ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO
Cronosfera por aquí, Cronosfera por allá…
Alicia a través del espejo (y lo que Alicia encontró allí) es el segundo libro de Lewis Carroll sobre la muchacha rebelde y avispada que empequeñecía o se agigantaba según los dulces y brebajes que probaba en el país de las Maravillas mientras se enfrentaba a una reina cabezona y cabezota que quería su propia cabeza, según los naipes pintaban. La continuación de las aventuras iniciáticas de una chica de familia acomodada que escapaba de los convencionalismos sociales y tenía por amigos a un gato místico y fumador de shisha, a una liebre indecisa e impuntual y a un Sombrerero atrapado en una eterna merienda en un mundo fantástico entre sueño y realidad.
Mucho se ha dicho del autor y la amistad con su Alicia pero por encima de chismes y moralidades, queda la magnifica metáfora hacia la madurez y los personajes inmortales en la imaginaria contemporánea.
Hay más de una decena de versiones cinematográficas de El país de las maravillas, siendo la animada de Disney, quizá la más recordada. Pero hace unos años Tim Burton -que parece un personaje más escapado del cuento – aprovechó las nuevas tecnologías llevando a la gran pantalla una nueva adaptación que no desmerece en absoluto, quizá porque Disney vuelve a estar detrás. Y aunque la critica no lo alabó, el filme triunfó ante el publico con un digno equilibrio entre la ligereza y profundidad del texto original junto a los apabullantes efectos digitales, un estupendo vestuario y unos reconocidos intérpretes que consolidaban en carne y hueso, el cuento juvenil o novela para adultos -según se esté a un lado u otro del espejo-
Alicia ha estado mucho tiempo fuera, navegando por Oriente en el mundo real y sin volver a pisar plano del paralelo ni de visita. Pero recién regresa a Inglaterra, huye a través del espejo para cambiar su presente a punto de la bancarrota y rechazada por su entorno, cuando además es reclamada desde el otro lado para ayudar al Sombrero que la necesita aún sin haberla conocido.
Así que Alicia en una odisea por los mares del tiempo -no olvidemos que es capitana de barco e hija de explorador- y con la ayuda de la Cronosfera, el reloj de los relojes, viajará al pasado para entender el presente de uno y otro lado del cristal. Pero El Tiempo tiene su propio ritmo…
Y lo que encuentra Alicia a través del espejo es la conciencia del paso del tiempo, su caducidad, pero también la inconsciencia de los adultos con sus mentiras y sus miedos. Alicia que ya está casi al otro lado y seguramente nunca volverá al de a través, sabe que ésta es su última chiquilla antes de cruzar definitivamente al universo adulto y encargarse de los asuntos de los mayores.
Alicia vuelve al día que todo cambió, el día horribilis, pero parece no tomarse en serio su propia moraleja, no se puede cambiar el pasado pero se puede aprender de él y aún descubriéndonos los porqués de cada personaje, la historia no termina por convencer.
La Alicia que ahora se estrena repite factoría, reparto (Johnny Depp, Anne Hathaway, Mia Wasikowska, Helena Bonham Carter) y con Burton pero como productor. Dirige James Bobin esta vez y es la primera versión para el cine de A Través Del Espejo. Realizada en un 3D nada destacable, la película que se sujeta principalmente en lo visual, narra una aventura cualquiera sacada de un guiño a un capitulo del libro original, más absurdo e inconexo que el genuino.
El filme se permite alguna licencia más como la creación del personaje de El Tiempo -inexistente como tal en el texto de Carroll e interpretado por Sacha Baron Cohen-, como también ocurría con el Galimatazo que aparecía en la batalla final de la primera Alicia-Disney-Burton, siendo realmente un personaje de A través del espejo y no de El País de las maravillas.
Se agradece que Depp esté más comedido -aunque siga igual de loco que cualquier sombrerero de entonces por aquello de los gases de la cola al trabajar- y que Alicia -siempre Mia- siga tan creíble por más que estiren el relato y apunten hacia otros finales entre la Reina Blanca y la Roja de Corazones (a la que terminarán cogiendo cariño, ya verán)
A través del espejo se desarrolla fundamentalmente en el universo de la fantasía como bien advierte el título, pero el reflejo del subconsciente que conseguía Carroll y el surrealismo que lograba su antecesor remake de las maravillas, se queda en este film en el coqueto vestuario y el gozoso colorido de la puesta en escena.
Las paradojas intelectuales son ahogadas por el oleaje digital y se pierde la metáfora del autoconocimiento con tanto periplo del tiempo en sus manos.
Ni los soldados vegetales ni los del tiempo (alemanes que no suizos) seducen como deberían, como tampoco las piezas de los segundos y minutos a lo transformers. Y aunque esta Alicia nos busca y nos gusta con la Cronosfera por aquí, Cronosfera por allá, la película tan sólo entretiene. Y quizá tan sólo como planazo familiar porque en esta invención sobre Alicia, las relaciones familiares son la verdadera trama a tratar; pero no olvidemos que es Disney aunque ponga a los villanos de moda y nos de una vuelta más.
