ENTREVISTAMOS A JAUME BALAGUERÓ Y A SUS MUSAS, MANUELA VELLÉS Y LEONOR WATLING
Tras la convocatoria a los Medios, asistimos a la Premiere Week en Madrid para el estreno de Musa.
Charlamos con su director sobre la inspiración y sufrimiento, junto a las actrices españolas de un reparto internacional.
La Cronosfera: Musa recuerda a Los sin nombre y sus créditos a los de Westworld, con esa impresionante imagen final para empezar un filme, que ofrece muchas lecturas y parte de la novela La dama número 13 de J. C. Somoza. ¿Te planteaste trabajar el guión con él?
Jaume Balagueró: Exactamente trabajarlo con él, no me lo planteé, pero sí que le consultamos varias veces. De hecho, Fernando, el co-guionista, y yo, le mandamos todas las versiones y tomamos en cuenta sus opiniones. Él estuvo siempre; siempre estuvimos en contacto, pero sí que nos planteamos inmiscuirle de alguna forma…
L. C.: Y ahí está su cameo, apareciendo brevemente como un profesor…
J. Balagueró: Y está estupendo.
L. C.: De 13 damas a 7 musas. Ambos, números mágicos y/o malditos. ¿Cuestión de metraje o superstición?
J. Balagueró: Estuvimos pensándolo mucho. Queríamos ser fieles a la numerología, pero si manteníamos las 13 era muy difícil desarrollarlas, dando un personaje a cada una; algo imposible. Y decidimos hacer siete, al final, aunque realmente desarrollamos cuatro, porque narrativamente era mejor poder contar con algunas, que pudieras conocer y temer.
L. C.: Musa ofrece nuevas lecturas sobre la obsesión e inspiración, incluso del duelo. Pero sobre todo, está el sufrimiento del artista. ¿La creación implica soledad y sufrimiento, como un parto?
J. Balagueró: La creación es un parto. Lo que pasa que es un sufrimiento bueno y lo recordarás como algo bueno -y de repente, sonríe y comenta que va a ser padre por segunda vez y está deseando ver con su hijo la nueva versión de Jumanji–. Pero el sufrimiento nace la creación y creo que siempre hay tormento. Y creo en esa soledad que dices. Creo en la soledad, porque creo en la mirada. Creo que cuando alguien cuenta la historia la cuenta con su mirada. No creo mucho en esas teorías sobre hacer una película democráticamente, todos opinando; me cuesta, creo que tiene que haber una sólo una mirada.
L. C.: ¿Has visto Verónica de Paco Plaza, co-director de tu exitosa Rec? Esa mirada de instituto vallecano con alumnas poseías y Héroes del silencio, sonando de fondo…
J. Balgueró: Me gustó mucho. Sobre todo la relación de las hermanas; de esas niñas maravillosas que te las crees y te van metiendo en ese ambiente…
L. C.: Soy fan de Regreso al futuro. Cuéntame cómo llega Christopher Llyod a Musa. ¿Qué tal fue rodar con él?
J. Balagueró: Fue una propuesta del director de casting. Estábamos en Irlanda, buscando actores y pensó que podría funcionar. Le mandamos el guión, le encantó y dijo que si, enseguida. Luego, fue genial conocerle para el equipo, porque es un equipo de una generación que ha crecido también con Regreso al futuro, Y además, él es encantador y super amable.
L. C.: Rodasteis en Dublín, creo que también en Barcelona, que aparece en el libro junto a Burgos, Toledo y Madrid. Me figuro que el cambio de localizaciones fue cuestión de producción.
J. Balagueró: Exacto.
L. C.: El personaje de Franka Potente, esa gran amiga que le regala una pluma para que vuelva a escribir, opina que un escritor de terror sexy y los poetas aburridos. Ella; fumeta, amante del esoterismo y experta en Milton… A ti, Jaume, ¿qué cosas te inspiran, te ponen?
