JOSÉ ANTONIO BLANCO
José Antonio Blanco lleva fuera de México 19 años, formado en la Casa del Teatro México, donde no termina de sentirse a gusto con la metodología y busca nuevas técnicas teatrales que le permitan expresarse libremente. Es en Londres donde encuentra un camino que le llevará a un lenguaje para desarrollar sus ideas.
LA CRONOSFERA: ¿Qué te encontrabas haciendo antes de que nos confinaran?
JOSÉ ANTONIO BLANCO: Fue un tiempo muy difícil para mí, había fallecido mi madre, me encontraba en un break.
Mi madre falleció en noviembre del 2019, fui a México al funeral y regresé, ya para marzo no tenía ganas de hacer shows. Lo que me costó más trabajo como creador y como persona fue no tener ingresos porque todo se paró. Alquilaba un departamento y mi habitación la dejaba para huéspedes de AIRBNB, también soy maestro de yoga, masajes y terapias alternativas y no hacía clases porque en la escuela que trabajaba no habían clases, todo se cerró. Todo eso hizo que me mudara de Londres a RAMSKEIT, que es un pueblo que está en la costa este del Reino Unido, cerca de DOVER, en RAMSGATE ahí tengo una amiga y productora que hace espectáculos de cabaret y que tiene mucha experiencia en organizar eventos de ese tipo, Burlesque, performance, etc. Hicimos un proyecto de video cabaret, en el cual tuvo el apoyo del ARTS COUNSIL del Reino Unido, eran videos que reflejaran el espíritu del cabaret en vivo en un formato para la pantalla.
Soy parte de una tropa Cabaret que se llama LiPSINKERS, nuestro trabajo es LIPSYNCING que consiste en sincronizar los labios a la palabra o canciones, TEATRO DRAG, que no es intentar imitar o hacer como si fueras el artista del cual estas interpretando su canción, no es hacer una imitación.
Las canciones se ponen en un contexto teatral, crean escenas o situaciones con referencias directas o indirectas a la canción haciendo acciones físicas y se presenta una escena. Fue mi primera curación en la pandemia.
«Ha sido un poco extraño, supongo que la gente que iba a los eventos tenía muchas ganas, sin embargo nos encontrábamos con la inseguridad de lo que iba a suceder, la energía no estaba tan presente».
En cuanto al trabajo creativo durante la pandemia SCREAMING ALLEY ‘s. Fue un cabaret visual, zoom meeting, como si fuera un programa de TV. Yo era uno de los conductores y se hacían concursos en los que la gente podía participar desde casa, gracias a las habilidades de zoom se elegía quien estar en el SPOTLIGHT y en casa se podría ver quien participaba en los concursos, como ejemplo “¿Cómo hacer un maquillaje con comida?” Había cátsup, salsa, condimentos y era muy gracioso. De acuerdo al challenge la gente participaba desde casa y era como estar juntos en un evento en vivo, pero desde el confinamiento, era muy divertido.
LA CRONOSFERA: ¿Y qué fue lo primero que hiciste cuando se levantó el confinamiento?
JOSÉ ANTONIO BLANCO: Lo primero que hice fue SCREAMING ALLEY ‘s en vivo . Un evento de variedad.
También me tocó ir a Londres a hacer eventos dobles, porque la capacidad estaba restringida y hacíamos dos shows con aforo restringido y estaba bien porque el pago también estaba mejor.
LA CRONOSFERA: ¿Y el ambiente?
JOSÉ ANTONIO BLANCO: Ha sido un poco extraño, supongo que la gente que iba a los eventos tenía muchas ganas, sin embargo nos encontrábamos con la inseguridad de lo que iba a suceder, la energía no estaba tan presente. Dependía mucho del evento, hicimos un evento en un parque, en ELLINGTON PARK al aire libre, había mucha gente. Mi trabajo se volvió más alegre, elevé la vibración. La gente estaba con confianza. Progresivamente la gente ha estado más abierta, pero ha costado trabajo.
