ÉRASE UNA VEZ: Dos cuentos en un mismo universo

Así empiezan todos los cuentos tradicionales. Érase una vez… a lo que suele seguirle una historia terrible de niños huérfanos a los que maltratan en los hospicios o de padres o madrastras que sienten de todo menos amor hacia sus hijos o ahijados. Vamos, una alegría para los niños que los escuchan.

Dos de los cuentos más famosos del mundo, Peter Pan, de James Matthew Barrie, y Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carrol, se dan la mano en la nueva película de Brenda Chapman, de la que sus anteriores trabajos tras la cámara fueron dos de las producciones animadas más estimulantes de las últimas décadas, El príncipe de Egipto y Brave (Indomable), que no son los títulos más conocidos del género pero merecerían serlo.

Atendiendo entonces a la calidad que precede su obra, y al interés que la acompaña, ahora estrena Érase una vez, donde vuelve a demostrar que su talento continúa estando intacto.

En Érase una vez nos acerca a estos dos cuentos dándole una sola entidad. Gracias de nuevo a la imaginación, Peter Pan y Alicia son hermanos en este relato de sus aventuras, el origen que dio lugar a que sus universos fantásticos se desarrollaran como los conocemos.

Sus padres, Rose (Angelina Jolie), una mujer de buena familia que entre sus miembros cuenta con una hermana (Anne Chancellor) impoluta en moral y en modales, y Jack (David Oyelowo), un hombre que intenta sacar adelante a su familia creando preciosos barcos de madera que intenta vender como puede, caen en una profunda depresión cuando el hermano mayor de los niños fallece accidentalmente.

Los pequeños, aunque tristes, tratan de ayudar a sus padres, que ni económicamente ni mucho menos emocionalmente están precisamente bien, pero la realidad es tozuda y aunque traten de hacer las cosas lo mejor que se les ocurren van dándose cuenta poco a poco de que la imaginación es el único camino para escapar de ella.

Los tres hermanos Littleton con su padre, antes de que el mayor fallezca - Erase una vez
Los tres hermanos Littleton con su padre, antes de que el mayor fallezca

Érase una vez es una de esas películas que no te esperas pero que cuando tienes delante y su historia se va desenvolviendo ante tus ojos, te dejan asombrado por la capacidad que tienen de presentarte aquello que ya conocías de una manera diferente pero igualmente válida.

Si abrimos la mente y no nos aferramos a los cuentos que conocemos tal y como fueron escritos sino que nos atenemos a los elementos que les otorgan las características que forman parte intrínseca de ellos, podremos disfrutar de una nueva visión de los mismos con resultados tan fascinantes como los de las historias de las que provienen.

Porque por qué no van a ser Peter Pan y Alicia dos hermanos mestizos si todo su universo, el de cada uno de ellos, acaba estando representado en la pantalla. Perfectamente puede ser así. Si ahora James Bond parece que será interpretada por la actriz inglesa Lashana Lynch, de piel negra, cualquier actor puede ser Peter Pan. Solo faltaría. Eso sí, es una idea arriesgada, y su directora es consciente de ello, pero como le encantan los retos, no ha dudado en llevar este a cabo.

Pero no nos apartemos de Érase una vez y de que la película se centra en el origen de Peter Pan y de Alicia en el País de las Maravillas. Y sí: el barco, los Niños Perdidos, la mesa del té, todo está en este nuevo prisma de ambos cuentos, nada se echa en falta y los dos hermanos siguen siendo aquellos que la literatura nos ha presentado y a los que tanto cariño les hemos tenido siempre.

Y ahora la actriz Angelina Jolie interpreta a su madre. Da la impresión de que, teniendo en cuenta los hijos que tiene en la vida real, ella misma haya configurado el reparto de la película escogiendo de entre los actores que interpretaran a sus pequeños en la ficción a los que podrían serlo también fuera del trabajo. Y eso está bien, nos acerca más al universo personal al que ella nos tiene acostumbrados y nos creemos completamente que puedan ser sus hijos.

Niños que es de imaginar que se lo habrán pasado muy bien rodando Érase una vez, porque lo cierto es que a pesar del drama que inunda la historia lo que sobre todo encontramos en esta película es un hilo conductor perfecto a las aventuras de dos personajes míticos de la literatura universal.

Esta nueva historia que hace de dos una sola resulta una preciosidad a ojos de un espectador dispuesto a entrar en el juego que propone, dispuesto a descubrir cómo podría haber sido el mundo de Peter Pan y de Alicia antes de convertirse en ellos, cómo la fantasía puede doblegar a la oscuridad en la que la realidad está inmersa y de qué manera podemos nosotros también aprender de estos dos niños que, estando metidos en un mundo terrible, son capaces de superar sus reveses a base de algo que los adultos muchas veces dejamos a un lado porque solo hay lugar para la fantasía en el cine.

Y no siempre es así, al menos deberíamos intentar más a menudo salir de nuestra tristeza y zambullirnos en lo que nuestra mente nos proponga. Qué gran enseñanza por parte de los niños, aunque nosotros, adultos serios y demasiado metidos en nosotros mismos, no queramos hacerles caso. Érase una vez nos enseña que a lo mejor es a ellos a quienes hay que escuchar.

Silvia García Jerez

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