J. Balaguero. Bueno, muchas cosas…Yo era lector de poesía cuando era joven.Ahora no tanto, pero leía Goytisolo, por ejemplo, pero lo que más me pone es el verso de la Divina Comedia de Dante que aparece en la película: ‘Vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza’. Lo leí y dije; yo quiero hacer eso, quiero que ese verso sea una película.
L. C.: Lo recita Manuela Vellés al comienzo del film. Y luego, está también Leonor Watling. ¿Has tenido a las musas deseadas?
J. Balaguero: Leonor y Manuela las tenía en la cabeza. Son actrices con las que tenía muchas ganas de trabajar. Con Leonor, muchas y ni nos conocíamos. Pero a Manuela ya la conocía, aunque tenía muchas ganas de trabajar con ella, desde que la vi en Camino… Una película que me volvió loco. No viene al caso, pero me conmovió, con ese punto sobrenatural que en el fondo, está defendiendo que hay algo más. Muy bonito. Desde entonces, quería a Manuela, pero me parecía difícil que accediera; fíjate que se desnuda y todo es muy físico. Con ese tipo de desnudez que no es erótica pero…
L. C.: La escena de la bañera es brutal, muy física, aunque ni se mueva.
J. Balgueró: También es salvaje. Pero tenía que ser así, y yo sabía que era un poco complejo. Se lo dije a ella, desde el principio: Manuela, va a ser muy bestia. Y ella: que sí, que sí…
Y LAS MUSAS APARECEN
Leonor Watling y Manuela Vellés, tan estupendas en el film como en el pase de prensa, e igual de encantadoras en la premiere en Madrid.
Hablamos con ellas del caso Weinstein que ronda cualquier entrevista últimamente. Reconocen que no han vivido nada parecido y que toda denuncia es necesaria en cualquier ámbito, no sólo en el mundo cine. Pero preferimos hablar de Musa y de los personajes de mujeres que tienen mucho que contar.
L. C.: ¿Qué tal fue el rodaje con vuestras compañeras brujas?
Leonor Watling: Un divertido aquelarre. Con las que coincidimos fue genial. Recuerdo cuando vimos a Joanne Whalley, ya vestida de musa y nos quedamos alucinadas ¡Era el personaje!
L. C.: En Musa encontramos 6 mujeres y una niña, frente a tres hombres y un niño. Mayoría de féminas.
Estamos en un momento con muchas historias femeninas, las nuevas series…
Manuela Vellés: Me encanta que se hable del tema femenino. Se ha escondido mucho y creo que la mujer ha tenido pudores, que no le han preguntado y entonces no se ha hablado. Creo que la clave está en abrirse más y en dejar de esconder Y en creer que tenemos la posibilidad de poder hacerlo. Ahora se escriben historias reales de mujeres, de cómo somos realmente, pero para eso tenemos también que mostrarnos y nos hemos escondido mucho y durante tanto tiempo. No nos han dejado y pero eso me interesa que cada vez nos mostramos más.
L. C.: Manuela, qué te atrajo de tu personaje. ¿Cómo lo preparaste? Es un trabajo muy físico.
Manuela Vellés: Suponía un reto y que viniera de la mano de Jaume era un sí. Es un thriller que me apetecía mucho; no es que sea muy fan del cine de terror, pero por supuesto que conocía Mientras duermes, que es un thriller que me gusta mucho, con ese tipo de terror psicológico. Además me divertía lo que tenía hacer y mi personaje me parece un reto. Las cosas que más me gustan, siempre son retos. Fue un trabajo super físico y me preparé mucho. Pasé mucho frío también. Pero me estimula mucho este tipo de películas con tanta acción y utilizar mi cuerpo de mil maneras. además Jaume me dirija mucho el cuerpo también. Con él me sentí segura y me tiré a la red… Me decía que era como un animal, como esa serpiente que te engatusa y te lleva; muy reptil en los movimientos y también por la mirada.
L. C.: ¿Conocíais la novela? ¿Alguna la había leído?
Leonor Watling: Yo no la conocía pero el guión me voló la cabeza.
