CABARET: Bailando a la sombra del nazismo

Cabaret ha llegado al teatro en Madrid. El famoso musical del año 1972, dirigido por Bob Fosse y protagonizado por Liza Minelli en el papel de Sally Bowles, la cantante de cabaret, y por Joel Grey, que interpretó al maestro de ceremonias de cada espectáculo del local, ahora se convierte en una obra de teatro que puede verse, disfrutarse y admirarse en el Kit Kat Klub que se ubica y se recrea en el interior del UMusic Hotel de la céntrica calle Carretas.

La película, en su año, se hizo con 8 Oscars de la Academia, en los años en los que los Oscar tenían un peso y un prestigio que cintas como ésta le daban. Un musical arrollador y arrollado por el drama de la entrada del fascismo en el Berlín de los años 30 que no pudo ganar el Oscar a la mejor película porque compitió el mismo año que El Padrino. Menudo año para la Academia, menuda encrucijada, pero probablemente acertara en su premio gordo, siendo Cabaret una cinta redonda.

Ahora la vemos en otro formato: el teatral. Pero no sólo en el escenario, es que tenemos la oportunidad, gracias al enorme trabajo de producción, de verla de manera inmersiva. Una locura. Y es que el escenario como tal sigue estando presente, pero ha cambiado. Porque en Kit Kat Klub actores, actrices y bailarines van a moverse alrededor de las mesas. Nosotros, el público, vamos a estar sentados en nuestras mesas de cabaret, si tenemos entradas de zona Premium, zona VIP, zona Platinum y zona Experience, que son las que rodean a la orquesta. Si se eligen otro tipo de entradas, en Patrio de butacas o en Anfiteatros ya serán butacas convencionales desde las que también se puede ver la obra pero no se vive igual la experiencia inmersiva, que es la auténtica novedad de este espectáculo.

Abril Zamora, la Maestra de Ceremonias, es elevada por el elenco de bailarines
Abril Zamora, la Maestra de Ceremonias, es elevada por el elenco de bailarines

Porque todos conocemos ya, o deberíamos conocer, la historia que nos cuenta. Es la de Sally Bowles, la artista de cabaret que llega al Berlín de la República de Weimar, pobre y sin recursos, que consigue un trabajo en el Kit Kat Klub, un local donde las chicas bailan casi desnudas pero gracias al que se puede permitir una cochambrosa cama en un hostal regentado por Fraulein Kost (Carmen Conesa), y en cuya estancia conocerá a Cliff (Pepe Nufrio), un escritor también en busca de suerte en su oficio del que se enamorará y con quien querrá tener una vida. Pero el mundo que los rodea está a punto de derrumbarse con la llegada del nazismo, que lo cambiará todo. Y a todos. Los personajes están a punto de comprobar cómo en realidad la luz sólo va a estar presente por la noche, en las noches del Kit Kat Klub, mientras que será la oscuridad la que se cierna sobre los lúgubres días que los esperan.

Cabaret es una gran historia que está basada en la obra teatral de Joe Masteroff y de John Van Druten, que ahora se representa adaptándola, con cambios importantes, como el hecho de que el Maestro de Ceremonias que en el cine fue Joel Grey aquí sea la actriz Abril Zamora, a nuestro idioma. Cambios que no alteran la esencia de la historia, ni su intensidad ni su terrorífica atmósfera, en la que poco a poco va subiendo la represión del nazismo que va a ocuparlo todo. Y a acabar con todo.

En el Kit Kat Klub de UMusic Hotel, en Madrid, vamos a quedarnos impresionados con el trabajo de producción y de dirección de una obra mítica que aquí cobra una nueva dimensión. Quienes estén sentados alrededor de las mesas van a ser testigos de un trabajo sensacional a su alrededor. Los actores van a salir y van a entrar a tu lado, pero respétalos, sigue habiendo una cuarta pared, sólo que en este caso se ha trasladado y lo ha hecho a muchas áreas del club. Dos mesas grandes van a servir de escenario para los momentos en que tienen lugar los diálogos, y el resto del área alrededor de las mesas pequeñas serán ese club en el que los bailarines desarrollen sus coreografías cuando Sally tenga que estar trabajando allí.

Por lo tanto, tener a los actores a tu alrededor es algo diferente, y es mágico. Como el microteatro, mismo concepto, pero en un teatro grande, enorme, en el que algunos de los códigos cambian porque el espacio también lo hace. Y realmente es espectacular estar ahí, viendo cómo Cabaret te rodea, cómo los actores pasan a tu lado para entrar o salir de escena. Es algo único que recomendamos experimentar.

Y los cambios a la historia le sientan bien. La simplifican, la depuran. Y funcionan. Porque aún con ellos sentimos el miedo que transmiten los personajes al darse cuenta de que están a punto de dejar atrás el presente y de tener que enfrentarse a algo horrible. Si quieren sobrevivir tendrán que marcharse, no hay futuro en el Berlín que se avecina. Y eso está latente en la obra con toda la fuerza del drama que supone.

Por lo tanto, Cabaret no es sólo una obra muy recomendable, es una experiencia obligatoria. La inmersión total en el Berlín de los años 30 es tan apabullante que no podemos sino animaros a que vayáis a verla, a sentirla. Dos horas y media de espectáculo, con descanso de 20 minutos en el que podéis pedir consumiciones no incluidas en el precio de la entrada, os espera en pleno corazón de la capital madrileña hasta el 1 de febrero de 2026. Y no os lo podéis perder.

Silvia García Jerez

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