NOWHERE: Supervivencia en el contenedor

Nowhere tiene lugar en una terrible distopía, un régimen autoritario en el que el país, nuestro país, se ha quedado sin recursos y las mujeres y los niños sobran. No hay suficiente para todos y hay que prescindir de buena parte de la población. Por eso, Mía (Anna Castillo) y su pareja, Nico (Tamar Novas), tratan de huir juntos a un lugar mejor, fuera de España, donde puedan vivir los dos con el bebé que esperan, ya que Mía está embarazada de nueve meses ya.

Pero la travesía no va a ser fácil. Los van a perseguir, los van a separar y las mujeres, casi todas con un niño o a punto de dar a luz, permanecerán en el camión en el que están, en el que desde fuera puede leerse Nowhere. A Nico lo suben a otro. Cuando Mía se queda sola, como en realidad está en un contenedor marítimo montado en un camión de transporte, su contenedor terminará en un barco y éste naufragando en el mar tras una fuerte tormenta, en la que además nace su hija. Ahora sí que le espera una dura experiencia si quiere intentar sobrevivir sin ningún tipo de ayuda.

La supervivencia en el contenedor marítimo no se presenta sencilla para Mía (Anna Castillo) en Nowhere
La supervivencia en el contenedor marítimo no se presenta sencilla para Mía (Anna Castillo)

Netflix cada vez se lanza más a producir películas españolas para su plataforma. Este año hemos podido ver en ella la fallida Eres tú, Bird Box Barcelona, la historia de A ciegas contada en nuestro país con Mario Casas a la cabeza del reparto, y próximamente veremos Hermana Muerte, de Paco Plaza, que inaugurará el festival de Sitges. Y ahora le toca el turno a Nowhere, el nuevo trabajo de Albert Pintó en el guión y en la dirección tras las geniales Matar a Dios o Malasaña 32.

Pintó ya había rodado con Netflix anteriormente, en las series Sky Rojo o La casa de papel, pero en esta ocasión se trata de un largometraje que además supone un reto a todos los niveles. Una película de supervivencia no es fácil de hacer y tampoco lo es que una actriz, una sola actriz, esté presente la mayor parte del tiempo. Han sido tres años de trabajo para lograr un título que se estrena el 29 de septiembre en la plataforma, sin pasar previamente por salas a pesar del potencial de candidaturas a premios que tiene.

Y es que Nowhere es una auténtica odisea con la que te involucras muy a fondo como espectador. Desde los primeros momentos, con ese régimen terrible que oprime a mujeres y niños sin compasión, en esas cárceles humanas en la calle que recuerdan a Hijos de los hombres, hasta la parte central de la película, con Mía usando su ingenio para sobrevivir a toda costa, Nowhere es una película muy potente con algunas escenas sobrecogedoras.

Pero es un film desconcertante. Tiene tantos errores como aciertos. En general deja un poso positivo por lo mal que lo hemos pasado, pero en su recorrido los momentos brillantes se entrelazan con otros increíbles, caso, por decir alguno muy evidente, del uso de los móviles en la cinta. Pero tampoco es muy lógico el aspecto tan espléndido que luce Anna Castillo a lo largo del recorrido: con todo lo que le pasa y apenas sufre deterioro físico, ni los labios cortados, que en los naufragios suelen mostrarse extremadamente afectados.

A pesar de eso, es una película que se ve con tensión. Es larga y aún así no se hace pesada. Sólo sus incongruencias llaman la atención, pero el diseño de producción es magnífico y algunas de las ideas del personaje de Mía son estupendas, su recreación de una auténtica McGyver en el mar es de lo más resultona.

Tal vez sea este el trabajo menos afortunado de Albert Pintó, porque hablamos de mucho nivel en los títulos citados anteriormente. Nowhere es una producción con mejores intenciones que buenos resultados. Es muy complicado hacer retratos de supervivencia. El más mítico que todos recordamos, ¡Viven! aparte, ahora que llega el estreno de La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, es Náufrago, de Robert Zemeckis, pero la realmente buena, que nadie recuerda porque se vio poco, la protagonizó Robert Redford: Cuando todo está perdido, allá por el año 2013. J. C. Chandor sí que nos acercó con realismo y dureza al mundo de la supervivencia extrema, esa que te deja sin aliento y en la que sientes con verdadera intensidad lo que ocurre en la pantalla. Nowhere es un intento de lograr algo tan brillante, loable y a ratos espléndido, pero se queda a medio camino de lo que podía haber sido la gran película que esperamos nazca de situaciones límite.

Silvia García Jerez

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