BOWIE TAKEN BY DUFFY: Creatividad a borbotones
Bowie Taken By Duffy es el título de la exposición que el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid inaugura mañana en su localización de la calle Hortaleza 63 y supone una muestra de la creatividad a borbotones que durante ocho años, de 1972 a 1980, dio como resultado una colaboración profesional debido a la amistad instantánea surgida entre un David Bowie aún despegando en el mundo de la música, aún no convertido en una estrella internacional, y Brian Duffy, el fotógrafo con el que realizó las cinco sesiones que a lo largo de los años fructiferaron en el resultado mítico que hoy conocemos.
Brian Duffy le hizo las sesiones en las que se crearon los personajes de El Duque Blanco, El payaso Pierrot o Ziggy Stardust, que es, además, el cartel de la exposición, por tratarse de la imagen más icónica del genio de la música, a la altura del trabajo que hizo Andy Warhol con Marilyn Monroe o del logo de The Ramones, de los que se ha hecho incluso el merchandising más variado.
Bowie Taken By Duffy es una exposición inmersiva que te sumerge en el universo de un Bowie camaleónico lanzado al estrellato, y lo consigue no solo a través de las sesiones de fotografía realizadas, también gracias a objetos como la cámara con la que se hizo la instantánea que ilustra el cartel promocional. Pero no es la única joya de la colección, más cámaras forman parte de este espectacular archivo, legado de Brian Duffy.
Charles Duffy ha estado en Madrid presentando esta exposición y trasladando datos acerca de esta colección de hasta 160 objetos originales: cámaras, carteles, bocetos, notas, dibujos, diseños de vestuario… a los que se suma una enorme cantidad de archivos multimedia como videoclips, música o entrevistas a quienes tuvieron que ver con Bowie, tanto gente cercana como aquellos que trabajaron con él, en vídeos únicos inéditos y muy bien integrados en la exposición.
Porque no se trata de los típicos vídeos de entrevistas que se sitúan en salas específicas dentro de las exposiciones para su contemplación, sino de una original y muy eficaz disposición de los mismos según paseamos entre otros objetos expuestos. En la pantalla, cada clip se activa en el momento de ser escuchado. De este modo, la pared que sirve de pantalla contiene a todos los entrevistados disponibles en ese vídeo a la vez, solo que cada uno va a ser activado cuando le corresponda. Precioso y muy original.
De esta manera vamos a ir recorriendo la carrera de David Bowie por las salas y los pasillos de la exposición y vamos a ir sumergiéndonos en algunos de sus años más creativos.
Los visitantes tienen que saber que mucho del material fotográfico de Brian no está en Bowie Taken By Duffy sencillamente porque ya no existe. El propio Brian lo quemó, sin darle la importancia que pensó que un día tendría. Eran solo trabajos que había hecho y ya. A la hoguera del patio. Su hijo Chris lamenta que no haya más, como es lógico, y aunque sigue buscando lo que pueda quedar por revistas y pueda llegar a dar con algo que llegue a encontrarse, al menos se alegra de que los vecinos parasen a su padre para que no echara más negativos al fuego.
En Bowie Taken By Duffy también podemos adentrarnos en lo visionario que fue el cantante, ya que su atrevimiento para disfrazarse inspiró a otros como Boy George o Madonna para perderle el miedo a la caracterización en el escenario.
Por todo esto y por la experiencia que supone adentrarse en un universo tan único, Bowie Taken By Duffy es una exposición que el admirador de David Bowie va a disfrutar muchísimo.
Puedes adquirir AQUÍ TUS ENTRADAS, hasta el 23 de junio.,
Silvia García Jerez