Festival Cine Por Mujeres: Clase y calidad

La VI edición del Festival Cine por Mujeres llega a su final, y lo hace por todo lo alto: confirmando que es una cita ineludible entre las que se dan en la capital. Porque el cine hecho por mujeres cada día es más importante, cada día tiene más seguidores, gana más premios y cada vez más obtiene el reconocimiento que se merece. Festivales, crítica y público se rinden a la evidencia de que las mujeres hacen un cine extraordinario, con personalidad propia y con la aceptación de academias y de públicos diversos que se vuelcan con sus títulos tanto en los festivales como después, en los estrenos comerciales de esas películas.

El Festival Cine por Mujeres este año lo inauguró Un amor, de Isabel Coixet, una de las películas más esperadas de este último tramo de estrenos tardíos de la temporada de premios. El próximo 10 de noviembre se podrá ver en los cines comerciales esta fiel adaptación de la novela de Sara Mesa protagonizada por Laia Costa, Hovik Kauchkerian y Hugo Silva, los tres, por cierto, superlativos en la película.

Un momento de ‘El maestro que prometió el mar’
Un momento de ‘El maestro que prometió el mar’

Un amor tuvo un lleno total en el Festival de Cine por Mujeres. Había expectación y el público respondió a la misma. No fue la única que lo logró, también hay que decirlo. Hubo llenos en Vidas pasadas, de Celine Song, El maestro que prometió el mar, de Patricia Font o en la cinta ganadora de la Palma de Oro en Cannes, Anatomía de una caída, de Justine Triet. No es de extrañar, son joyas inmensas que merecen las ganas que sus buenas críticas están haciendo generar. Películas que se han visto en distintas sedes del festival, porque ha tenido varias, habida cuenta de la cantidad de títulos que se han visto en el certamen desde que el 24 de octubre diera comienzo. El Círculo de Bellas Artes, la Sala Berlanga o la Cineteca del Matadero han sido algunas de ellas, pero no las únicas, porque también el documental mexicano El Eco, de Tatiana Huezo, otro de los títulos más esperados del festival, se vio en la Fundación Casa de México de España.

Películas con un éxito consolidado, como Lady Bird y Mujercitas, de Greta Gerwig o 20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola; que debieron tener más del que tuvieron, como Vasil, de Avelina Prat, ¡Salta!, de Olga Osorio o la Concha de Oro de San Sebastián, O Corno, de Jaione Camborda; que han tenido mucha aceptación por parte de crítica y público como Creatura, de Elena Martín Gimeno o que siguen teniendo reconocimiento, caso de Chinas, de Arantxa Echevarría. Todas ellas han pasado por las pantallas de este Festival Cine por Mujeres.

Anatomía de una caída
La caída que da lugar al título de ‘Anatomía de una caída’

Especial interés genero Anatomía de una caída. Lógico: ganó la Palma de Oro en Cannes y se estrena en nuestras salas el 6 de diciembre, por lo que era de imaginar que la sala de la Cineteca se llenaría. Y se llenó. Y La Cronosfera consiguió una entrada para estar en la sala y puede testificar que no se oía una mosca durante la proyección. Dos horas y media de cine absorbente para contarnos un juicio en el que la mujer del marido caído y muerto es la principal sospechosa de que la caída no haya sido tal. El público salía entusiasmado, no es para menos, pero también con la congoja con la que la película te atrapa durante todo el metraje. Menuda angustia. Qué ben contada está, qué bien la dirige Justine Triet. Ganó la Palma de Oro pero podría haberse hecho con cualquier otro premio, guión, dirección o mejor actriz. Y en los Oscar, aunque no la haya enviado Francia, debería constar en esas categorías. Sandra Hüller, protagonista de la alemana Tony Erdmann, interpreta aquí también el papel principal, una mujer de la que el espectador duda tanto como la sala en la que se la juzga. Es una actriz colosal que llena de naturalidad la pantalla. También está presente en La zona de interés, pero esa no figuraba en el programa del festival porque la dirige Jonathan Glazer, no una mujer, pero se trata de las dos películas que más alabanzas lograron de la sección oficial de Cannes. No está mal el promedio de aciertos que lleva la alemana este año.

