LOS REBELDES – LA GRAN FIESTA DEL ROCK AND ROLL
La Cronosfera estuvo en Madrid con Carlos Segarra, el alma mater detrás del legendario grupo de Rock And Roll nacional Los Rebeldes, que reinaron en los 80s (¿quién no conoce o ha escuchado y bailado el “Rock del Hombre Lobo”, “Mescalina”, “Mi Generación”, “Mediterráneo”- que usó la Comunidad Valenciana para su autopromoción- o “Esto No Es Hawai” de Loquillo, que compuso a medias con Carlos? Más tantas otras que siempre deben figurar en el catálogo del mejor rock español, y cuya vida se prolonga hasta hoy.
El 9 de marzo celebran su 45º Aniversario en la Sala la Riviera de Madrid, aunque también van a hacer gira nacional, y lo quieren celebrar por todo lo grande y con sorpresas que no quieren desvelar, con invitados de lujo: Loquillo (a quien los Rebeldes acompañaron en su primero disco como parte de sus Intocables) Ariel Rot, (Tequila, Los Rodriguez), Ovidi Tormo (el rubio guitarrista y vocalista de los Zigarros), Big Dani Pérez… Miguel Rios finalmente no estará debido a una intervención quirúrgica programada en vísperas. Como colofón, una mini actuación superespecial dentro del fiestón de Rebeldes 79, esto es, la formación original del grupo con Carlos, Aurelio Morata y Moisés Sorolla que acaban de lanzar su versión del clásico primitivo del Rock And Roll “Jitterbop Baby” de Hal Harris
LC: Veo que os apuntasteis a celebrar el 30, el 40 º Aniversario, ahora el 45º ¿tanto os gustan los cumpleaños?
CS: Lo que ocurrió es que la celebración del 40º pilló justo en la víspera de la pandemia, en Madrid por los pelos en el Joy Eslava (su disco documentándolo tuvo que lanzarse mucho después) y en Luz de Gas de Barcelona se canceló. Podríamos haber esperado a los 50, pero esto es una celebración de la vida, ahora que ya se puede sin las mascarillas y más a gusto, y no dudamos en usar esta fecha, nos debíamos a los fans. Y los que vayan a esto, se lo pasarán en grande, eso podemos asegurarlo.
A la hora de vernos, todavía quedan entradas para el concierto y Carlos comenta la diferencia de situación cuando venían de promoción hace años, cuando tenían que avisar en las entrevistas que no fueran a la taquilla porque se habían agotado las entradas. Le comento a Carlos y May, que también nos acompaña, que el otro día al ver apostados a un tumulto de chavales de 15-20 años en las puertas de un hotel de la madrileña Plaza de España, tuve la tentación de preguntarles por qué estaban ahí. “Estamos esperando a ver si salen unos chavales que han estado la vuelta al mundo, y han terminado aquí” ¿Son conocidos? “Si, es Plex, un youtuber”
CS: Todo ha cambiado, antes solo había cine, música radio, prensa y poco más como maneras de emplear el ocio. Ahora hay plataformas de tv que compiten con cine, y más cosas, tienes que hacerte tu lugar en el abanico de posibilidades, por eso no agotamos tan rápido. Y es que ahora no hay público, sino públicos. Porque ojo, a nosotros nos vienen a ver de todas las edades: Los de nuestra edad y chavales de 20-30 años. Al fin y al cabo, yo también soy un influencer. Porque mis fans quieren tener mi guitarra, a mis conciertos vienen vestidos como yo… ¿Soy o no soy influencer?
En esto, pasa un transeúnte de unos 40-50 años con su hijo junto a la terraza del bar donde estamos, reconoce entusiasmado a Carlos, (Carlos le recuerda la cita de la Rivera el día 9, va a intentar escaparse, aunque con sus obligaciones familiares lo tiene difícil) y pide a Carlos una foto de recuerdo, a la que accede gustoso. A cambio, siguen pasando estas cosas.
LC: Hablando de edades. ¿Cómo llevas lo de envejecer? Tengo amigos que creo que tienen síndrome de Peter Pan, presumen de que van a conciertos con sus hijos o que les gusta música actual como Rosalía, el reggaeton, cuando nunca les han gustado esos ritmos.
CS: Yo llevo lo de envejecer estupendamente, lo llevo muy bien, me encanta. En cuanto al reggaeton, no me gusta, me aburre, no hay letras, sus letras no me dicen nada, cuando a mi me gusta hacer letras que cuenten una historia, de las que hasta se pudiera hacer un guion para un corto, una película. Pero no me peleo con música que no me gusta, que quede ahí. Ten en cuenta que los rockers que salimos a mitad de los años 70 somos hijos del 77, somos hijos del punk, yo sigo teniendo el espíritu punk aunque sea rocker. Claro que entonces no nos gustaba algunas cosas que se escuchaba, (Betty Missiego, Pablo Abraira y Los Pecos) pero yo si tengo que luchar contra alguien lucho contra mí mismo, para hacerlo lo mejor posible, pero no tengo actitud agresiva contra lo que no me gusta.
