LA CHICA DE NIEVE: De periodista a detective
La chica de nieve está basada en esa novela firmada por Javier Castillo puesta a la venta el 12 de marzo de 2020. Sí, dos días antes del inicio del confinamiento. La última novela que se pudo lanzar antes de que todo se paralizara corría también el peligro de no ser comprada. Pero lo fue. Y resultó ser también el éxito de esos meses en los que estuvimos encerrados. Tanto es así que La chica de nieve conoció, un año después, su continuación: El juego del alma. Pero de momento ésta no tiene adaptación a serie, habrá que esperar a saber cómo funciona la de La chica de nieve, que Netflix está a punto de estrenar en su plataforma.
6 episodios que podrán verse a partir del 27 de enero y que protagonizan Milena Smit y José Coronado. Ambos interpretan, respectivamente, a una becaria que compagina su trabajo en el periódico Diario Sur con la finalización de sus estudios, y a su compañero de redacción y de investigación para los artículos que escriben sobre el caso que su jefe le ha asignado al segundo. A ella no, está todavía muy verde, pero a Miren, su personaje, no le importa lo que él diga: ella va a investigar igual.
Y es que el caso al que se enfrentan es el de la desaparición de una niña de cinco años en la cabalgata de Reyes de Málaga. Su padre le suelta la mano un momento y al siguiente la niña ya no está. Y no la van a encontrar por mucho que sus padres la llamen a gritos y la busquen por la zona. La Policía interviene de inmediato pero será una joven periodista la que se tome el caso como algo personal y se decida a cubrirlo desde el primer momento. Y sigue con él incluso años después de que ningún medio de comunicación lo recuerde. Miren está decidida a resolverlo y, si es posible, a dar con la niña. Y no va a dejar de intentarlo.
La chica de nieve está compuesta de 6 episodios de unos 40 minutos narrados con bastante solvencia y creciente interés. Los giros del guión la convierten en una propuesta interesante que está a mayor altura que sus actores, algo acartonados y metidos en interpretaciones con el piloto automático. No resultan demasiado creíbles pero la historia es tan potente que nos mantiene el interés por ella misma.
Hasta que llegan los dos últimos episodios, en los que el nivel actoral no es mayor, pero lo que ocurre en ellos nos acerca a la resolución de un puzzle cuyas piezas estábamos situando, y tanto el capítulo 5 como el 6 le dan al caso una luz diferente a todo lo visto. Y nos deja alucinados.
Como bien dice Javier Castillo al respecto de la génesis de la historia, es algo que le podría ocurrir a cualquiera. Y un poco le pasó a él mismo, porque su hija se soltó de su mano para coger la de su madre. Y Javier se asustó mucho. Y lo que pensó dio lugar a una investigación sobre desapariciones de niños y encontró casos tan cotidianos que se centró en lo que había imaginado tras lo sucedido en el suyo.
Así que La chica de nieve nació de una situación con la que la Policía también ha de enfrentarse en su trabajo. Y ahí está el buen periodismo para ofrecernos la verdad de lo que ocurre. La reivindicación, aunque sea a por una causa personal, del hecho de no abandonar los casos que se investigan es un punto a favor de la historia. Otro, es el hecho de que se vea con tanta facilidad. No cuesta, no pesa, no se hacen largos los capítulos. Solo, como digo, chirría la poca naturalidad de los actores, que estén tan forzados, pero la historia es espléndida y como tal interesa hasta el final, que es de lo que se trata para mantener enganchado al espectador.
La chica de nieve tiene un título raro. Es verdad. Pero está justificado en el último episodio. Aún así, no es demasiado ortodoxo. Le falta algo, le falla algo. Pero lograremos saber por qué ese es el título. Y tiene sentido aunque siga sonando extraño.
Y la serie funciona. Tiene el ritmo necesario para conseguirlo y nos da los datos que necesitamos saber para mantenernos interesados. Por eso, y por un reparto llamativo, que siempre atrae a los espectadores, es de imaginar que La chica de nieve será un éxito. No sabemos si como para producir la segunda temporada, teniendo en cuenta la deriva de cancelaciones que lleva la plataforma, pero al menos para decirle al equipo que ha hecho un buen trabajo. Que la serie ha gustado.
Silvia García Jerez