Todo va regresando al estatus precovid. Hace unas cuatro semanas aquí en Reino Unido ya no se necesita hacer test, ya no traemos mascarillas por las calles, todo se siente más libre. En el West End en donde están las grandes producciones teatrales hay unas filas enormes para entrar, la gente tiene ganas. En Edimburgo van hacer un festival que es muy concurrido, hay mucha comedia, teatro experimental, se llena de espectáculos y en cualquier esquina había algo teatral y este año no sé si va a ser como en otros, pero se ve que todo apunta a recuperar nuestra vida.
LA CRONOSFERA: ¿CÓMO FUE TU ADAPTACIÓN DE UN PAÍS A OTRO?
JOSÉ ANTONIO BLANCO: Fue muy excitante adaptarme a vivir en Londres. Lenguaje y cultura diferente, sentirme en un mundo distinto. En cuestión profesional, no elegí un tipo de arte buscado por las masas, di con la escuela de mimo y aquí fui buscando y mezclando todo mi conocimiento escénico, el cabaret fue lo que más me ha dado espacio para experimentar y crear mi propio trabajo de acuerdo a lo que quiero expresar, puedo trabajar solo o con otras personas, con texto o no, las posibilidades son muy grandes. Al mismo tiempo he tenido que desarrollar otras disciplinas como el yoga, las terapias alternativas, los masajes. Ahora con la edad, me pregunto por qué no le hice caso a mi papá (Risas) Es broma, quiero seguir investigando, por ejemplo, quiero hacer psicoterapia para ampliar mi conocimiento en escena, pero ahora es como un fin en sí mismo.
«Estuve en Casa Del Teatro tres años, y me encontraba estudiando en San Cayetano, me sentía restringido en la cuestión física, la aproximación al personaje se me hizo muy mental, muy teórica, eso nunca me favoreció»
Estuve en Casa Del Teatro, tres años, y me encontraba estudiando en San Cayetano, me sentía restringido en la cuestión física, la aproximación al personaje se me hizo muy mental, muy teórica, eso nunca me favoreció, sentía que había que hacer una creación partir de una persona que no era yo. Cuando trabajamos “Loco amor” de Sam Shepard el personaje que a mi me tocaba encarnar era muy diferente a lo que yo era, porque era un personaje muy macho y yo en esos días tenía mucha energía femenina, y eso se volvió un obstáculo, porque psicológicamente la pregunta era: ¿Cómo voy hacer un personaje tan masculino cuando mi energía es más femenina? ¿Qué tengo que romper o violentar de mi propia personalidad? Sin intentar abordarlo por la corporalidad. Aunque de la gente de mi generación yo era el único que tenía la capacidad acrobática para realizar las exigencias del personaje, por ejemplo, había una escena en donde tenía que hacer un mortal hacia atrás y yo sabía hacerlo, pero mentalmente el proceso psicológico lo tenía que abordar diferente y no sucedió porque no era el método que se practicaba en la escuela y me echaron de Casa del Teatro. Entonces pensé en que tenía que buscar otra forma de construir a los personajes sin que yo, necesariamente tuviera que cambiar mentalmente y busqué otra metodología que encontré en el Diplomado del Teatro del Cuerpo que dirigía en ese tiempo el maestro Jorge Vargas, Antonio Peñuñuri, Alicia Sánchez, Alicia Martínez Álvarez, con técnicas muy diferentes como la del mimo corporal o la máscara neutra, o la técnica de Decroux, fue el otro lado de la moneda, de la que me habían enseñado en Casa del Teatro y me atrajo mucho.
Después de estar trabajando con esas técnicas y de trabajar en algunos montajes, vi la oportunidad de aplicar para una beca de estudios en el extranjero en Londres, para la Escuela Internacional de Teatro del Cuerpo y Mimo Corporal y así fue como vine a dar aquí. En enero del 2003. Hace 19 años.
LA CRONOSFERA: ¿Alguna diferencia que ves entre México y Londres en tu desarrollo artístico?
JOSÉ ANTONIO BLANCO: Es muy difícil establecer una diferencia concreta pero por ejemplo, en vez de clasificarse actor, pienso más como PERFORMER, en México ese concepto es específico, aquí el concepto es muy amplio: En México un PERFORMER hace un tipo específico de representaciones. Hay como una pretensión intelectual y aquí, es alguien que se dedica a trabajar en la escena, haces un show o performance, cualquier cosa que haces en un escenario, sea un teatro sea un parque, aquí es más abierto. No me considero un actor convencional.