Eduard Fernández: mi afonía en Lesa Humanitat se nota y queda bien

El día 21 de diciembre llega a nuestras pantallas Lesa Humanitat, un documental dirigido por el argentino Héctor Fáver en el que se mira a nuestra historia más reciente para hacer una radiografía de un presente marcado por el pasado. La Cronosfera habló con él y con el actor Eduard Fernández, el narrador de la película, sobre el proceso de creación del documental, sobre lo que aprendieron de quienes intervienen en él y acerca de todo lo que descubrieron haciéndolo.

Cartel de LESA HUMANITAT
Cartel de LESA HUMANITAT

La Cronosfera: ¿Cómo surge la idea de llevar a cabo Lesa Humanitat?
Héctor Fáver: La idea desde el primer momento fue hacer una película para aportar un granito de arena a la gente que lucha, a las asociaciones y personas que luchan contra la impunidad y los crímenes del franquismo. Hay un abogado, Carlos Eslepoy, que es una de las personas que salen en la película, el abogado argentino, que ha fallecido hace unos meses…
Eduard Fernández: ¡Qué pena!
H.F.: Sí, porque he vivido una amistad con él muy grande, y viéndolo trabajar, que aparte había colaborado un poco con mi anterior película, Invocación. Entonces la idea era aportar algo, con una película, a la lucha de estas personas. Es así como nace. No iba a ser fácil, porque era obvio que no íbamos a tener, y así ha sido, ninguna ayuda de nadie, ni subvenciones ni historias. Pero bueno, a trompicones y gracias al grupo de personas que han colaborado, hemos conseguido que exista la película.
L.C.: He visto en el documental imágenes de archivo recientes y otras no tanto, ¿qué facilidad hubo para conseguirlas?
H.F.: Para mí más importante que el material de archivo es una cosa: que, lamentablemente, esta película no habla del pasado, habla del presente. Es una película sobre la impunidad. Y claro, tenemos estas antiguas en blanco y negro que se ven mal, pero también tenemos en color y actuales. Y este es el tema.
E.F.: Claro.
H.F.: Tenemos hoy en día a gobernantes en democracia declarando cosas completamente inadmisibles. Burlándose de la Memoria Histórica. De alguna manera burlándose de las personas que quieren una justicia, ya no solo de familiares que quieren recuperar a sus seres queridos, sino que es un insulto a toda la población. Porque somos el segundo país con más desaparecidos. No es algo que le atañe únicamente a los que tienen familiares, es a todos. Yo creo que esto lo que hace es que tengamos una democracia enferma. Y si tenemos una democracia enferma esto nos hace daño a todos. Más allá de si tenemos algún familiar desaparecido.
L.C.: Una de las cosas que me preguntaba era si Lesa Humanitat había nacido en base a que tuvieras un familiar desaparecido.
H.F.: Es que los crímenes de Lesa Humanitat nos atañen a todos. Yo, particularmente, no tengo ningún familiar en una fosa en España. Pero insisto, no creo que sea un tema que no ataña a todos. A nivel mío personal la película cierra un poco una trilogía: La memoria del agua, una película sobre el Holocausto, e Invocación, que es una película sobre los desaparecidos en Argentina por la dictadura militar de Videla. Y Lesa Humanitat tiene que ver con el franquismo, con los crímenes de lesa humanidad y con la impunidad y la vinculación entre todo. Porque en esta película salen los nazis, la dictadura argentina, porque hay una vinculación directa entre el franquismo y los nazis. La ayuda de los nazis al franquismo. La vinculación del franquismo con esa impunidad que tenemos ahora. La vinculación del franquismo con las dictaduras latinoamericanas. La vinculación, ya en democracia, con dictaduras latinoamericanas. Por lo tanto, no son diferentes temas que más o menos tienen alguna cosa en común. Están todos vinculados.

Eduard Fernández y Hector Fáver en la promoción de LESA HUMANITAT
Eduard Fernández y Hector Fáver en la promoción de LESA HUMANITAT

