Entrevistamos a Luis Tosar y Asier Etxeandia, protagonistas de «Ma Ma», de Julio Medem
«Con los tres personajes se hace un abanico de todo lo que rodea a esta enfermedad, que son los familiares, el enfermo y los médicos que la curan.
Los tres estamos representando a las víctimas de esto. Por lo menos retratar lo que se vive, normalizarlo y sacar algo bello de todo esto.»
Quien hace estas afirmaciones es el actor Asier Etxeandia, uno de los intérpretes principales, junto a Penélope Cruz y Luis Tosar de «Ma ma«, lo nuevo del director Julio Medem, ausente de las pantallas desde que hace cinco años estrenara la también bellísima «Habitación en Roma». «La Cronosfera» pudo hablar con los protagonistas masculinos de la película e intercambiar con ellos, con los dos juntos, impresiones sobre la película que supone el regreso al cine español de la madrileña Penélope Cruz.
Luis Tosar corrobora la idea que podemos tener de que el rodaje de esta cinta, que gira alrededor de una mujer en lucha frente al cáncer de pecho, fue especialmente emotivo para todos los que en él participaron: «nosotros pudimos comprobar en el rodaje que todo el mundo estaba hiper sensibilizado con la historia. Es verdad que la apuesta de Julio va más hacia la vida que hacia la muerte. La circunstancia es el dolor, la perdida, la muerte, pero el tema de la película es el amor, es otra cosa.»
El ganador de tres premios Goya, entre ellos el de mejor actor por «Celda 211», afirma al respecto de su personaje en «Ma ma» que «yo tengo más que ver con Arturo que con cualquiera de los personajes que haya interpretado, como Malamadre. Yo no tengo nada que ver con esa gente. Pero es verdad que no me habían dado mucha oportunidad de trabajar la fragilidad.»
Ambos, tanto Asier Etxeandia como Luis Tosar, han vivido de cerca el cáncer. Tosar explica que «en mi familia, por desgracia, se han muerto muchos. Nadie tan cercano al núcleo más interno de la familia, por suerte, pero algún amigo también se me ha muerto, hace años.»
Asier, por su parte, lo ha tenido aún más cerca: «Yo ya viví la pérdida por cáncer de una persona muy cercana y fue terrorífico para mí, pero una vez pasado el duelo, hacer la película ha sido como una liberación: poder hablar de este tema y homenajearlo y vivirlo desde un lado tan bonito como el personaje de Magda, que lo único que haces es quererla y admirarla y enamorarte… Es como yo quisiera que se viera y como recuerdo a mi madre y como fue todo. He sido muy feliz haciendo esta pelicula, he sentido emociones muy puras y he aprendido mucho con Julián (su personaje). También ha sido un honor estar con Julio, con Penélope, con Luis. Estaba muy nervioso por estar con ellos, por dar la talla.»
La película, todos los espectadores que vayan a verla, a disfrutarla, no es el dramón que aparenta. El tema es muy duro, cierto, pero el enfoque y el tono que Julio Medem le ha dado no es dramático, al contrario. Quien recuerde «Mar adentro», de Alejandro Amenábar, sabrá en qué línea se mueve «Ma ma». No con exactitud, porque no son equivalentes, pero los resultados sí son comparables. No es una cinta como «El aceite de la vida», aquella joya que no por serlo era menos difícil de ver. Donde el trabajo de George Miller con Susan Sarandon era verdaderamente duro, éste de Medem es un drama visto desde la luz y por momentos, desde el humor. Incluso desde minutos musicales, algo que a más de un espectador le llamará la atención pero que está perfectamente justificado, porque la vida, ni inmersa en una enfermedad semejante, es continuamente dramática.
Al respecto de las canciones que se interpretan en la película, Luis y Asier nos contaron esto:
Luis Tosar.: Las escenas cantando fueron muy divertidas, lo pasamos muy bien, y con Asier facilísimas, claro.
Asier Etxeandia.: Hubo alguna escena que no está, que cantamos más a «sotto voce», pero cantar con Luis fue muy bien, muy bonito.
Luis Tosar: También tuvimos una sesión de grabación en el estudio que fue muy guay. Hay muchas cosas que se caen cuando llega el montaje, pero la suerte que hemos tenido es que las hemos podido hacer.
Y nuestra suerte es poder ver una película tan bonita. Se nota en cada plano el amor que Julio Medem le pone a lo que hace, y cuando la cinta se acaba y componemos en nuestro recuerdo lo que acabamos de ver, también llegamos a la conclusión de que Medem es un autor total, con un sello personal que lleva su marca desde el principio hasta el final. No muchos directores pueden afirmar tal cosa y además salir bien parados de sus creaciones.
Silvia Gacría Jerez