella es la protagonista y la que tiene el cambio más bestia en la película. En el caso de Álex, si se mete en este mundo lo hace por amistad y por lealtad. Es distinto.

La Cronosfera: Hay un momento en la película en el que les quitan los móviles a los chicos porque los móviles no les ayudan nada. ¿Realmente no ayudan? Aunque no tengas el móvil estás rodeada también.

Juana Macías: Sí, lo que sí que es verdad es que las redes sociales e Internet, sobre todo a raíz de la pandemia, se ha convertido en un vehículo de explotación sexual a menores muy heavy. Hay muchos menores que tienen acceso a móvil, que se autograban y que se les ofrece dinero para que hagan eso. No necesitan salir de su cuarto para ser explotados. El tema de los móviles es muy peligroso, también en ese sentido. Es una puerta abierta al mundo y en el mundo hay de todo.

La Cronosfera: En la película se cuenta que pocos casos así se denuncian y que los que se denuncian en realidad se quedan en nada. Los espectadores van a salir con la idea de que la justicia tampoco ayuda.

Juana Macías: Ahí es donde queda mucho trabajo por hacer, mucha toma de conciencia. Denunciar esto es muy complicado y si se da ese paso, la justicia tiene que responder. Y tiene que hacerlo más rápido, estas cosas se dilatan mucho en el tiempo. Y sería la forma de disuadir a quienes buscan a menores, en la calle o por Internet, dejarles claro que esto tendrá consecuencias. Si tienes sensación de impunidad todo acaba recayendo en las posibles víctimas, las más vulnerables.

Silvia García Jerez

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