ESPERANZA PEDREÑO: Cuando quitaron ‘Camera Café’ nos dejó a todos en cortocircuito
Esperanza Pedreño es la intérprete que daba vida a Mari Carmen Cañizares en Camera Café, la serie que empezó a emitirse en 2005 en Telecinco, tras el informativo de la noche, concluyendo sus temporadas en septiembre de 2009. Fue un hito, es difícil encontrar a alguien que no la conozca, que no la viera entonces o que no la haya recuperado después. Pero ahora sus personajes regresan a la gran pantalla de la mano de casi el mismo equipo encargado de la serie, y entre ellos nos vamos a reencontrar con Cañizares, la secretaria de Victoria (Ana Milán), ahora con una situación personal diferente. Con su actriz hemos hablado y nos ha contado, entre otros detalles, cómo ha sido salir de la sala del café ampliando el universo de la serie.
La Cronosfera: Que se estrene Camera Café, la película, es una gran noticia, tanto para los fans de la serie como para quienes no la conozcan.
Esperanza Pedreño: Claro que sí. Aparte, que estamos ya muy acostumbrados a noticias malas y necesitamos las buenas también. Las buenas obras, y esta es una buena obra. Una película de esta serie, que fue mítica.
La Cronosfera: ¿Cómo ha sido el reencuentro?
Esperanza Pedreño: Más que un reencuentro ha sido una necesidad de volver a conectar con este proyecto, que cuando lo quitaron de la tele nos dejó a todos un poco en cortocircuito, porque hubiéramos continuado, pero bueno. Estas cosas de las cadenas… nos quedamos con las ganas de continuarlo de alguna manera. Y aunque sea extraño hacerlo a través de una película, el cine ahora mismo nos ha aportado a nosotros mucho. Y al proyecto de Camera Café le ha aportado nuevas perspectivas.
La Cronosfera: ¿Cómo nace el personaje de Cañizares?
Esperanza Pedreño: El personaje estaba ya creado. Nosotros veníamos de jugar con la versión italiana, aunque el origen del proyecto era francés. Pero en Italia estaba funcionando muy bien y una productora italiana, Magnolia, lo rescató para traerlo a España con actores españoles. Luego, fue un acierto la panda del director, Luis Guridi, que junto con Pepón y Juanito, crearon este humor, trasladaron el humor de la serie al humor español, y con ese potencial de talentos nace Cañizares. El nombre se lo pusieron Pepón y Juanito, los creadores de la versión española. El vestuario es de María José Araujo, que trabajó también en la serie, con lo cual en la película está también su impronta. El trabajo de vestuario es tan impactante en la peli como en la serie. Y en realidad es un clown, Cañizares es un clown augusto, torpe, o tonto, del circo ruso, el augusto, muy apoyado con un equipo de trabajo donde es imposible sacar la ternura, o la risa, sin contar con la mirada del otro. Yo aporto lo que soy yo, pero poco más.
La Cronosfera: ¿Y a nivel vocal haces algo especial con Cañizares?
Esperanza Pedreño: Los actores colocamos el meterlo en boca, que le hacía mucha gracia a mi madre eso de meterlo en boca. Pues metemos en boca a los personajes y no nos cuesta. Quizá la intuición, o lo que sea, nos lleva a registros cada vez que nos enfrentamos a un texto, registros vocales diferentes. Y Cañizares tiene uno, que es muy particular. Pero hay otros.
La Cronosfera: Aparte de la imagen de Cañizares, te pasas toda la película con la figura del personaje de Bernardo, interpretado por César Sarachu, que en la película aparece solo como figura.
Esperanza Pedreño: Es un recuerdo que tiene ella de Bernardo.
La Cronosfera: Me parece un detalle fabuloso. Pero viendo la película pensaba que aquí está incluido en tono de comedia, pero en realidad es una carga dramática con la que mucha gente puede sentirse identificada.
Esperanza Pedreño: Es una carga muy fuerte en el personaje de Cañizares. De hecho, hubo que matizar algunas cosas que hablé con Ernesto, porque ese recuerdo la traba mucho a ella, y eso es muy triste. Y había que matizar algunas cosas. Sí, lo hablamos. Porque estar tan sometida a alguien que ya no está es difícil.
La Cronosfera: Sí, eso me llamó mucho la atención, aparte de que me gustó mucho. Es que le da una dimensión nueva al personaje.
Esperanza Pedreño: Sí, Cañizares en la película no es un personaje que lleve la impronta del humor, como otros. En la película tiene un componente que le ha dado Ernesto muy tierno y romántico. Dentro de que el personaje es gracioso porque la gente lo reconoce, pero en la peli es como un sueño.
La Cronosfera: ¿Cómo habéis trabajado con él? No sé si su faceta de actor muy gracioso la ha llevado también a la dirección.
Esperanza Pedreño: Un rodaje cinematográfico con 100 personas no admite muchas paradas para el humor, pero aún así veías que se lo estaban pasando bien, que estaban trabajando a gusto. Y nosotros también. La serie sí nos posibilitaba poder tener momentos de diversión, pero aquí los tiempos son distintos, todo cuesta mucho dinero y estas cosas de distender se dejan para una fiesta.
La Cronosfera: Ahora en la película salís de la salita de café, que queda un poco como Leit-Motiv para recordarnos la serie de la que venimos, pero salimos de ahí, tanto a la oficina como fuera, a la calle. ¿Cómo crees que va a reaccionar el espectador ante este nuevo formato?
Esperanza Pedreño: Con muchísima emoción, como reaccionamos nosotros cuando vimos los planos en el combo durante el rodaje. Al ver el plano te emociona. La gente, en Málaga, lo ha recibido con un aplauso.
La Cronosfera: ¿Cómo es trabajar con Javier Botet?
Esperanza Pedreño: Formidable. La primera vez que vi la película no me fijé tanto, pero el otro día, en Málaga, disfruté muchísimo de su trabajo. Me parece un actor muy bueno. También Ingrid, me sorprendió mucho el trabajo que hace. Pero en este segundo pase, ese personaje tan difícil que hace, lo he visto fantástico. Las aportaciones que hemos tenido han sido todas extraordinarias. Y con Botet repetimos el mismo arquetipo romántico que se producía con Bernardo. Dejamos caminos nuevos por abrir, pero hemos conectado muy bien.
La Cronosfera: ¿Tienes algún amuleto, como el globo de la película?
Esperanza Pedreño: No… o sí. Hago rituales distintos dependiendo de la obra. Puede ser un jersey, una horquilla, o rituales alimenticios, dependiendo de la obra. No es algo que me lleve al camerino y lo ponga ahí. Hay actrices que sí, pero yo no.
Silvia García Jerez