ADRIÁN ORR: La etiqueta del género condiciona demasiado
Adrián Orr estrena Niñato, film laureado en festivales como los de Sevilla o Buenos Aires y nominado al Premio Feroz en la categoría de documental en su última edición, que supone su bautizo en el largometraje, tras varios cortos y una prestigiosa carrera como ayudante de dirección en títulos como Camino, Grupo 7 o La isla mínima. En esta entrevista nos habla de su nueva criatura, un Niñato que le ha llevado años completar, por las características de la cinta, y que ha sido comparado con la oscarizada Boyhood.
La Cronosfera: De Niñato se ha dicho que es el Boyhood madrileño, ¿qué sientes cuando lees o escuchas tal comparación?
Adrián Orr: Sí, alguna vez lo he escuchado. Creo que son películas muy diferentes. Las dos tienen la vocación de explorar el paso del tiempo en el cine pero lo hacen de maneras distintas. De hecho, yo llevaba tres años y pico filmando y cuando vi Boyhood sentí cierto alivio, porque no tenía nada que ver la forma en la que se cuenta el tiempo a como yo tenía pensado contarlo en Niñato. Es una peli importante, que marcó un hito. No es la primera que representaba el tiempo pero para mucha gente sí lo fue porque había habido otras pero no se habían conocido, ya que eran más de autor. Y esta fue la primera que al público mayoritario le llegaba sobre el paso del tiempo contado en una pantalla. Pero yo tenía como referentes previos El árbol de la vida, por ejemplo, que me gusta mucho. Pero está bien. No creo que tengan demasiados elementos en común las películas, ni a nivel de estilo ni a nivel de historia, pero el tiempo está ahí. Y tampoco he filmado tanto tiempo. Boyhood eran 12 y yo he filmado 6 años.
La Cronosfera: ¿Qué es lo que te ha hecho querer rodar Niñato?
Adrián Orr: Yo filmé a la familia de Niñato en el corto Buenos días, resistencia, y en ese rodaje encontré una forma de filmar que no había utilizado en mis anteriores cortometrajes y sentí que había algo ahí que me gustaría seguir explorando. Tenemos una relación, un vínculo que se había creado, y por otro lado unas ideas sobre qué es Niñato, cómo es su familia, que no estaban contadas en el corto. ¿Cómo explorar eso? Mediante el paso del tiempo. Cómo el tiempo iba transformando esas relaciones que yo estaba conociendo en ese presente. La idea se la conté a David y claro, si hubiese existido Boyhood en ese momento hubiera sido más fácil de comparar pero le conté cómo iba a ser la dinámica y a raíz de ahí se fue construyendo Niñato.
La Cronosfera: David es Niñato, pero viendo la película al espectador también le puede dar la impresión de que lo sea Oro, su hijo.
Adrián Orr: Sí, creo que los dos son un poco niñato y la relación que se crea, esa dicotomía entre ellos, ese espejo que por momentos es Oro, por los comportamientos en los que el espectador puede imaginar a David de pequeño en un momento dado… Pero también cómo se retroalimentan entre ellos, sus vínculos y sus relaciones desde la música. Los dos son un poco Niñato. Para bien y para mal.
La Cronosfera: ¿Cómo encontraste a esta familia?
Adrián Orr: Son amigos míos. Yo era Dj de hip hop en el grupo de Niñato cuando estaba en el instituto. Los conozco desde hace un montón de años. Y a los niños los conozco desde que nacieron.
La Cronosfera: Entonces, trabajar con ellos ha sido súper fácil, ¿no?
Adrián Orr: No tan fácil siempre, porque trabajar con tus amigos no siempre es fácil, pero sí ha sido muy bonito y muy gratificante. La película es un proceso de aprendizaje de él, de cómo aprende a ser padre y para mí también es una forma de aprender cómo hacer una película. Tienes que crear una estructura y responder a unas preguntas: cómo desde lo cotidiano se puede explorar y contar quiénes somos y cómo nos relacionamos con los demás y cómo contarlo de manera muy realista y sutil.
La Cronosfera: Viendo la película me parece que David es el padre del año. Trata a los niños con cariño pero sin olvidar la educación.
Adrián Orr: David es así con los niños. Tiene una actitud muy especial. La forma que tiene de hablar a los niños desde muy temprano. Pero también fuimos estructurando la película para mostrar cómo cuando era joven la música ocupaba mucho espacio en su día a día, pero en el tiempo en que transcurre la película los niños demandaban mucho de David y cómo David consigue lidiar con todo eso, como pasando pantallas en un videojuego, porque los niños van cambiando y tú tienes que adaptarte. Y creo que eso lo consigue también porque no ha renunciado a su sueño de hacer música. Eso se retroalimenta. La pasión que siente por la música es muy parecida a la que siente cuando está con los niños y esa actitud tan positiva es innata en David.
La Cronosfera: Hay un momento en Niñato en que los niños se ponen a tocar Sufre Mamón y David les dice que se callen, que esa canción es horrible.
Adrián Orr: En esa secuencia los niños reinterpretan una canción a su manera cuando son muy pequeños. A mí me gusta que David les diga que es malísima y que los niños le digan que no, que es buenísima. Los niños tienen esa capacidad. Y eso me encanta porque David le enseña a los niños a ser autónomos y a pensar por sí mismos. Ese proceso se ve en la película.
La Cronosfera: Niñato está calificada como documental, pero yo creo que podría ser un drama.
Adrián Orr: Sale como documental en IMDb porque el primer festival al que fue fue de documental, pero si hubiese sido al revés, porque el segundo al que fue fue de ficción, hubiera sido al revés. Sí, tiene una base documental pero se ha trabajado desde una puesta en escena muy cercana a la ficción. Luego ya depende del espectador que la vea. A mí me gusta ir al cine sin ideas preconcebidas de la película que voy a ver. No me gusta leer ni críticas ni nada. Luego juzgas la película y te informas y opinas al respecto de la etiqueta, que yo creo que condiciona demasiado.
Silvia García Jerez