Manuela Vellés: Yo tampoco la he leído. Me apeteció leérmela cuando conocí al escritor en Sitges. Pero a veces, al trabajar en películas basadas en libros, en realidad, todas las cosas que te aporta la novela, a veces, no tienen porque verse en la película y entonces, no sirven. Cada vez tiendo más a trabajar lo simple, focalizando en las dos cosas que quiero trabajar. Creo que la película ya es compleja en sí y no veía necesaria tanta información. La quiero leer; tiene que ser muy buena para que Jaume decida hacer una película.
L. C.: ¿Qué opináis de ese sufrimiento del artista y de esa soledad para crear, que puede llegar a engullir a un@ mismo y a los demás? Ambas combináis cine con canción y conocéis esos procesos cercanos; en tu caso, Leonor, unido a la composición musical…
Leonor Watling: Creo que hay mucho mito con esto, que viene del romanticismo con aquello del artista que acaba suicidándose. Pero si hay una parte de soledad necesaria. No de una soledad que aplaste a los que tienes alrededor, sino de una soledad sana, buscada. Hace falta esa soledad porque si no, no puedes pensar. Necesitas aburrirte. El aburrimiento es necesario; por eso hace falta la soledad, porque si se está rodeado de gente, al final no te aburres… Y luego, existe algo, no sé si es como una condensación de sinapsis, que de repente, junta cosas que estaban ahí y allá y ploc (hace el sonido y parece atrapar algo en el aire), se condensa una idea que llevaba como un mes, ahí dando vueltas, y se decanta. No sé lo que es, pero sí hay una una musa, una sensación de musa… Y por eso da tanta angustia también, porque es una sensación que no controlas. Que también lo puedes controlar, claro, porque hay ciertas cosas que si sabes que haces… Si lees buenos libros, si escuchas buena música, si ves buenas pelis… Si te alimentas de cosas buenas y te sientas a trabajar, al final esas musas aparecen. Existen, pero no como super maldición.
Manuel Vellés: De alguna manera desnudas el alma y estás entregando una parte de ti. Hay algo en ser artista que implica entrega algo tuyo. Tienes que ser muy sensible y si eres sensible, las cosas te afectan mucho. Luego, suelen ser cosas de tus entrañas, de tu ser más íntimo y exponerlo a los demás, entiendo que de mucho miedo… Además está esa soledad, escucharse a uno mismo, que creo que es un poco la búsqueda de uno mismo, y no llega si tienes mucha ruido, incluso muchas opiniones… Aunque la estimulación tiene que venir de fuera, digamos, pero uno tiene que escucharse para ver cómo se siente… Es interesante como lo ves y creo que está en la película. Soy muy consciente que para que están las buenas cosas, tienen que estar también las malas; el infierno tiene que existir para que exista un cielo. Ya está todo escrito y tiene que haber esa dualidad de las cosas y dicen que de lo malo, de cualquier crisis, se aprende. Y es que el ser humano lo que buscan, en realidad, son las faltas; para mejorar y por pura supervivencia, creo. Está en nuestra escena, en nuestro cerebro… Yo asumo lo que soy, e intento entender la realidad como viene; sin quejarme, sin sufrir, bueno, solamente lo justo, pero creo que hay que entender la vida como viene y a veces, hay cosas que simplemente hay que aceptar.
L. C.: Para terminar, ¿podéis adelantarnos próximos proyectos?
Manuela Vellés: Tengo pendiente de estreno: Alegría, tristeza, miedo, rabia, con Roberto Álamo y Carlos Bardem. Y también Las siete muertes de Gerardo Herrero, rodada en Santo Domingo.
Leonor Watling: Empiezo ahora con el nuevo disco, que vamos a grabar para que salga en primavera. Y estoy con una cosa de televisión, muy contenta, pero no me deja decir nada, nada, nada…
Y Leonor va bajando la voz, seductora, como cualquier musa que se precie.
Mariló C. Calvo