LEE CRONIN: Escribí Bosque maldito antes de que Babadook existiera
Lee Cronin, guionista primero y director después de Bosque maldito, ha estado en Madrid para presentar la película, una ópera prima en la que, como se deduce de esta entrevista, ha estado mucho tiempo trabajando. Y se nota. Porque nos presenta una atmósfera cada vez más opresiva en la que el niño protagonista, James Quinn Markey, de 8 años en el momento del rodaje, realiza un trabajo tan inquietante como perfecto. Su película también es ambas cosas, y tal y como disecciona a continuación, bebe de fuentes clásicas, algo que le honra en lugar de quitarle mérito.
Pregunta: ¿Cómo nace Bosque maldito?
Lee Cronin: Nace de una conjunción de diferentes ideas y sentimientos. Uno de ellos es la idea de la necesidad de reconstruir una confianza entre madre e hijo después de un trauma. En términos más generales, de un artículo que leí sobre un hombre en Florida que estaba sentado en su butaca en casa y se abrió un agujero donde él estaba y murió, nunca lo rescataron. Es algo terrorífico, pero es cierto.
Pregunta: ¿Has querido hacer un homenaje al género de terror en general o a alguna película en particular?
Lee Cronin: Creo que nunca me ato a una sola cosa, me gusta enseñar mis influencias, que se sepa qué cosas me han inspirado. Así que películas como El resplandor, o la trilogía de Polanski de los apartamentos, desde el punto de vista psicológico, particularmente La semilla del diablo, en la que la protagonista se encuentra en mitad de una situación terrible sin que necesariamente encuentre la salida a ella, o Repulsión, con toda esa represión desde un solo punto de vista. Esas películas de los 60 y 70 son las que me inspiran. Aunque sé que El resplandor es del 82, pero el concepto es que prefiero películas más clásicas que contemporáneas.
Pregunta: ¿Qué retos tiene rodar una película de terror en pleno auge del género de terror?
Lee Cronin: Es una buena pregunta. Creo que es importante el proceso que te lleva a hacerla, antes de que empieces. Mi película ha sido comparada con Babadook. Yo escribí mi historia antes de que esa película existiera. A veces esas cosas pasan y lo que tienes es que tener seguridad en tu historia a tu manera. Creo que el género está pasando por un buen momento, con todas estas películas a las que el público está prestando mucha atención.
Pregunta: La película es muy clásica en muchos aspectos, por ejemplo en el de retrasar mucho el hecho de ver al monstruo, a la criatura. ¿Eso le ha supuesto un problema de cara a la productora? Porque estamos en tiempos en los que enseñar el bicho al principio.
Lee Cronin: No fue un reto muy grande porque todo el mundo había leído el guión y entendió que una de las cosas importantes de la película es que enseño al monstruo muy pronto, pero porque el monstruo es un niño de 8 años. Eso es lo que lo que hace única a la película. A lo mejor no todo el mundo piensa eso de ella pero yo siempre he pensado en Bosque maldito de ese modo. Así que nadie se cuestiona que no esté viendo al monstruo desde el principio. Pero en términos de grandes revelaciones, nunca me presioné al respecto de si necesitamos verlo antes, porque el equilibrio ya era muy bueno así.
Pregunta: ¿Hasta qué punto fue difícil esa pequeña transformación del niño que es muy sutil pero que nos lleva a una atmósfera de terror cada vez más opresiva?
Lee Cronin: También esa es una buena pregunta. No fue difícil pero sí arriesgado. Porque tenía que funcionar. Era importante que se notara en los cambios de su comportamiento o incluso en la ropa, que progresivamente se le va quedando pequeña. Pero no fue difícil porque yo tenía claro cómo lo iba a hacer, pero había momentos en el plató en los que me preguntaba si estaba mostrando lo suficiente para que se viera.
Pregunta: Hablando del niño, ¿fue difícil trabajar con él a nivel de horarios o de que entendiera bien el tipo de personaje que tenía que interpretar?
Lee Cronin: Otra buena pregunta. El horario era el del trabajo de un niño de 8 años. Es decir, fue muy difícil compaginarlo con el rodaje porque tienes que cuadrarte con sus tiempos. Si estamos en medio de una conversación y llega la hora, el niño se tiene que marchar. Cuando los actores son adultos y tienes que hacer una toma más, la haces, pero con un niño tienes que parar.
En cuanto a la comprensión de su personaje, pasamos mucho tiempo juntos para poder conocerlo, y una cosa que aprendí es que como en la película su comportamiento es bastante binario, así que cuando en la película necesitaba que el niño fuera otra cosa, solo tenía que chasquear los dedos y decirle: Modo Monstruo. Y su cuerpo se ponía tieso. Era como un juego y nos lo tomamos como algo divertido. Y él siempre quería estar a la altura, impresionarme, y se presionaba para hacerlo bien todo el tiempo. Estuvo muy concentrado en su trabajo.
Otra cosa que aprendí trabajando con un niño es que tienes que darle las herramientas para que hagan el trabajo que tú quieres que hagan y no ensayes demasiado. Y es porque si ensayas demasiado las mentes de los niños son como esponjas y como lo absorben todo luego es muy difícil dirigirlos porque ya han asumido lo que tienen que hacer y es muy difícil cambiar nada.
Pregunta: Hay un vídeo en YouTube donde explicas la película, y el final en concreto. ¿Hasta qué punto has tenido problemas con él que has tenido que llegar a grabar un vídeo en YouTube?
Lee Cronin: No, creo que el público entiende el final pero quieren saber cuál es mi opinión. Lo que yo pienso de él. Pero yo cambio de opinión todo el rato. (Risas)
Pregunta: En relación a esta misma pregunta: ¿está el mundo demasiado loco con los Spoilers? ¿Hay que callárselo ya todo?
Lee Cronin: No lo sé. Yo creo que, desde el punto de vista de un creador en la industria, uno lo quiere preservar todo, cuanto más mejor.
Silvia García Jerez