PETER SOHN: Hacer a Candela fue el mayor reto de ‘Elemental’

Peter Sohn, director de Elemental, ha pasado por Madrid para presentar la nueva película de Pixar. Nacido en Nueva York, de ascendencia evidentemente oriental, es un artesano que ha crecido en la compañía que tenía como jefe y cerebro creativo al hoy despedido por acoso sexual John Lassetter. Comenzó como animador fuera de ella, eso sí, en El gigante de hierro, largometraje de Warner de 1999, pero en breve pasaría a formar parte del equipo de Buscando a Nemo, en 2003. Los increíbles, Ratatouille o Brave, de Pixar todas ellas, fueron otros títulos en los que trabajó, y dirigió El viaje de Arlo, una cinta entrañable con momentos espléndidos que nunca se cita entre las películas recomendables de este estudio. Ahora estrena Elemental y ha venido a España, junto a la productora Denise Ream, que puntualizó algún detalle de lo dicho, a contarnos, en un coloquio tras una proyección especial de la película, los retos que ésta ha supuesto para él y para el estudio. Y no son pocos.

Pregunta: ¿Por qué habéis elegido los elementos de la naturaleza para convertirlos en personajes de película?

Peter Sohn: Todo empezó cuando era un estudiante y tenía la tabla periódica de elementos delante y como me resultaban complejos solía hacer bromas al respecto. También hubo otra cosa que fue importante para mí y fue que mi familia emigrara a Estados Unidos, casi sin dinero, y en un momento determinado le dije a Pixar que quería hablar sobre todo ello en una película.

Pregunta: A nivel visual, ¿cuál ha sido el reto más grande de Elemental?

Peter Sohn: El mayor reto fue hacer a Candela. Ni siquiera podíamos diseñar la Ciudad Elemento en la que vivirían los personajes sin saber cómo iba a ser ella. Para Pixar es fácil diseñar juguetes, coches o humanos, pero era complicadísimo el diseño de un personaje que se iba a estar moviendo tanto. Diseñar un personaje a partir de efectos visuales es muy difícil. En cuanto hicimos un primer boceto del fuego moviéndose parecía un personaje de El señor de los anillos. Era imposible de mirar más allá de cinco minutos. El mayor reto que teníamos entonces era intentar controlar el fuego.

Pregunta: Habéis hecho, en Pixar, una película sobre emociones, Del revés, y como nadie les puede poner una forma o una figura, puede decirse que todo diseño era válido, pero ahora todo el mundo sabe cómo son el fuego y el agua, ¿cómo habéis resuelto los diseños?

Peter Sohn: Sí, nuestro monstruo fue el agua. Cuando ralentizábamos las pompas de agua se volvían gelatina y si atenuábamos los reflejos se volvían fantasmas. Cada plano dependía de la iluminación. En el sótano desaparecía y en el tejado era demasiado brillante.

Pregunta: No sé si es correcto pero en la escena en la que podemos conocer a la familia de agua, hay un personaje que se llama Ghibli y, como Disney Pixar hace muchas referencias a películas en sus películas, me preguntaba si ésta era una al estudio de animación japonés.

Peter Sohn: Sí, lo es. Me encantaban sus películas de pequeño. Gracias por preguntar eso, nadie lo había hecho antes. Y os contaré que Ghibli significa Viento.

Pregunta: Los personajes de agua son muy emocionales, están llorando todo el tiempo, y me gustaría saber por qué se han diseñado así. ¿Es algo personal que le has querido transmitir a los espectadores?

Peter Sohn: Sí, crecí en una familia en la que hablábamos muchísimo de emociones. Somos muy asiáticos, muy koreanos. Yo solía discutir con mi madre todo el rato. Sobre todo. Y según crecía, más fuertes se hacían las discusiones. Por ejemplo, ella no quería que fuera a la escuela de arte, pero mi hermano me contó que ella quería haberse matriculado en una y no había dinero en casa para que lo hubiera hecho y eso la frustró mucho y no quería que me pasara lo mismo. Me dio mucha pena no haberlo sabido, y de hecho luego ella me enseñó sus dibujos y era una artista fabulosa. Y yo sin tener ni idea. Ese tipo de cosas crea puentes hacia emociones que no sabías que estaban ahí. Un tipo como Nilo, tan emocional… la gente le dice que no lo sea, que se quede sus emociones para él, pero es que Nilo es agua, es transparente, no puede esconder sus emociones, es imposible. Y de esa manera se convierte en un personaje más fuerte.

Pregunta: ¿Ese idioma que habla la familia de fuego es koreano?

Peter Sohn: No, es un idioma inventado. Es como si hablara el fuego, con consonantes: ‘kratch kretch…’ y hemos creado un idioma a partir de eso. Firish, lo hemos llamado.

Pregunta: Las películas de Pixar son muy psicológicas. ¿Tenéis un equipo de psicólogos para asesoraros u os basáis en vivencias propias?

Peter Sohn: No, no lo tenemos, pero muchos profesores y psicólogos han ido entrando en el estudio. Les hemos preguntado cómo ha sido para ellos mudarse de un país a otro, cómo lo procesan, y es interesante. Yo mismo, siendo pequeño en Nueva York, no quería ser koreano, quería comer pizzas y sandwiches. Discutía mucho con mis padres por eso y en algún momento entendí el choque cultural y me volví una persona orgullosa de sus orígenes y de su identidad.

Pregunta: ¿Cuántos Easter Eggs habéis puesto en la película?

Peter Sohn: Muchísimos. Por ejemplo, Elio, que es el protagonista de la próxima película de Pixar, está en algún lugar el estadio. A los técnicos les divierte mucho hacer estas cosas, que se convierten en detalles a la hora de ver las películas y que no siempre los detectamos ni quienes trabajamos en ellas, que sabemos que están pero no dónde. Hay uno que, quien se fije bien, verá en segundo plano a lo largo de la película: dos personajes que tienen una historia de amor. Primero se encuentran, luego tienen una cita, después uno pide matrimonio al otro. Es una locura.

Silvia García Jerez