HERETIC: La religión como encrucijada
El 1 de enero de 2025 llega a los cines una gran película. Heretic. El título ya dice mucho sobre qué clase de cinta de terror nos vamos a encontrar. No será la clásica encerrona de sus protagonistas en una casa con un loco que las quiere matar, eso sería muy obvio y los creadores del universo Un lugar tranquilo, sus guionistas Scott Becks y Bryan Woods, huyen de ese tipo de tópicos. En Heretic vuelven a huir una vez más. Pero esta vez con más acierto que en la trilogía Un lugar tranquilo, que tiene sus aciertos y unos cuantos, bastantes, errores. Sobre todo la primera y la tercera. Porque, por ejemplo, digamos que resulta bastante increíble que una mujer dé a luz sin hacer ruido por no llamar la atención de los bichos que están exterminando la Tierra…
En Heretic no nos vamos cuestionar errores de guión, está bastante bien armado en esta ocasión, sobre todo en la primera hora, que es la que más novedades trae al género. Luego ya es un poco más convencional pero en cualquier caso apenas pierde su nivel de ingenio. Aquí, sus guionistas y directores nos presentan a un par de chicas, la hermana Barnes (Sophie Tatcher) y la hermana Paxton (Chloe East), dos jóvenes de la iglesia mormona que van casa por casa intentando que sus inquilinos se unan a ellas en la creencia de dicha religión, y llegan a la de Mr. Reed (Hugh Grant), un auténtico ‘gentelman’, muy amable, que las invita a entrar para escucharlas como se merecen.
Pero Mr. Reed, está claro por la conversación, ha leído mucho más que ellas: Reed es leer en inglés y el juego de palabras es evidente. Las chicas están fascinadas con él. Es un tipo divertido, con sentido del humor y con una amplia cultura, mucho más que la que ellas tienen, al respecto de la religión. Y de la vida.
A pesar de la reunión tan agradable que se ha creado hay algo oscuro que vuela en el ambiente. Las chicas comienzan a sospechar que no todo es tan estupendo como parece. Llega un momento en el que se plantean marcharse pero ahora salir de allí no será tan fácil como pueda parecer.
Heretic es justo lo contrario a una ‘home invasion’. Ese subgénero de terror que consiste en que unos extraños invadan tu casa para matarte invierte sus normas para ser las que entren aquellas que no puedan salir y quien vive dentro el que maneje la situación. Y Mr. Reed lo hace con unas armas asombrosas. Nada de un cuchillo o un hacha. Conversación. Cultura. Conocimientos. A Heretic no hemos venido a correr para sobrevivir, hemos venido a pensar. A razonar. ¡Qué cosas!
Es una vuelta de tuerca alucinante para el género, sobre todo respecto al tema alrededor del que gira la reunión, que es la religión. La película pone a la religión como encrucijada.
Heretic. Con el título ya lo dice todo, pero hay que verla para comprobar hasta qué punto ese despliegue dialéctico acerca de la religión va suponiendo una ratonera para las chicas.
Y es que los diálogos a los que nos vamos a enfrentar son de una categoría excelente. Son muy brillantes. Vamos a quedarnos fascinados con ellos. Y son, para tratarse de un film de terror, extremadamente divertidos. Porque resultan apasionantes. Muy agudos y de lo más pertinentes.
Pero el guión cuenta con otro acierto, y tal vez éste tenga incluso más mérito que el anterior, y es que nunca, por muchas películas del género que hayamos visto, respeta las reglas por las que muchos otros, casi todos, acaban siendo copias exactas de títulos anteriores. En Heretic no sólo no vamos a ver lo mismo, es que no sabemos lo que vamos a ver porque nunca sigue el patrón del género y no tenemos ni idea de cuál será el siguiente paso a seguir. Incluso una vez dado ese paso tampoco éste lleva a ningún lugar común. Aunque pueda parecerlo. Estamos a merced de unos guionistas que nos llevan por completo a su terreno, por un camino nuevo, únicamente trazado por ellos.
El guión es un acierto tal que debería haber estado nominado a los Globos de Oro. Sólo lo ha conseguido su protagonista, Hugh Grant. Es candidato, el próximo 5 de enero, a ganar el de mejor actor dramático. Lo más probable es que no lo consiga, pero estar ahí es un hito, ya que el género de terror suele estar siempre ausente de nominaciones y premios. El año pasado también lo estuvo Nicolas Cage por la estupenda Dream Scenario, y fue una candidatura muy acertada. Y eso que Cage ya ha probado en varias ocasiones el cine de terror, además del fantástico, pero no estamos acostumbrados a que sus trabajos sean reconocidos de esa forma.
No es el caso de Hugh Grant. El intérprete británico es una leyenda, pero para el género de la comedia romántica. Cuatro bodas y un funeral, Notthing Hill, El diario de Bridges Jones o Love Actually han colocado su nombre a la altura de un mito dentro del género. Tanto es así que los villanos hacia los que estaba girando en su carrera, que no han sido uno ni dos aunque no citaremos los títulos, obviamente, han resultado llamativos porque se trata de un registro diferente. Está claro que con la edad (tiene 64 años) la comedia romántica no encaja en sus estándares -y que en la industria británica aquellas cintas míticas ya no están en sus calendarios de producción y muchos de sus actores ni siquiera ruedan películas con regularidad- así que Grant tenía que cambiar de objetivo. Y el terror siempre tiene un público enorme.

En Heretic está fantástico. Resulta encantador, divertido, inquietante y monstruoso dependiendo del momento. cubre todos los registros posibles en las casi dos horas que dura. Y hay que admirar el resultado de su trabajo. Y la valentía de ser un actor tan famoso y haberse metido en un proyecto tan complicado. Porque hablar de religión, y en los términos en los que lo hace, puede resultar incómodo para muchos espectadores. Incluso polémico. Más de uno no se la va a tomar bien. Pero insistimos en que el título de la película es indicativo de muchas cosas, no sólo del género al que está adscrita.
Hugh Grant, por lo tanto, ya puede ir grabando también su nombre con letras de oro en un nuevo género. Le falta consolidarse en el musical, donde ya brilló en la olvidada Yo la letra y tú la música, junto a Drew Barrymore. Pero claro, esa también era comedia romántica. Olvidada en cualquier caso. Esperemos que Heretic sí entre en las más recordadas de su carrera. De esta nueva etapa de su carrera.
Lo malo del conjunto es el tramo final. No en su fondo, que es fabuloso, en su forma, pero aún así podemos pasar por alto algún detalle un poco discutible porque el global es tan sobresaliente, porque lo hemos pasado tan bien en el viaje desde que las chicas entraran a la casa, que el aplauso se lo va a llevar igual. Es una de las grandes películas de terror de 2024, de las pocas realmente brillantes que se han visto en estos meses, pero su distribución la lleva a primeros de enero y ya cuenta para 2025. Y es excelente vista en un año y vista en el otro. Y en cualquiera en que decidamos repetirla, porque una película tan juguetona la vamos a querer ver muchas veces.
Silvia García Jerez