Cinco sonetos para Alien: Covenant

Alien, el octavo pasajero
llega a finales de los setenta
y la ciencia ficción reinventa
con auténtico esmero.

Descubrimos a la teniente Ripley,
un mito del cine reciente,
con Ridley Scott al frente
dirigiendo a la gran Sigourney.

El primer alien que conocimos nacía
del personaje de John Hurt, Kane,
y un verdadero shock suponía

porque su cuerpo no estaba inane
cuando a su hora comía
junto a la tripulación de la nave.

Más Aliens vinieron, una segunda, una tercera…
también Prometheus, anterior a todas,
y ahora se estrena, como marca la moda,
la secuela de la que se sitúa primera.

Alien: Covenant, en este caso se llama,
por la nave en la que hibernando viajan
pero sus sueños, vaya, no cuajan,
son despertados con alarma.

El lugar al que llegan parece tranquilo,
pero los xenoformos los esperan
y nos tienen a todos en vilo.

Y el Alien ataca, no hay otra manera,
a veces bruscamente, otras con sigilo,
pero siempre con el terror como bandera.

Desde Prometheus está Michael Fassbender,
estrella también de esta entrega,
para sus fans no hay ninguna pega…
debido a su talento, se entiende.

También tenemos a Danny, estrella femenina,
no es Ripley, cualquiera se da cuenta;
Katherine Waterston la interpreta,
y aunque sin brillar, se atiene a la disciplina.

Alien: Covenant atrapa desde el trailer,
pero la espectacularidad viene de serie
con los famosos diseños de H. G. Giger.

Lo normal es que desde 1979 se admire
el concepto y el universo Alien
aunque una por una tengan sus matices.

En concreto esta de la que ahora hablamos
es de las entregas que más nota merecen
incluso en momentos en que los peros crecen
porque el conjunto es de alabanza sin sarcasmo.

El Xenomorfo ya cuenta con un origen,
todo empieza a cuadrar en esta saga
porque Prometheus no se acercaba
a las explicaciones que los fans exigen.

Parece que habrá hasta cinco precuelas,
Awakening, según Scott, será el próximo título,
pero no nos desviemos de la estela,

que ahora Covenant es el estímulo
para llenar cines a toda vela
y comenzar a cerrar el círculo.

Si hay alguien que se pregunte
si Alien: Covenant es sangrienta
no existe una mejor respuesta
que que hay que estar al quite.

Pero lo principal, lo que va primero,
es el buen rato que se pasa,
la acción y el suspense, que arrasan,
en este nuevo torbellino del género.

El alien saliendo por la espalda
es la nueva vuelta de tuerca
que Ridley Scott nos muestra:

con solo verlo ya te balda
pero será un momento legendario extra,
como lo fue el: «¡Aléjate de ella, puerca!»

Silvia García Jerez