LC: Pero teniendo claros tus principios, lo que te gusta, lo que no te gusta. ¿Te ves haciendo cosas con artistas que, digamos, no son de la orbita del rock and roll?
CS: ¡Claro! Ya lo he hecho. Por ejemplo, con Mon Laferte. Yo no hago ascos a gente que hace música con corazón y con raíces, que tiene un bagaje, como ella. Yo tengo letras y canciones de rock que está mezclados con el concepto de bolero, que para mí es el blues suramericano. Y ese punto de Mon Laferte me gusta, porque te cuenta una historia, un guion. No se conforma con rimar melón con jamón, como otros.
LC: ¿Y hacer cosas como las que ha hecho también Brian Setzer, (de los Stray Cats) como un disco o un concierto con una big band?
CS: ¡También las he hecho! (son estos momentos donde el periodista quiere empequeñecer por tener una documentación mejorable). He tocado con la Filarmónica de Picassent, la Big Band del taller de blues de Barcelona donde Big Dani Perez, uno de los que nos acompañará en el concierto del 9 en la Riviera, es líder de este tema, también nuestro guitarrista Miguel Angel Escorcia tiene Miguel Angel Big Band Boom, con un montón de músicos de vientos, con la San Francisco Big Band de Gandía… Pero todo en directo…Sacar un disco con ello es un curro…
LC: Volvamos al motivo del concierto. Y es que 45 años no han pasado rápido, pero ha dado tiempo de mucho. Retrocedamos a esos orígenes, donde chavales como vosotros, menores de edad, estabais ya enamorados del Rock and Roll.
CS: Yo siempre cuento la anécdota de que cuando empezábamos por circuitos de cabaret, cafés concierto de la Barcelona post franquista, donde también actuaba el Tricicle, y donde iba solo con la guitarra (esos recuerdos inspiraron la canción “El Chico de la Guitarra” de mi último disco). Pues bien, había carteles en la puerta de los locales diciendo “Prohibida la entrada a menores de 18 años”. Y resulta que el cantante, que era yo, ¡Tenía 16 años!
LC: Y más o menos con esa edad, o un poco más tarde, te vemos como figurante de los playbacks de Sleepy Labeef y Robert Gordon, junto con el propio Loquillo o Moisés, de los Rebeldes 79 originales, en el programa estrella musical de tv de esa época, Aplauso. ¿Cómo fue eso?
CS: La historia fue que había una casa discográfica (AUVI, S.A.) que editaba las grabaciones de Charly Records, la Sun etc y también los de Sleepy Labeef y a la que nosotros llevábamos nuestras maquetas en cassette etc y ya nos conocían. Cuando Sleepy Labeef pegó el pelotazo con “Good Rocking Boogie” él nos conocía como fans, nos había visto por allí por la discográfica y les pidió a los de promoción que no quería unos figurantes de los que se turnaban entre todos y al final les terminabas conociendo. Quería que esos chavales que iban con sus pintas auténticas de rocker fueran sus acompañantes. El sello RCA que editaba a Robert Gordon, nos vio, y nos propuso lo mismo, también querían “autenticidad”. Así que nos veníamos a Madrid a grabar con ídolos y a pasárnoslo pipa en esas grabaciones de Prado del Rey. Por eso, cuando yo luego vine de nuevo poco después a Aplauso con Los Rebeldes, ¡Ya me conocía y me conocían todo el personal de maquillaje, peluquería etc del programa!
LC: Ya en esos primeros tiempos surge una anécdota con el nombre del grupo. Por un lado, estabais vosotros en Barcelona pero también había unos Rebeldes en Madrid, un grupo prometedor con cantante femenina, a los que requeristeis cambiar el nombre, por haber sido anteriores. Los Rebeldes de Madrid se convirtieron en Los Bólidos.
CS: Si, recuerdo aquello. Pero oye, que yo soy amigo de Javi bólido, buen rollo, ¿eh? Efectivamente, vimos aquello y decidimos requerirles a que abandonaran el nombre porque es que ¡lo teníamos registrado! Emilio Diaz, nuestro teclista en esa época, que era más mayor que nosotros, ya nos había prevenido de hacerlo porque entonces había gente que se dedicaba a especular con los nombres, los registraban y luego si lo querías, a pagar. Y Emilio nos hizo ver que si nos fichaba una discográfica, pesaba el que fuéramos sin problemas de nombre etc.
LC: Ahora que comentas lo de Javi Bólido, que estuvo pinchando en garitos de Malasaña como el Malandro, y más cosas en lo que se movía: Erais de Barcelona, pero a el Loco y a ti se os veía que estabais a gusto aquí en Madrid, y veníais bastante, a tocar y más ¿verdad?
