Ingrid García Jonsson: Cordelia me ha generado mucha ansiedad
Mitad sueca mitad española, esta actriz deslumbró a espectadores y críticos cuando protagonizó Hermosa juventud y fue, debido a su espléndido trabajo, candidata al Goya a la mejor intérprete revelación de un año con muchísimo nivel en el que la vencedora fue la también indiscutible Nerea Barros por La isla mínima.
Pero el film de Jaime Rosales nos descubrió a una chica a tener en cuenta en la pantalla grande y así la vimos hablando inglés en la cinta de terror Sweet Home, dando vida a un pequeño personaje en la comedia Embarazados, a la novia de Mario Casas en Toro y ahora estrena Acantilado, película basada en la novela El contenido del silencio, de Lucía Etxebarria, en la que Cordelia, la joven a la que interpreta, se transforma en el alma de la historia. Con ella, con Ingrid, estuvimos hablando en relación con su personaje en la ficción.
La Cronosfera: La verdad es que llevas un año estupendo.
Ingrid García Jonsson: Sí, estoy súper contenta. Es alucinante.
L. C.: Toro es estupenda, me lo pasé muy bien con ella.
I. G. J.: Es buena peli, ¿eh? Yo me lo pasé súper bien rodándola, además. Es del año pasado, y quizá porque el personaje es el más pequeño y no tienes tanta responsabilidad, pero la verdad es que me lo pasé bomba.
L. C.: ¿Qué tiene que tener una película para que quieras hacerla?
I. G. J.: Hay tantas razones… También depende mucho del momento, pero bueno, que el guion esté bien. Eso es esencial, que el guion tenga algo, que me lo lea del tirón y no me aburra, que el personaje sea interesante, que haya buenos compañeros, que sea un director, o directora, con la que me apetezca muchísimo trabajar… O, sinceramente, si me pagan súper bien probablemente también me cueste mucho decir que no, porque al final hay que comer. Hay muchísimas razones. Yo por lo general, lo que sí hago y espero hacer hasta que me muera, son cosas que luego pueda recomendar a la gente y de las que no me diera vergüenza hablar, por lo que sea. Y que como mujer sean chicas reales, o que se me den la oportunidad de transformarlas en mujeres de verdad. Me parece que eso es muy importante.
L. C.: No de mujer florero.
I. G. J.: Claro, hacer chicas que no tienen nada que decir pues no. Que llamen a otra.
L. C.: ¿Y qué tenía Acantilado para que quisieras hacerla?
I. G. J.: Era un personaje muy diferente a todo lo que había hecho. A mí siempre me atraen los personajes más oscuros y más frágiles porque tienen como un mundo interior que te tienes que currar, y esa fue la razón principal. Y luego mira, si Goya Toledo dice que sí, Daniel Grao dice que sí, Juana Acosta dice que sí, ¿voy a decir yo que no? ¿Estamos locos?
L. C.: Además, tienes un personaje precioso.
I. G. J.: Cordelia es una chica muy problemática. Es una chica que, desgraciadamente, en su infancia, casi adolescencia, perdió a su madre, perdió a su padre y a los pocos años también perdió a su hermano por un error que ambos cometieron. Entonces carga con esa culpa y se dedica a buscar en otras personas la familia que le falta. Es un personaje que vaga entre la lucidez y la locura, de pronto está deprimida, luego contenta… Es una chica que no sabes muy bien por dónde cogerla. Además, en la peli se presenta de una manera muy fragmentada y es una chica muy difícil de comprender. En guion también. Y como espectadores razonables que somos, cuando ves a alguien entrar en una secta pensamos: «¡Huye de ahí! ¿Por qué haces eso?» Pero es que es el lugar en el que ella está cómoda y donde la aceptan tal y como es. Nadie intenta cambiarla. Y luego, encuentra a la madre que siempre estuvo buscando.
