Dados: en busca de un yo
Me viene a la cabeza esta frase de Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999): «Porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma», de cuando La Agrado (Antonia San Juan) sale al escenario a hablar sobre cirugía estética y el dineral que se ha dejado en hacerse a medida. Después: desconocimiento, género, tabú, binarismo, prejuicio, sufrimiento, etiqueta, privilegio, culpa, violencia y derecho. También, miedo y adolescencia. Sobre todo, RECHAZO en mayúsculas. Y vergüenza. Pero Dados, el montaje de José Padilla sobre identidad de género, es una carta de amor a uno mismo, una propuesta luminosa que combina teatro social con ciencia ficción.
Yo creo que los géneros son accidentales, que pueden cruzarse en algún punto de la carretera, en una curva mal señalizada y chocar o dar un volantazo y esquivar al silencio. Ese desequilibrio valiente es la comedia. Y en ella se pueden disparar millones de balas. Algo parecido ocurre con el alma de Padilla. Su empatía y delicadeza le permiten traspasar todas las barreras. Dados es un flechazo.
Esta noche no vamos a bordo de una nave espacial ni se va a acabar el mundo como en El viaje: Las crónicas de Peter Sanchidrián Vol. II. Estamos en una tienda de cómics y juegos de rol. Son las ocho y está cerrada. O, al menos, debería estarlo. Dentro está X -una Almudena Puyo insegura, desafiante y sin respiro-, un chaval de 16 años que trabaja aquí y aprovecha cuando se queda solo para grabar un podcast. Música. Comienza a moverse, baila. Se crece. Pienso en Rocky justo antes de subirse al ring. Esto empieza. De pronto, aparece un tipo mayor que él, un cliente que se hace llamar Y -un Juan Blanco vibrante, creciente y sincero-. Quiere comprar cómics o juegos de rol. Es un regalo, dice. Para su novia. X se asusta, desconfía y hasta se muestra desafiante. El azar de los dados y una partida a Dragones y mazmorras les descubrirá un secreto esencial para ambos.
Reconozco que el Premio Max 2019 a Mejor Espectáculo Juvenil (obra de Ventrículo Veloz) me echaba para atrás porque mi experiencia con el teatro para jóvenes es nefasta. Porque rechazo la jerga moderna que roza la memez y no me caben en la cabeza algunos de los mecanismos que se utilizan para llegar al público adolescente, como adaptar los versos de Shakespeare a una canción de C. Tangana o vestir a Julieta con los disfraces de Rosalía. Pero Padilla explora su ritmo y su lenguaje en Dados desde el humanismo e induce al espectador a un viaje a su propia identidad. El tránsito continúa.
FECHA: 24 Sep – 5 Oct 2019
HORARIO: Martes a Sábados, 18:45 h.
Domingo 29 Sep, 21:30 h.
ESPACIO: El Ambigú del Teatro Pavón Kamikaze