HÁBLAME: El cine de terror se vuelve viral
Háblame, la última producción de terror de A24, llega a las pantallas españolas el próximo 11 de agosto con buenas cifras de recaudación tras haberse estrenado previamente en las salas norteamericanas. Allí ha debutado con 10 millones, por lo que ya ha superado los 4,5 de su coste y se ha convertido en el mejor estreno de su productora desde que en 2019 nos trajera la espléndida Midsommar.
Y es comprensible que la película funcione. Está concebida para eso gracias a una fórmula que fácilmente puede convencer al público joven de acudir a las salas, que es mayoritariamente el que no dejó de ir al cine tras la pandemia. Háblame es un ejercicio de terror que cuenta con protagonistas jóvenes, un reto viral, que es lo que ahora se lleva entre ellos, y una historia concreta que parte de una de las experiencias del reto. Y además da el miedo justo a base de sustos bien creados. El cóctel perfecto para que la taquilla se rinda a ella.
Háblame cuenta la historia de un grupo de amigos que descubre cómo conjurar a las fuerzas del Más Allá a través de una mano embalsamada. Se enciende una vela, se coge la mano, se dice ‘Háblame’ y aparecerá un fantasma de manera corpórea. Pero más de un minuto de contacto con los muertos es peligroso y el juego ha de detenerse a tiempo.
Y lo cierto es que a los chicos les engancha. Lo graban, lo hacen viral. Es la nueva diversión en la que todos quieren participar. Hasta que algo sale mal y las fuerzas del Más Allá se desatan de la forma más terrorífica posible.
Pero Háblame también es la historia concreta de Mía (Sophie Wilde), una chica que ha perdido a su madre y que vive con su padre y con el trauma de no haber podido conocerla. Y ahora que sabe de este nuevo ‘juego’, su obsesión es participar en él para intentar comunicarse con su progenitora.
Y es aquí donde la película patina. Muestra el reto viral de forma espléndida: no hay nada que le guste más a un adolescente estando con su pandilla que las cosas lo más al límite posible, la adrenalina del peligro. Y si es en un reto viral, en estos tiempos en que están tan de moda, mejor. Pero una vez que ha mostrado en qué consiste, sus derroteros recorren lugares comunes, casos aislados que, si lo pensamos, fuera de esta película ya los hemos visto muchas veces plasmados en otras. El juego acaba pronto y las luchas personales nos dejan un resto de metraje ya transitado, obvio y previsible. En lugar de expandir la originalidad de la propuesta, la película se diluye en acciones y resoluciones que intuimos porque otros films ya nos las ofrecieron antes.
Danny Philippou y Michael Philipou son sus directores. Dos hermanos gemelos que tras el éxito con su canal de Youtube RackaRacka, han dado el salto al cine para rodar su primera película. En ella han querido plasmar la realidad adolescente de las redes sociales a través de un reparto que fuera verdaderamente adolescente, no adultos de 30 interpretándolos. De este modo buscaban un realismo que suele estar ausente en la ficción, para así llegar mejor al público al que pretenden conquistar. Y lo han logrado, al menos en Estados Unidos.
Pero el guión también tendría que haber sido más elaborado. El aura de originalidad con la que llega, bastante justificada en cierto modo, no se corresponde con el resultado de la totalidad de la cinta. El prólogo con el que da comienzo también es algo cuestionable dentro del conjunto. Y la película en sí no responde a todas las expectativas que levanta.
Es una pena que el cine de terror para adolescentes quede siempre encasillado en lugares comunes, asesinos en serie o traumas familiares a resolver, sin un terror real, más allá de sustos que, aunque estén bien hechos, no dejan de ser sustos momentáneos. Tal vez Háblame tenga más atmósfera de película de miedo que otras, pero no es suficiente para alejarla de lo más habitual dentro del género. Por eso es una película que puede funcionar muy bien entre el público al que se dirige pero no por ello va a ser más sólida de cara a hacer historia. Es estupendo que una película funcione en taquilla, la que sea, pero a cualquier género hay que exigirle el máximo y Háblame no se encuentra entre los títulos capaces de ofrecerlo.
Silvia García Jerez