CUERPO DE ÉLITE: policías en misión secreta
El Cuerpo de élite (la CIA española, el MI6 británico equivalente en nuestro país) de Joaquín Mazón, director habitual de capítulos de exitosas series como Doctor Mateo, Con el culo al aire o Allí abajo, y primerizo en las lides de un largometraje, está formado por un legionario, un ertzaina, un agente de movilidad, una guardia civil y un mosso d´esquadra. Aparentemente el mejor de cada comunidad autónoma de la que son reclutados, sustituyen al anterior cuerpo de élite, fallecido al comienzo de la película en acto de servicio.
La misión encomendada: localizar al terrorista que ha robado la vieja bomba sumergida en la playa de Palomares. Pero antes de poder dedicarse a cumplirla deberán pasar por el férreo entrenamiento al que serán sometidos por el sargento Pérez, un profesional intachable que no les pasará ni una en el proceso.
Intérpretes como Carlos Areces, Joaquín Reyes, María León, Miki Esparbé o Rober Bodegas componen el amplio espectro de cómicos con la difícil tarea de que ningún espectador deje de reír debido a sus ocurrencias o a sus torpezas, que de todo hay y de todo tiene que haber para cumplir las normas del género de la risa.
Pero no solo ellos son presencias que nada más aparecer en la pantalla predisponen a pasar un buen rato, también Silvia Abril, Jordi Sánchez o Andoni Aguirregomezkorta, a quien conocemos por sus intervenciones en el programa de humor Vaya semanita, ayudan a sus compañeros. Aunque tal vez la que más haga por la causa sea Pepa Aniorte, la agente Camacho, proveniente de Murcia, que ofrece algunos de los momentos más hilarantes del metraje. Si la comedia fuera un género más proclive a ser premiado, Aniorte no debería faltar en la lista de candidaturas al Goya.
Aunque no todo es tan divertido como parece: tras provocar espléndidas carcajadas en su inicio, Cuerpo de élite las diluye para dar paso a la acción que requiere la resolución de la misión, algo lógico si tenemos en cuenta la progresión natural de una historia que evoluciona, y con ella, los géneros de que se vale la cinta para contarla. Pero si nos fijamos en el hecho de que Cuerpo de élite no es otra cosa que una parodia de las películas de agentes, tal y como lo fue Loca Academia de Policía, concluimos que la nuestra no tiene la fuerza de aquella, y debería, porque la resolución de un caso no es incompatible con seguir riendo, como bien demostró Top Secret, probablemente la más famosa parodia del cine de espías que se recuerde.
Pese a todo, si algo hay que agradecerle a Cuerpo de élite es ser profundamente española (ya solo la misión a abordar contiene datos que únicamente pueden darse en nuestros lares) retratando la sociedad en la que vivimos a niveles de humor salvaje y muy afilado. Crítica política, crítica a prejuicios variados o a las distintas consideraciones de las diferentes comunidades autónomas, según qué representantes de otras hablen de ellas, están presentes en una película que por momentos recuerda a su referente más cercano: Ocho apellidos vascos. Y a su secuela. Tal ejercicio de autocrítica se agradece… una vez más. Porque no hay nada como que una comedia nos ponga delante el espejo que todos necesitamos para vernos tal cual somos. Y qué mejor si la superficie nos rebota nuestra imagen risas mediante.
Silvia García Jerez