BLACK FRIDAY: Terror en Acción de Gracias
Es que Black Friday se titula, en su inglés original, Thanksgiving, que se traduce como Acción de Gracias, una fiesta muy conocida ya en nuestro país pero no lo debe ser lo suficiente como para no cambiar un anglicismo por otro, o como para no titularla como dicha fiesta se denomina en español. Sabemos que el Black Friday ya se ha institucionalizado aquí como tal, pero es que la película gira por completo en torno a la noche anterior, esa en la que es tradición en Estados Unidos que la familia y los amigos se reúnan en torno a la mesa para cenar y den gracias por la libertad de la que gozan, por tener al país unido -esta tradición arrancó con Lincoln, cuando el país no lo estaba, para intentar que se mantuviera lo más unido posible-, por los alimentos, el hogar, etc. Por eso, cuando veamos Black Friday no entenderemos muy bien por qué se ha titulado de otra manera.
Sí, comienza con un Black Friday adelantado. Por causas que no contaremos aquí, ese adelanto se desmadra y todo sale mal. Muy mal. Pero vaya prólogo el que nos ofrece Eli Roth, director de Hostel y su secuela, o de El infierno verde, películas con una violencia especialmente extrema. Volvamos al inicio de Black Friday, porque resulta ser una fiesta para los espectadores ávidos del gore que nos suele ofrecer, un tanto excesivo para tratarse de películas comerciales pero en este caso más comedido que el de aquellas, aunque aquí tampoco esté mal, que ahora mismo Hollywood está muy recatado en casi todo. Menos en la duración de los films que rueda…
Tras ese prólogo grandioso, espectacular, inmenso, que a buen seguro arrancará aplausos en muchas salas, comienza la historia de la película, que no es otra que la del terror desatándose en Plymouth, Massachusetts, lugar en el que el año anterior se vivieron los terribles acontecimientos que acabamos de ver. Poco a poco quienes estuvieron implicados en aquel horrible suceso van a ir muriendo. O desapareciendo. O siendo desmembrados. Todo muy macabro. Y la Policía sabe que un asesino con la careta del primer gobernador de Plymouth, John Carver, anda suelto, pero no es capaz de darle caza, por lo que seguirá con sus crímenes hasta consumar sus intenciones, que van a tener mucho que ver con el título en inglés de la película. Por eso, insistimos, no se entiende que éste se haya cambiado.
Pero más allá de ese detalle no menor, Eli Roth no decepciona. Tal vez cabría esperarse un desmadre aún mayor, pero con el que hay ya está muy bien, sobre todo el en tramo final, cuando la acción suele dispararse hasta las cotas que los cierres exigen. Gore, humor, momentos de tensión. El género está bien representado en sus manos.
Aunque ya lo estuvo en 2007, cuando Roth se hizo cargo del trailer falso de la película para la publicidad que servía de descanso entre medias de las dos cintas de Grindhouse que se rodaron entonces, Planet Terror, de Robert Rodríguez, y Death Proof, de Quentin Tarantino. Posiblemente Machete fuera el trailer falso que más repercusión tuvo, y por eso el primero que llegó a convertirse en película real, también de la mano de Robert Rodríguez, y en ese caso junto a Ethan Maniquis en la dirección, y ahora, que apenas se recuerdan y menos de cara a generar expectativas, llega Thanksgiving. Tal vez por eso también, por lo olvidados que están aquellos trailers de mentira para Grindhouse, se le ha cambiado el título en España. De haberlos tenido más frescos se habría mantenido el original para no perder aquella referencia.
Black Friday es una película de lo más entretenida. Si revisas el corto del que proviene encontrarás algunas de las escenas que contiene esta versión larga, aunque ninguna de ellas es de su fabuloso prólogo. Ese queda para la exclusividad del largometraje. Y encontraremos muchos otros momentos que Eli ha creado para una cinta que cumple con las expectativas con las que se entra a la sala, ya que le da al espectador lo que ha ido a ver: sobre todo sangre y asesinatos variados, pero también una trama que les dé sentido.
Tras la espléndida La casa del reloj en la pared, del año 2018, su última película de ficción comercial, con Black Friday ha vuelto al género que le ha dado el prestigio del que, merecidamente, goza. Roth es un maestro creando atmósferas malsanas en las que los personajes son cruelmente asesinados, y aunque Black Friday tiene más humor, no deja de ser un film que continúa la senda por la que suele transitar. Quien sea admirador del director va a seguir siéndolo, quien no lo sea, que se abstenga de verla porque las emociones van a ser fuertes. Y las risas y los aplausos de los fans en la sala, también.
Silvia García Jerez
Con ayuda de un reparto de lo más nostálgico,