El maestro que prometió el mar, de Patricia Font, también llenó su sala, la Berlanga, como ya hemos indicado. La película fue la ganadora del premio a la mejor película española del certamen, dotado con 3.000€ en descuentos de alquiler de equipos cinematográficos, por cortesía de la empresa RC Service, de cara al próximo trabajo de su directora, Patricia Font, y a ese premio se le añade un teléfono móvil modelo 13 Lite, cortesía de Xiaomi Iberia. El jurado estaba formado por los periodistas María Cabal, Verónica Dávila y Diego Dacosta, pertenecientes a la Asociación Blogos de Oro.

Y fue un premio completamente merecido. Buena deliberación del jurado. Hay que aplaudirla porque El maestro que prometió el mar es una película sensacional que cuenta la vida como docente del catalán Antoni Benaiges en un pueblecito de Burgos en el año en que comenzó la Guerra Civil española. Basada en la novela de Francesc Escribano, se trata de un homenaje a su memoria, la de un profesor entregado a sus alumnos con unos métodos de enseñanza que se han comparado, porque hoy se puede comparar con él, con los de John Keating, el protagonista de El club de los poetas muertos, interpretado por Robin Williams. Lo que ocurre es que cada uno en su contexto, porque Benaiges enseñaba aquello que era vanguardia en 1936, nada que ver con la poesía de aquel al que se dirigieron sus pupilos con el famoso ‘¡Oh, capitán, mi capitán!’ que siempre nos pone la carne de gallina. Benaiges en la piel de Enric Auquer también nos la pone. Menuda joya de interpretación nos regala. Un personaje precioso e inolvidable, como lo fue también el Don Gregorio de Fernando Fernán Gómez de La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda, película que por cierto se ambienta, ésta sí, en la misma época que El maestro que prometió el mar.

Teresa
Asier Etxeandía y Blanca portillo en ‘Teresa’

Y otro lleno: el de la clausura. El cierre oficial del festival. Y digo oficial porque aún le han seguido dos días más de programación, entre ellos el 5 de noviembre, para proyectar las películas ganadoras, El maestro que prometió el mar , dentro del cine español, y How to have sex, de Molly Manning Walker, como película internacional, cinta que se estrenará en cines en enero. El cierre oficial del Festival Cine por Mujeres tuvo lugar el 3 de noviembre en el Palacio de la Prensa con la proyección, tras la entrega de premios, de Teresa, de Paula Ortiz. Otra de las películas más esperadas del certamen tras las magníficas críticas cosechadas en el festival de Valladolid, donde tuvo lugar su premiere. Presentada por la propia Paula Ortiz, a la que acompañaron uno de sus productores y Greta Fernández, la actriz que interpreta a la Teresa joven, la cinta estuvo muy bien arropada.

Basada en La lengua en pedazos, obra (Premio Nacional de Literatura Dramática) de Juan Mayorga, Blanca Portillo y Asier Etxeandía se hacen con la pantalla, sobre todo ella, que es inmensa. Pero ambos la llenan, los dos le saben sacar partido a un texto no siempre acertado, a veces farragoso y otras errático, pero sus actores le otorgan tanta fuerza que es imposible dejar de mirarlos. Asier es un actor fabuloso pero es que Blanco Portillo es asombrosa. Con un solo gesto ya se ha merecido todos los premios de la temporada, está sublime. Y la película es pura Paula Ortiz, preciosismo hipnótico, incluso en los momentos más dolorosos. Qué bonito dirige. Otra cosa, ya digo, es el texto del que se ocupa, muchas veces por debajo de su propio trabajo.

Ha sido una gozada asistir a la VI edición del Festival Cine por Mujeres. Es una maravilla comprobar la aceptación que provoca y el interés que suscita. En según qué películas, más que muchas dirigidas por hombres. No debe haber distinción, ni por parte del público ni por parte de los productores. Es bueno que haya festivales que resalten que las mujeres hacemos buen cine pero también sería bueno que no hubiera que hacerlos porque eso significaría que ya lo teníamos más que claro, más que asumido. Pero si no se hiciera nos perderíamos esta colección de grandes títulos disponibles a lo largo de once días, en distintas sedes, para descubrir las cintas que aún no hemos visto o para volver a ver aquellas que ya sabemos que nos encantan.

Silvia García Jerez

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