¿DÓNDE ESTÁ ANNE FRANK?

Tras haber dibujado El diario de Anne Frank, el director Ari Folman regresa al cine de animación con ¿Dónde está Anne Frank?, una admirable adaptación de la novela gráfica homónima de su autoría junto a la ilustradora Lena Guberman, que impregnada de un acertado espíritu didáctico, recupera la memoria de la joven escritora en tiempos del nazismo, a través de Kitty, la imaginaria destinataria de su famoso relato y fantástica protagonista de esta delicada película para niños, adolescentes y adultos, que nos hace volver a mirar al mito en la actualidad.

Imprescindible e inolvidable. 

Todos somos Kitty

Quien se acerque a este filme, bien podría saber de la muchacha escritora y víctima del Holocausto, con toda una ciudad dedicada a su nombre. Su historia es más que conocida y tiene infinidad de versiones en libros, pelis y cómics.

Sin embargo, parece que Anne Frank ha traspasado su condición de mito, de tal manera, que ya casi nadie recuerda que existió realmente.

Es entonces para quienes olviden, o no la conozcan, y sin spoiler alguno, esta maravilla de ¿Dónde está Anne Frank?, que desde el mismo principio nos sitúa en el Ámsterdam actual donde es todo un icono con su estatua, plaza, colegio, hospital y por supuesto, un museo; el cual reproduce fielmente el altillo que sirvió de refugio a su familia y a otra pareja, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, y donde se comenzó a escribir un diario que revolucionó la Literatura.

Escrito con apenas catorce años, recién celebrados en una sencilla habitación empapelada con sus ídolos y artistas favoritos, el relato autobiográfico y epistolar de Anne Frank refleja las inquietudes de una adolescente hacia la madurez, más que la confesión de la crónica de aquella guerra que le tocó vivir, condicionando su historia por la Historia, para siempre.

Folman, el cineasta que dibujó su propia memoria en Vals con Bashkir y nos dejó bailando con los recuerdos de otra guerra (Líbano, 1982), junto a su colaborador Polonsky, siempre ha acercado ficción y realidad recurriendo a la animación. Y ambos, ahora, coautores de la novela gráfica del diario, elevan la propuesta en ¿Dónde está Anne Frank? desde un veraz pasado hasta una fábula de aventuras y un cuento de misterio con persecuciones, robos y hasta fantasmas. Propiciando un apasionante juego de saltos en el tiempo, entre el pasado y presente, junto a un certero paralelismo entre la escritora y su protagonista, entre esa creadora y su criatura, entre la destinataria y lectora, entre quién es personaje y quién fue la persona. Y ambas, unidas por la tinta y de por vida, buscándose mutuamente con humor, ternura y magia; como la que ocurre durante una tormenta con rayos y truenos, cual buena leyenda griega, cuando se rompe la vitrina donde se expone el diario manuscrito, apareciendo entonces Kitty, esa mejor amiga pelirroja, como la imaginó Anne, y judía, a su pesar, como era ella.

Contado a una mejor amiga imaginaria, sin sangre ni bombas que mencionar aún sintiendo la muerte cerca, Anne prefiere escribir para ella de esas películas antiguas proyectadas sobre una sábana, o de las surgidas entre sueños y vigilia, narrando también las relaciones con su madre, padre y hermana mayor- quien también escribió un diario que nunca se encontró-, y la emoción de su primer amor aunque las sirenas siguieran sonando, o ante la candela de una radio que igual aterraba con las noticias y prohibiciones, que invitaba a bailar.

Centrándose en el mismo diario, la película llega a reproducir fragmentos exactos que incluso se cuestionan en el mismo filme (brillante, el momento cuando Kitty acepta su identidad durante una representación teatral del diario y descubre verdaderamente quién fue Anne Frank, en una biblioteca, entre los volúmenes que cuentan su vida), mientras encontramos sutiles detalles según la época, tratando el recuerdo y la reflexión; ya sea en la descripción de los personajes tan magnifica (con esas caricaturas de celebrities visitando el museo, o esas ojeras, cada día más marcadas, de quienes permanecen escondidos, y así también el look callejero de los chavales contemporáneos, o la sincera conversación de hermanas en la misma cama), como a través de las animaciones utilizadas con ecos asiáticos (esos dóbermans giganteenergías y SS con máscaras sin rostros), y de estilo europeo, combinando clásico y moderno, además de ir pasando por algunos recuerdos con unas mayores pinceladas para mostrarnos los últimos conflictos bélicos de nuestra era, con esos nuevos migrantes y okupas que son más que importantes en esta historia.

Y será cosa de los dioses, o capricho del destino, pues siendo Folman israelí e hijo de supervivientes de Auschwitz, y Polonsky, descendiente de rusos, ¿Dónde está Anne Frank? consigue que verdad y ficción coincidan como nunca en la realidad, compartiendo con Flee  -otra necesaria película de animación sobre refugiados, recién estrenada- la secuencia de un crío haciendo la maleta para salir huyendo, mientras veremos a la pequeña Ana con la estrella amarilla que la marcaba cual insignia semita, despidiéndose de su gato y empaquetando su peluche, sus fotos de estrellas de cine y un libro de mitología como sus imprescindibles para el altillo, “para recordar quien soy y de dónde vengo”, cuando hoy en día y a cada momento podemos seguir en directo a las familias cargando con sus pocas pertenencias para esconderse en cualquier búnker, o cruzar las fronteras de Ucrania.

Poniendo el foco en el mensaje que parece que hemos olvidado y una esperanzadora intención didáctica, que no solo es para los más jóvenes -siendo incluso en dibujos, de los que tenemos mucho que aprender-, ¿Dónde está Anne Frank? es una impecable adaptación de un libro extraordinario y de un delicioso cómic, recordándonos hacia dónde volver a mirar, aunque todo parezca más que visible…

Gracias Kitty. Qué bueno haberte encontrado. Ya eres inolvidable.

Mariló C. Calvo

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