CS: Definitivamente. Yo estuve viviendo en Madrid muchos años, porque me casé aquí, éramos de la panda del King Creole, íbamos por Malasaña… (le enseño en ese momento la foto de febrero de 1985 en que aparece Carlos junto a Joe Strummer firmando la revista Gratix en la barra de La Vía Láctea y la contempla, orgulloso) Es que fíjate, Joe, que se echa novia granadina, su amor por España que muestra con el “Spanish Bombs”, ídolo para nosotros, se hace de la pandilla… Se viene a buscar piso en Madrid, y mientras lo busca ¡chas…! Se aposenta en el hotel justo enfrente donde vivía yo, entre las calles Padilla y Alcántara. Ya es casualidad…
LC: Así era Madrid. Y también os veníais a actuar a Rock-Ola, la sala emblemática de la Movida, donde actuasteis en 1981 cuando vuestro primer LP que ya la armabais, contigo saliendo por el público, y luego otras dos en 1984, con el segundo LP en promoción
CS Si, con el apoyo de Paco Martin que nos edita en Twins, que nos redescubrió y nos lanzó de nuevo. Luego en 2016 y 2018 vinimos a la otra que abrieron después, el nuevo Rock-Ola de José Abascal, pero no era lo mismo
(Comentamos el fiasco de una sala que quiso emplear el nombre de la auténtica como un mero negocio, pero sin tener nada que ver, aunque ficharan a personal de la original, y que terminó cerrando al poco tiempo reconvirtiéndose en sala de heavy) Apostilla Carlos:
Yo estoy convencido de que esa sala ahora tendría el éxito que no tuvo hace 8 años, recuperando música de entonces y mezclándola con la de actuales que sigue su estela: Los Zigarros, Sidonie… Hay una generación de 20-25 años que valora esa música rock, aunque sea en menos porcentaje porque es difícil competir con la invasión de la música latina etc. Yo lo veo que ahora voy a los medios y me entrevistan gente de la edad de mi hija, que conocen nuestra música y la valoran.
Vamos despidiéndonos. Le cuento que en nuestra la página de La Cronosfera está hasta ahora primariamente basada en cultura de ocio de cine, y declara su amor por el séptimo arte igualmente:
CS. El cine para mi es importantísimo. Mira la portada de “Rebeldes con Causa”, aparte del título, yo imitando con el vestuario a James Dean…Hice la banda sonora de “Las Edades de Lulú” de Bigas Luna…
(Sale en la conversación la película de Elvis, la película reciente de Baz Luhrmann, tengo curiosidad por saber qué opina de ella)
Me encantó. Hasta me la he comprado después en DVD. Iba con reservas por el director, ya que lo de “Moulin Rouge” no me entusiasmó, leía las críticas negativas de los puristas. Pero no estoy de acuerdo. Sabes que no es un documental. Es una licencia del director para contar la historia, como otras veces se hace ¿O te crees que Jerry Lee Lewis iba con el piano encima del coche mascando chicle? No, es una licencia. Y Tom Hanks está inconmensurable en “Elvis”, por cierto.
Para terminar, le enseño unos números antiguos de la revista Popular 1 antiguos 1980/81, donde sale promoción de Los Rebeldes, compartidas con otros grupos de su agencia de management, y con la crónica del concierto de Chuck Berry de mayo de 1980 en Barcelona, con Los Rebeldes y Johnny Guitar Watson de teloneros. La crítica pone por las nubes a los Rebeldes, y cuenta el acoso de los rockers a J.G. Watson, cuando dejó de tocar el “Gangster Of Love” (que el propio Carlos versionea con su Segarra Inn Blues) empezó con temas más funk, que le llovieron lluvias de monedas, y se retiró. Cuenta Carlos cómo presenció una escena impagable: Chuck Berry en el camerino, consolando a un J.G. Watson, que no quería salir, deprimido
CS: Para que veas cómo ha cambiado todo, lo que hablábamos antes: Cuando toqué en ese concierto ¡no tenía disco en la calle! Entonces te pagaban por tocar, no como ahora. Mandaba la calle, si se enteraban de que llenabas un concierto con 200 personas, los A&R de la discográfica iban a verte, a ofrecerte contrato etc. Nosotros éramos unos mocosos que estábamos partiendo la cultura de Barcelona de nuestros hermanos mayores típicamente de jazz, rock progresivo, que se quedaban mirándonos cómo les comíamos la tostada, recogiendo las nueces del árbol que agitaron ellos.
Contando la historia de Johnny Guitar Watson en ese concierto, le recuerdo una situación similar que vivieron, esta vez como teloneros de Los Ramones, en Madrid en 1981, donde los Rebeldes terminaron abandonando el primer día el concierto.
CS: Y eso que los técnicos de los Ramones se portaron de maravilla con nosotros, sonorizándonos estupendamente, que íbamos sin técnico y solo íbamos con guitarra, contrabajo y batería básica, sin timbales. A ver, los punkies me tiraron un mechero y me dieron en la cara. Y uno tiene su dignidad, pensé que antes que ser punky uno tiene que ser persona. Y es que, además, los Ramones no son una banda punk. Es una banda de surf, de garaje… Pero más acelerada, con su distorsión. La prueba es las versiones que hacían, de quién eran…
Nos despedimos ya definitivamente, sabiendo que en La Riviera no es esperable que le lluevan mecheros, sino que se presencie la gran fiesta del rock and roll en mano de un chaval ya adulto que sigue destilando entusiasmo cuando habla de su música, que sabe cómo disfrutar y cómo hacernos disfrutar a los demás.
Javier San Vicente
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