GARZÓN/ASSANGE, el juez y el rebelde
El hombre más buscado en 30m2
Recluido en tres estancias, un cuarto de baño y un diminuto balcón; así continúa el día a día de Julian Assange. Aunque ya han pasado un par de semanas desde que fueran archivados los cargos de la Fiscalía Sueca por supuesto delito de violación, el ciber-activista australiano aún mantiene la acusación por incumplir la libertad provisional en Reino Unido. Y además, si dejara ese país, EEUU le reclamaría para juzgarle por espionaje.
Así vive el fundador de WikiLeaks; vigilando y preso en la Embajada de Ecuador en Londres, para evitar ser extraditado por la supuesta causa sexual. Y van cinco años.
Es inexplicable pero mantiene la cordura. No ha dejado su organización ni de seguir trabajando. Admiro su tenacidad, apunta Juan Pancorbo, co-director junto a Clara López Rubio de Garzón/Assange, el juez y el rebelde. Documental que nos acerca al hombre más buscado en 30m2 y a quienes luchan para que pueda salir de casa.
Cada día, un equipo de abogad@s sin cobrar, llevan los asuntos legales de su encarcelamiento y sus derechos individuales, tanto como los referentes a la libertad de expresión, seguridad estatal y falta de transparencia, que a tod@s repercute. No desisten. Y al mando de tan peculiar bufete; Baltasar Garzón, un ex-magistrado acusado de prevaricación y experto en Justicia Universal contra los regímenes de ex-dictadores. Otra controvertida personalidad.

Siguiendo los procesos judiciales, las reuniones de letrados y el periplo por el ámbito diplomático con viajes por España, Suiza, Gran Bretaña, Alemania, Suecia, Ecuador y Norteamérica; la cinta nos ofrece un acceso privilegiado a los protagonistas, imágenes inéditas facilitadas por Wikileaks y un interesante material exclusivo del interior de la embajada-cárcel.
Asimismo aparecen los testimonios de Michael Ratner, abogado de Assange en Estados Unidos; Renata Ávila, abogada guatemalteca especializada en Derechos Humanos; Sarah Harrison, directora de investigaciones de WikiLeaks; y Ricardo Patiño, Ministro de Exteriores de Ecuador.
Durante el doc vemos la auténtica relación de los verdaderos protagonistas; ya sea en castellano, o en inglés, porque aunque Garzón no lo domina, se entienden perfectamente y se reconocen. Los dos son rebeldes, apasionados y hackers, ya que rompen el sistema -estatutos y principios inclusive-, descubriendo lo que otros ocultan; como bien observa Renata, que narra hasta ese primer contacto entre ambos mediante El Pais.
Quizá no es casualidad que en el titulo se adelante a Garzón del mediático Assange; pero sin el español, nada hubiera ocurrido, ni el film hubiera existido.
Los realizadores consiguieron, con mucha paciencia y sin ningún gran trabajo previo, atrapar a los personajes y grabarles tanto en las cruzadas políticas como en las más mundanas; Assange, tostado con una lámpara solar que suple el déficit de vitaminas, que acarrea desde que vive donde apenas llega el sol. Y Garzón, coqueto cuando se perfuma en un hotel y cercano cuando a su salida, es requerido por las agradecidas Madres de Mayo.
Fue un proceso complicado y nunca pensamos que durara tanto, Tuvimos que ganarnos la confianza y el respeto mutuo, y había un compromiso para no interferir en el proceso abierto… En ningún momento ha habido control editorial, pero a mitad del proceso tuvimos una puesta en común tras un pase, y parece que les gustó. De esta última versión, no ha llegado respuesta, afirma Clara L. Rubio.
Podría ser que en la balanza, encontremos más admiración y exposición de datos que crítica y análisis, pero las formas y maneras del film son derecho y elección de los autores.
Todo va muy deprisa y el periodismo más que los cineastas. Claro que hemos tenido frustración, porque ocurrían cosas todos los días que darían para una segunda parte… Creo que en un momento perdimos la distancia, pero cuando estábamos cansados, hartos, pensábamos en esos abogados y su motivación durante años, dándole la vuelta y buscando la rendija… Y nos daba fuerza y ánimo. Mi deseo es aportar esa idea a la película.
Ha pasado mucho, pero apenas algo ha cambiado.
Suecia está permanentemente delante cuando se intenta hablar del caso político o del espionaje. Y resulta que estamos en pleno ataque contra la libertad de prensa, siendo Assange el más antipático; ante su muro de silencio, cuestionado como espía ruso por supuesto fraude informático detrás de las filtraciones de H. Clinton que condicionaron, supuestamente, la victoria de Trump.
Este héroe y/o agitador es capaz de morder la mano que le da el cobijo, advirtiendo de la corrupción en Ecuador y del cumplimiento de su deber como periodista. Mientras Garzón, aún persigue en las Naciones Unidas a la dama ciega equilibrando los platillos…
Pero si eres más que un periodista, necesitas más que un abogado.
–No hay nada más sexy que la información-, palabra de Assange.
Así que tomen nota. Este documental es un buen ejemplo; entretenido, certero y con un trepidante montaje.
Se estrena a finales de Mayo en Canal Historia, presente en las principales plataformas de pago.
Mariló C. Calvo