VENGANZA BAJO CERO: Dulce y en plato caliente.
En la última década si el título de una película de Liam Neeson no lleva consigo la palabra ‘venganza’, como que pierde algo de esencia. No sé, ¿Os pasa? Quizá su semblante frío e impertérrito debería llevarla siempre de la mano.
En cualquier caso, el excepcional actor decide o es obligado (no creo) a dirigir su carrera por el género de acción. Cosa que nos gusta sin duda, ya que es un estupendo intérprete.
Imaginad que Liam es un conductor de quitanieves que lleva una vida tranquila y que de la noche a la mańana pierde a su hijo, y que esta pérdida deja tras de sí una estela que desemboca en el centro de una guerra entre narcotraficantes. Claro, Liam, que es un tipo muy astuto, descubrirá los motivos por los cuales su hijo perdió la vida y con ello se desencadenará otra historia de violencia explícita en la que el actor irlandés de, ,atención ¡67 años!, querrá cobrarse venganza.
Y es aquí donde aparecen las sorpresas. Hans Petter Moland dirige el remake de su propia película Noruega de 2014 (Kraftidioten) y se destapa. Descubre su cinta con ironía y sarcasmo. Elementos que desviaron la atención típica de la original. Avanza a pasos agigantados con paso firme a través de humor negrísimo sin perder de vista la dramática trama en la que de repente nos vemos inmersos.
Durante este trayecto con altibajos pero hasta el momento original e interesante nos percatamos de que entre bambalinas algo se cuece. Y aunque la nieve es alta y la sangre salta a borbotones, el tufillo convencional empieza a surgir tras la aparición en masa del bando indígena.
Es en ese momento cuando la maquinaria comercial salta a escena y poco a poco se va diluyendo la pausa, la gracia y la sorpresa. Sin ser algo excepcional y único, se aplaude el intento de confeccionar una venganza diferente para el bueno de Liam, que bien hubiera querido que los guionistas desarrollaran algo más el personaje de la maravillosa Laura Dern, que en un visto y no visto se desvanece de la prometedora historia.
Media reverencia a ‘Venganza bajo cero’, que tiene en su título en español, quizá, lo peor de la película. Alabado sea Mr. Neeson. Esperamos con impaciencia ‘Venganza en Malibú’ o ‘Amazónica Venganza’ , títulos que, para un tipo como usted, harán completar su particular saga de desavenencias.
Aún sabiendo que se sirve fría, nos deja usted siempre con un sabor muy dulce, en plato caliente y violento.
Juan Ignacio Ocaña