L. C.: ¿Te habías leído previamente la novela?
I. G. J.: No. No suelo, solo trabajo con los guiones y con personas reales. Así que investigué con chicas que tenían problemas, hablé con psicoanalistas para comprenderla a ella, pero yo creo que una novela ya es una transcripción de la realidad y yo trabajo ya con el guion porque si vas haciendo copia de copia de copia al final el personaje queda más vacío. Es mejor ir a la matriz y al fondo, que es el personaje y que son las Cordelias que hay en el día a día, más que basarse en una novela porque las novelas cada uno la interpretará de manera diferente. Las cosas en las películas no tienen que ser igual porque para eso está la novela. Además, si hubiera leído la novela y hubiera habido algo que no estuviera en el guion y que me hubiese encantado ya habría sido cabezonería mía incluirlo, y mejor no crear conflictos.
L. C.: Hay una cosa que me encanta de tu personaje, y es que, aunque sea secundario, es muy protagonista porque psicológcamente lo es.
I. G. J.: Sí, es el factor desencadenante de toda la historia. Si ella no hubiera desaparecido, o si realmente hubiera fallecido o no en ese suicidio, la película no existiría. Hay gente que dice que soy la prota de la peli. Yo no lo creo, porque los protagonistas son otros, porque los que tienen el viaje emocional son otros personajes, pero sí, la verdad es que me gusta ser el meollo.
L. C.: Pero yo también veo un viaje emocional en tu personaje, en el sentido de que empiezas una relación con una mujer y luego te quedas prendada de un hombre dentro de la secta. Es como si ésta te hubiera cambiado una vez estás dentro.
I. G. J.: Cordelia es un personaje que no sabe cómo amar. Entonces confunde todo, confunde sexualidad, confunde amistad y confunde familia. Para ella es todo lo mismo. Cuando ve algo que le gusta va a por todas, porque no ha aprendido a amar. Cuando tuvo que aprender no lo aprendió y en la secta es donde ella se va encontrando como persona, curiosamente, porque no es el lugar, pero es que el personaje está perdidísimo. Creo que si Heidi no hubiese actuado con ella como madre ni le hubiese puesto las barreras que le pone, ella no hubiese tenido la relación. Porque la secta es un lugar donde no te esperas encontrarte con nada, ni descubrirte a ti como persona, pero ella lo hace porque es la primera vez que la gente la acepta tal y como es. Yo creo que ese es el problema, que si su madre hubiese estado ahí, esta chica con esas tendencias depresivas no hubiese acabado de esta manera. Pero como no tiene a nadie que la cuide y pasa lo que pasa. Hasta que no la cuidan no se hace mayor.
L. C.: ¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de hacer esta película?
I. G. J.: Yo soy una persona muy racional y Cordelia no lo es para nada. Entonces, en todas las escenas tenía la lucha interna de la voz en el fondo de mi cabeza que me decía: «Sal de la secta. No te creas lo que te están diciendo. Te están engañando. Huye.» Luchar contra mi instinto básico ha sido muy complicado. Me ha generado mucha ansiedad. Había veces que estaba comiendo a un ritmo que yo decía: «madre mía, para. Para, que una cosa es el personaje y otra cosa eres tú.» Eso para mí ha sido lo más difícil. Por lo general me dan personajes echados para adelante que para mí son más fáciles de hacer.
Después de un instante de reflexión, la actriz continúa con los retos a los que se ha enfrentado en esta película:
Y luego también comprender muy bien lo que quería Helena (Taberna, guionista y directora del film), porque es una película que nada entre distintos géneros. No es un thriller, no es una película de personajes, entonces era necesario entender los códigos en los que ella estaba trabajando, porque creo que tiene mucha contención. Y también ella fue descubriendo la película a medida que avanzábamos.
L. C.: Por lo que cuentas, ¿te ha costado más quitarte de encima este personaje una vez acabado el rodaje?
I. G. J.: Por lo general no se me quedan. No soy el personaje, no iba siendo Cordelia por la calle ni nada, pero sí que dejan un poso, porque de repente te ves viviendo situaciones que te hacen plantearte ciertas cosas. Eso está muy bien porque te abre miras y te vuelve más tolerante. Entonces sí que es verdad que todos los personajes me cambian un poquito y me enseñan cosas. De ahí a llevármelos a casa, ya no. Si me tengo que pegar la llorera o la risa, me la pego allí.
Lamentablemente se nos acaba el tiempo y tenemos que dejar aquí la entrevista. Felicitamos a Ingrid por su estupendo trabajo y le deseamos que la película vaya muy bien en su recorrido comercial.
Silvia García Jerez