L.C.: ¿En qué momento entra Eduard Fernández en el proyecto?
E.F.: Habíamos hablado desde el principio. Yo estudié con Héctor hace muchos años dirección de cine en el CEC en Barcelona y nos conocemos desde entonces. Hemos seguido manteniendo contacto y hace tiempo que me dijo que iba a rodar este documental. No sé si habíamos hablado ya de hacer la voz, no sé cómo fue, pero vaya, poco a poco fuimos hablando de esto, me pidió esto, que pusiera la voz, y a mí me pareció muy bien. Es, como dice él, colaborar en que esto salga a la luz. Por otro lado, para mí es un placer, ya como participante y como espectador, conocer muchos más datos que no tenía, cosas muy concretas, y creo que hay que saber lo que ocurrió en el franquismo, en la Transición, lo que se dijo en la Transición de que hizo como se pudo y demás. Cuarenta años después de la Transición yo creo que sería el momento, o que sería extraño que en este país no se pudiese hablar con tranquilidad de las cosas que ocurrieron, que haya gente que tenga que pedir perdón, otros que sean perdonados, la fosas habría que abrirlas, pero es que no tiene sentido que no se haga… Habría que hablar de esto con absoluta naturalidad, y si eso no se hace es que realmente esta democracia está enferma y pasa algo. Y algo grave. Porque debería ser algo de pura humanidad saber lo que ha ocurrido con los niños robados. Me parece que es el momento y que eso debería ser así.
L.C.: Hablando del miedo, el ex juez Garzón habla de ello con respecto a su familia pero yo en él veo sobre todo tristeza.
H.F.: Hay tristeza porque es inadmisible que se tenga que vivir en esta situación. El miedo existe porque cosas de la dictadura franquista siguen estando presentes. Hoy vemos que la gente no puede sacar a sus familiares de las fosas, está el Valle de los Caídos, hay nombres de criminales franquistas por todo el callejero, torturadores confesos y orgullosos que están en la calle. Hay elementos que hacen que uno pueda tener miedo. A eso hay que sumar el hecho de la ignorancia o el desconocimiento de la gente con estos temas. Y todo esto es un cóctel que hace que se diga que todo esto ya pasó, que olvidémoslo. Y no es así. Hablan de que no hay que abrir las heridas, ¿pero cuándo se han cerrado? Hay una serie de elementos que hacen que España, que es una democracia, en este aspecto de derechos humanos y de dignidad con lo que ha pasado en la dictadura, sea algo atroz. El conjunto hace que España sea particular. En Argentina, en Alemania, en muchos países donde ha habido barbaridades, en una manera mayor o menor se ha trabajado para que ya en democracia se haga un mínimo de justicia y reparación. Aquí no hay nada, o casi nada. Está lo que se llama la Querella Argentina, y de la misma manera que en su día víctimas argentinas, que en Argentina no se hacía nada para juzgar a los criminales y se ha pedido ayuda a la justicia española, ahora es alrevés. El problema es que no los extraditan tampoco. Es decir, en España no solamente no se está haciendo nada para que se juzgue a los criminales sino que tampoco se permite que lo haga otro país. Es algo inadmisible. Ya son ochenta años de anomalía, pero de ellos, la mitad es en democracia.
E.F.: Pero es normal que haya miedo, creo yo, porque no hubo una ruptura después de la dictadura respecto a la democracia. Hubo un paso suave, amable, sin cortar nada, que estaba basado en el miedo. Que estaba basado en el cuidado con el ruido de sables. Por tanto, eso se ha ido heredando de alguna manera. Y cuidado con eso, que se hizo muy bien y no tocarlo. Creo que cuarenta años después es el momento de hablar con franqueza, de tocarlo. Decía ‘Chato’ Galante que igual sí se ha avanzado en los últimos tiempos. Que cuando él iba al Congreso le recibían dos y que ahora se puede aprobar una ley. Se ha avanzado bastante. Él está confiado y yo confío en él.
H.F.: Habría que preguntar a la gente que ha estado gobernando toda esta democracia, que expliquen y digan claramente por qué no han hecho justicia, no se está pidiendo otra cosa. Esto se ha hecho en Alemania. En la Alemania de la señora Merkel es delito cosas que aquí se pueden decir y hacer tranquilamente. Y yo no creo que la señora Merkel sea una bolchevique revolucionaria peligrosa. Si no hablamos ya de izquierda o derecha sino de dignidad y derechos humanos que en una democracia no tendría que ser una opción, sino una obligación. La democracia no es solamente que se permita votar.
L.C.: ¿Qué habéis aprendido haciendo el documental?
E.F.: Que España sea el segundo país con más desaparecidos del mundo, el robo de niños sistemático y organizado hasta entrada la democracia. La impunidad, la relatividad de la Transición… y luego se me ocurren mil preguntas. Como dice Héctor: ¿por qué no habéis hecho nada? Es algo que me cuesta explicármelo. A veces uno se siente un poco ingenuo porque los poderosos piensan de otra manera y soy incapaz de pensar como ellos, realmente, por muy actor que sea. Hay porqués que no llego a imaginar.

Los campos de concentración alemanes también aparecen en LESA HUMANITAT
Los campos de concentración alemanes también tienen cabida en LESA HUMANITAT

L.C.: A nivel de locución, ¿se trabaja igual que en el doblaje, con takes y tiempos determinados?
E.F.: Eso no tiene más misterio que irlo haciendo poco a poco. Estando el director al lado. Yo aquel día estaba afónico. Las cosas van como van y luego todo tiene su sentido. Realmente se me nota la afonía en la narración, pero queda bien. Tiene sentido y le da un punto dramático y cierta calma que creo que es bueno. A mí me gustó mucho hacerlo, disfruté haciéndolo.
L.C.: De toda la cantidad de invitados que tiene Lesa Humanitat, ¿hasta qué punto todos estuvieron disponibles?
H.F.: Todos han colaborado sin ningún problema. Para mí ha sido un aprendizaje compartir tiempo con todas estas personas. Aprendes no solamente por cosas que te implican sino principalmente viéndolos luchar como luchan. El aprendizaje no solamente es formación, hay otro tipo de aprendizaje, quizá el más importante. Todas las personas con las que he trabajado en la película, no solo los que salen de las asociaciones, han luchado para que este proyecto pudiera salir adelante y ese es un aprendizaje también importante.
L.C.: ¿Se ha quedado mucho material fuera?
H.F.: Hay algo que queríamos poner y no hemos podido porque no teníamos los derechos. Al final, cuando tenemos una declaración de Rajoy y otra de Pablo Casado, queríamos también poner una de Hernando que ha dicho que las personas empezaban a acordarse de sus padres y abuelos por las subvenciones…
E.F.: Es realmente muy grave que en el partido de este señor no le hayan dicho que qué barbaridad había dicho.
H.F.: Esas imágenes, del canal 13, no las teníamos y no hemos podido ponerlas, pero sí podemos estar ahora hablando de ello.
L.C.: ¿Qué facilidad ha habido para estrenar el documental?
H.F.: Eso tendrás que preguntárselo a Ramón Térmens (el productor de la cinta), que está empezando con todo esto. Es una película difícil. Ya el género documental en sí mismo en este país es difícil. Pero vamos a ver. De la misma manera que hemos luchado para que salga la película, vamos a luchar para que se vea. No solo de estreno tradicional en cines sino, y muy importante, para que se vea en universidades e institutos, porque lamentablemente, y no es culpa de la gente joven, hay una desinformación absoluta.

Silvia García Jerez

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